EL DIOS PAGANO MOLOCH: ORIGEN, CULTO Y PROHIBICIÓN EN LA TORAH Y DENUNCIA DE LOS PROFETAS

ISRAEL Y EL ABOMINABLE CULTO A MOLOCH UN ANÁLISIS PROFUNDO DE LA IDOLATRÍA Y EL SACRIFICIO INFANTIL
Para muchos,
la historia de ciertas prácticas religiosas antiguas resulta difícil de leer y
de aceptar. La imagen de una estatua de metal de la deidad pagana MOLOCH מֹלֶךְ, con un horno ardiente en su interior
donde un sacerdote coloca a un bebé vivo en sus manos incandescentes para ser
arrojado, es una de las más perturbadoras. El sacerdote y los adoradores
reunidos presenciaban cómo este bebé se quemaba hasta morir, todo en un intento
de ganarse el favor de su Elohim. ESTO ERA PARTE DEL CULTO PAGANO ANTIGUO,
un oscuro capítulo en la historia de la humanidad que involucraba el sacrificio
de lo más puro e inocente.
El dios
pagano Moloch es generalmente representado como una figura humana con cabeza
de carnero o becerro, sentado en un trono y con una corona u otro
distintivo de realeza. Los sacrificios preferidos por Moloch eran los niños,
especialmente los bebés, considerados los seres más puros y llenos de energía
vital, según las creencias paganas.
Uno de los
ejemplos más oscuros de esta idolatría es el culto al dios pagano Moloch
מֹלֶךְ, cuya adoración estuvo intrínsecamente ligada al sacrificio de niños.
Exploraremos su representación, las macabras ofrendas que exigía y cómo esta
abominable práctica se extendió e incluso se infiltró en el pueblo de Elohim
אֱלֹהִים, a pesar de las explícitas
prohibiciones divinas.
En los
templos dedicados a Moloch, se hallaba una enorme estatua hueca de bronce.
La figura tenía la boca abierta y los brazos extendidos con las manos juntas y
las palmas hacia arriba, dispuestas a recibir el holocausto. Dentro de la
estatua se encendía un fuego que se alimentaba continuamente. En ocasiones, los
brazos estaban articulados de manera que los niños se depositaban en las manos
de la estatua, y por medio de cadenas, eran levantados hasta la boca,
introduciendo a la víctima dentro del horno incandescente del ídolo.
Diodoro
Sículo, en su obra, relata que antes de que la estatua fuese llenada, la
zona se inundaba con un fuerte ruido de flautas y tambores, para que los
gritos y lamentos del bebé no llegaran a los oídos de los padres ni de la
multitud. Teodoro de Cirene añade que los familiares tenían prohibido llorar.
Un relato impactante de la derrota de KART HADASH CARTAGO por Agathokles
que narra cómo los nobles cartagineses, creyendo haber disgustado a Moloch,
reunieron la mayor cantidad de niños, de las mejores familias, y realizaron un
holocausto con aproximadamente 300 infantes de manera ininterrumpida. La
gigantesca estatua de bronce ardía al rojo vivo mientras las tropas sitiadoras
observaban el macabro espectáculo.
Cleitarco describe que los que ofrecían a sus hijos quedaban convencidos de que los niños morían felices porque el fuego producía en la cara de los infantes una aparente risa al contraerse la piel. A esta risa la llamaban risa sardónica, creyendo que el niño reía al morir.
LA CONDENA DIVINA Y LA
INFILTRACIÓN EN YISRA'EL
REPETIDAMENTE
EN LAS ESCRITURAS, YHWH ELOHIM CONDENÓ ESTA PRÁCTICA:
- "No permitirás que ninguno
de tus hijos sea sacrificado a Molek, y así profanando el Nombre de tu
Elohim; Yo soy YHWH" Vayikra/Levíticos
18:21.
Trágicamente,
el Melej Shlomo "rey Salomón" erigió un lugar alto en Yahrushalayim/Yerushalem
[Jerusalén] a varios ídolos y, obviamente, a esta deidad para aplacar a sus
esposas extranjeras.
La evidencia
sobre la adoración a Moloch en el antiguo Israel se encuentra en la literatura
legal, histórica y profética del Tanaj [Biblia]. En la Toráh
[Pentateuco], las leyes del Código de Santidad hablan de "dar o pasar
hijos a Moloch" Vayikra
18:21, Vayikra 20:2-4. La ley en Devarim/Deuteronomio
18:10 habla de "pasar el hijo o la hija por el fuego", y aunque
Moloch no se menciona explícitamente, es probable que su culto fuera el objeto
de la prohibición.
EL AUTOR
DEL LIBRO DE LOS REYES TAMBIÉN SE REFIERE A ESTA PRÁCTICA:
- "Pasar el hijo y la hija
por el fuego" Melajim Bet – 2 Reyes
16:3 [hijo], 17:17, 21:6 [hijo].
- Melajim Bet 23:10 habla específicamente de
"pasar el hijo o la hija [de uno] por el fuego a Moloch".
Algunos
eruditos interpretan la frase LӘ-HAʿAVIR BA-ESH como una referencia a un
rito adivinatorio o protector en el que los niños pasaban por un fuego sin
sufrir daños físicos. Sin embargo, la misma frase se encuentra en un contexto
inconfundible de quema en Bamidbar/Números 31:23,
lo que refuerza la interpretación de un sacrificio literal.
OTROS
TEXTOS BÍBLICOS SE REFIEREN AL SACRIFICIO DE NIÑOS:
- Tehilim 106:37–38 habla del sacrificio de niños a
los ídolos anónimos de Keenan/Canaán.
- Yirmeyah 7:31 y
Yejezqel 20: 25–6 hablan con desaprobación de sacrificar niños a YHWH para los
"malos estatutos".
- Yirmeyah/Jeremías
19:5
menciona sacrificar
niños a Baal.
- Yejezqel 16:21, Yejezqel 20:31, Yejezqel 23:37,39 se refiere a sacrificar niños a
divinidades anónimas, al igual que Yeshayah/
57:5, ninguno de ellos menciona a Moloch por nombre.
- Solo en Yirmeyah 32:35
se menciona a Moloch por su nombre, asociándolo con Baal.
Debe hacerse
una distinción entre el sacrificio humano como un hecho esporádico en un
momento de crisis como el holocausto del hijo de Mesa, rey de Moab en Melajim Bet 3:27 o
como un acto de devoción inusual como atar a Yitzjak/Isaac cf. Miqueas
6:7, por un lado, y el culto a Moloch, que era una institución
establecida con una ubicación fija en EL TOFET תֹּפֶת,
también conocido como el VALLE DE GUEHINNOM.
ORIGEN Y SIGNIFICADO
DEL NOMBRE מֹלֶךְ MOLOCH
La opinión
aceptada desde Abraham Geiger es que MOLEK – MOLOCH – MOLOCH מֹלֶךְ es
una mala vocalización tendenciosa de la palabra MELEJ – MELEK – MELEKH מֶלֶךְ, que significa "REY".
Las vocales originales se cambiaron y se modelaron después de la vocalización
de BOSHET בֹּשֶׁת, "VERGÜENZA",
que a menudo se usaba como un sustituto intencional de Baal.
MELEJ –
MELEKH SIGNIFICA "REY", un título que los hebreos también aplicaban al verdadero Elohe,
como lo demuestran Tehilim
5:2 y Tehilim 10:16. Si es así, pareciera que los
judíos posteriores, considerando vergonzoso referirse a una deidad pagana con
la misma palabra o título que empleaban para el verdadero Elohe, cambiaron la
pronunciación a "MOLOCH", que al tomar las vocales
"o" y "e" de la palabra hebrea BOSHET בֹּשֶׁת significa
"vergüenza".
Que la
vocalización original era MELEKH se puede aprender de YeshaYahu 30:33, que indudablemente alude a la
ceremonia de fuego de los ritos de Moloch. El hecho de que la Septuaginta del
Pentateuco, la primera traducción por los griegos, traduzca Moloch como "REY"
archon también parece indicar que, en el momento de la traducción de la Torá,
la lectura de Moloch en lugar de Melekh era aún desconocida.
Es cierto
que los nombres Molek/Moloch Melajim Alef 11:7 aparecen en la Biblia en referencia a un dios
amonita, y que las deidades por el nombre MALIK – MULUK dan testimonio
desde el siglo XVIII a.M. en adelante. Sin embargo, las leyes y advertencias
contra la adoración del Moloch difícilmente podrían referirse a estas deidades
particulares. Es poco probable que un dios en particular que no fuera
especialmente famoso se mencionara para tal efecto, mientras que otros dioses
prominentes, por ejemplo, Baal, no se mencionan por su nombre en la Torá ni una
sola vez.
La
introducción de Moloch coincidió con la introducción de la adoración de la "REINA
DEL CIELO", aunque esta última persistió después de la reforma de Yoshiyah/Josías,
mientras que el culto de Moloch parece haber perecido después de la reforma.
Por lo tanto, la adoración de Moloch junto con la adoración de la "REINA
DEL CIELO" debe considerarse en el contexto de la adoración
generalizada en la cultura asirio-aramea de ADAD/HADAD “EL REY” e ISHTAR
– ASHTARTH – ANATH “LA REINA”, que comenzó en el siglo IX-VIII a.M.
LA NATURALEZA DE LA
ADORACIÓN Y SUS INTERPRETACIONES
Como ya se
indicó, las fuentes legales e históricas hablan de niños entregados en
sacrificio a Molek/Moloch, siendo pasados vivos por el fuego. Según la
interpretación rabínica, esta prohibición es contra pasar a los niños por el
fuego y luego entregarlos a los sacerdotes paganos. En otras palabras, según
esta interpretación, esto se refiere a un rito de iniciación o consagración,
atestiguado en varias culturas. TH Gaster, en la Biblia y la Septuaginta,
interpreta Devarim 18:10 de manera similar. Esto es un midrash de
los rabinos, igualmente atestiguado por la Septuaginta.
Una
tradición similar de no sacrificios, quizás más antigua, se encuentra en el SÉFER
YOVELIM “LIBRO DE LOS JUBILEOS” en el pasaje 30:7,
que conecta el matrimonio mixto o, más bien, el casamiento de los hijos con
paganos con el pecado de Molek/Moloch. Esta tradición parece tener eco
en la opinión disidente de R. Ismael cf. Meg. 4:9 en Sifrei Devarim
18, quien explica la prohibición de Molek/Moloch como la fecundación
de una mujer pagana, una interpretación subyacente a la traducción siríaca en Vayikra 18 y 20. El denominador común de todas
estas tradiciones es la comprensión de la adoración de Molek/Moloch como
la transferencia de niños hebreos israelitas al paganismo, ya sea
entregándolos directamente a sacerdotes paganos o mediante la procreación a
través del coito con una mujer pagana.
¿EN QUÉ CONSISTÍA LA PRÁCTICA DE "PASAR LOS HIJOS POR EL
FUEGO"?
Los grandes
estudiosos creen que había tres formas principales de ofrecer a los niños al
fuego:
1. APACIGUAR LA IRA Y OBTENER FAVOR: Se ofrecía al hijo primogénito para
apaciguar la ira de Moloch y obtener su favor. Se creía que este favor
aseguraría que los futuros hijos de la familia tendrían una salud óptima y una
descendencia abundante, lo que significaría mayor mano de obra y capacidad para
la cosecha. A cambio de este sacrificio, se creía que el dios les daría siempre
abundancia en sus graneros.
2. ENTREGA TOTAL DE DESCENDIENTES: Otra práctica consistía en quemar el
semen del padre de familia como símbolo de la entrega total de todos sus
descendientes al dios Moloch.
3. PRUEBA DE ACEPTACIÓN DIVINA: La tercera práctica consistía en
hacer saltar a los hijos por una hoguera. Si uno salía ileso de esta prueba, la
gente creía que su ofrenda había sido aceptada. Al niño así librado se le
consideraba extraordinariamente favorecido por los dioses; era colmado de
beneficios y muy estimado, y por grave que fuesen sus crímenes, nunca se le
castigaba. Pero si alguno se quemaba, su suerte estaba decidida: se creía que
la ira de los dioses estaba sobre él y solo se podía satisfacer esa ira
quitándole la vida y, por consiguiente, era ofrecido como sacrificio.
EXPANSIÓN DEL CULTO A
MOLOCH Y SU RELACIÓN CON OTROS DIOSES
Aunque
vagamente la adoración a Molek/Moloch estaría entre algunos hebreos israelitas
idólatras, estos eran pocos. El culto a Moloch, que se practicaba en un sitio
especial fuera de los muros de Yahrushalayim/Yerushalem [Jerusalén] en
el VALLE DE BEN-HINOM, también llamado TOFET, se estableció
firmemente en la época del Melej Menasheh “Rey Manasés” y continuado por
su hijo Amón, hasta el comienzo del reinado de Yoshiyah. Si el Melej
Yoshiyah [Rey Josías] lo erradicó por completo en el marco de sus
actividades de reforma Melajim Alef 23:10, entonces las referencias a
esta adoración en Yirmeyah
7:31, Yirmeyah 19:1, Yirmeyah 32:35 podrían aplicarse a los días de Menasheh/Manasés,
Amón y también al tiempo de Yoshiyah antes de la reforma.
El temor de
morir de hambre era aprovechado por los sacerdotes de este dios para conducir a
las personas a realizar actos macabros contra su propia familia. Si una
religión nos lleva a maltratar a un familiar o atentar contra la vida de los
que amamos, o contra la vida de los que nos rodean, o contra nuestra propia
vida, debemos huir de esa religión. La religión que proviene de Elohim es
santa, es pura y siempre hace bien al prójimo.
El culto a Moloch
se extendió junto con la influencia de los Fenicios en el Mediterráneo,
llegando incluso a las costas de los Etruscos y la península británica. Kart
Hadash Cartago no tenía un dios supremo, por lo que su ciudad durante mucho
tiempo convivió con las demás religiones. Incluso se especula que la figura del
becerro de oro de la que se habla en la Torá, cuando Moshé bajaba
con las Tablas de la Ley, podría estar relacionada.
Diversos
textos latinos y griegos relacionan a Moloch con KRONOS o SATURNO. Cleitarco, Teodoro, Filón de Biblos y Plutarco
mencionan ofrendas de niños en llamas a Kronos o a Saturno, que es la
representación de BAAL, como muchas otras deidades que aparecen en la
Biblia.
Moloch
encontró un lugar en la demonología medieval europea, apareciendo como un
demonio que encontraba placer en provocar el llanto de las madres a las que les
robaba sus hijos. Según las tradiciones demonológicas, su fuerza se
incrementaba de manera especial en el último mes del año, el mes de diciembre.
Los textos
latinos y griegos que vinculan a Moloch con Kronos/Saturno y mencionan
sacrificios infantiles incluyen:
1. CLEITARCO historiador
griego, siglo IV a.C.: Describe rituales cartagineses donde los niños eran
quemados en honor a Kronos.
2. TEODORO DE CIRENE filósofo griego, siglo V a.C.:
Asocia a Baal con Kronos y sacrificios de primogénitos.
3. FILÓN DE BYBLOS filósofo fenicio, siglo I d.C.: En
su obra "Historia Fenicia" citada por Eusebio, relata que los
fenicios ofrecían niños a Kronos equiparado a Moloch/Baal.
4. PLUTARCO historiador griego, siglo I-II d.C.:
En "De Superstitione", menciona que los cartagineses sacrificaban
niños a Saturno versión romana de Kronos.
EXPLICACIÓN
TEOLÓGICA E HISTÓRICA
- MOLOCH = KRONOS = BAAL-HAMMON: Estas deidades se
sincretizaron en el Mediterráneo antiguo.
·
MOLOCH HEBREO מֹלֶךְ: Dios cananeo asociado a sacrificios
infantiles Levítico 18:21; 2 Reyes 23:10.
·
KRONOS MITOLOGÍA GRIEga: Devorador de sus hijos, equiparado a Saturno en Roma.
·
BAAL-HAMMON EN CARTAGO: Recibía sacrificios de niños sitios arqueológicos conocidos
como tophets lo confirman.
- FUENTES PRIMARIAS:
·
DIODORO SÍCULO
Biblioteca Histórica, XX.14 describe cómo los cartagineses, durante el asedio
de Agatocles 310 a.C., quemaron a 200 niños nobles para apaciguar a Kronos.
·
JUSTINO historiador
romano menciona que los fenicios llevaron el culto a Kronos/Moloch a Cartago.
BAAL HAMMON: RITOS, PRÁCTICAS E IMPACTO SOCIAL
ORIGEN Y
CARACTERÍSTICAS: Baal
Hammon era una deidad principal en Cartago, asociada a la fertilidad, la
agricultura y el clima. Su nombre significa "Señor del Incensario" o
"Señor del Altar de Fuego", lo que sugiere una conexión intrínseca
con rituales de fuego. A menudo se le representaba como un anciano con cuernos
de carnero, sentado en un trono y flanqueado por esfinges, símbolos de poder y
protección.
PRÁCTICAS
RITUALES:
- Sacrificios infantiles: Las evidencias
arqueológicas en los tophets de Cartago (como el de
Salambó) revelan urnas con restos cremados de niños y animales,
acompañadas de inscripciones dedicadas a Baal Hammon y Tanit. Estos
sacrificios, conocidos como molk, se realizaban en momentos de
crisis (guerras, sequías) o como ofrendas votivas para asegurar
prosperidad.
- Rituales anuales: Según Diodoro Sículo,
durante el asedio de Agatocles (310 a.C.), los cartagineses sacrificaron a
200 niños de familias nobles para aplacar a Baal Hammon, creyendo que su
ira causaba la derrota militar.
- Sincretismo con Moloch: En el ámbito
fenicio-púnico, Baal Hammon fue equiparado a Moloch, especialmente en el
ritual de "pasar por el fuego". La fusión de ambos cultos
refleja la adaptación de deidades cananeas en colonias mediterráneas.
IMPACTO
EN LA SOCIEDAD: El
culto a Baal Hammon legitimó el poder de la élite cartaginesa, que usaba los
sacrificios como herramienta de control social. Las familias nobles
participaban activamente, consolidando su estatus mediante la
"entrega" de sus primogénitos. Sin embargo, la práctica generó
tensiones, especialmente durante la decadencia de Cartago, cuando críticos como
Plutarco la denunciaron como bárbara.
KRONOS: DE LA MITOLOGÍA GRIEGA AL SINCRETISMO MEDITERRÁNEO
ORIGEN Y
EVOLUCIÓN: En la
mitología griega, Kronos era un titán asociado al tiempo y la cosecha, conocido
por devorar a sus hijos para evitar ser derrocado. Los griegos lo vincularon al
Saturno romano, dios de la agricultura, pero en el Mediterráneo oriental se
sincretizó con deidades semíticas como Moloch y Baal.
PRÁCTICAS
RITUALES:
- SACRIFICIOS HUMANOS: Filón de Biblos (siglo I
d.C.) describe que los fenicios ofrecían niños a Kronos durante crisis
extremas, un ritual adoptado de cultos cananeos más antiguos. Plutarco
menciona que los cartagineses sacrificaban infantes a Saturno (versión
romana de Kronos), quemándolos en estatuas huecas.
- FESTIVALES AGRÍCOLAS: En Grecia, las Kronias
celebraban la cosecha con banquetes donde los roles sociales se invertían
temporalmente. Sin embargo, en colonias fenicias, estos festivales
incorporaron elementos semíticos, como ofrendas de primogénitos.
SINCRETISMO
CON MOLOCH:
La
identificación de Kronos con Moloch surgió en el siglo IX-VIII a.C., cuando
asirios y fenicios expandieron sus cultos. Textos ugaríticos ya mencionaban
a Malik (precursor de Moloch) como receptor de sacrificios, y
los griegos reinterpretaron estos ritos bajo su mitología. Cleitarco (siglo IV
a.C.) relata que los cartagineses veían a Kronos como un "Moloch
helenizado", combinando el simbolismo del tiempo destructor con la
exigencia de sacrificios sangrientos.
IMPACTO
CULTURAL: EL
SINCRETISMO KRONOS – MOLOCH - BAAL HAMMON refleja la fluidez religiosa en
el Mediterráneo antiguo. Mientras griegos y romanos condenaban los sacrificios
infantiles, estos persistieron en Cartago hasta su destrucción (146 a.C.),
evidenciando cómo las prácticas cananeas se adaptaron en contextos coloniales.
La demonización posterior de Moloch en la tradición judeocristiana heredó esta
fusión, presentándolo como un dios cruel vinculado a Saturno.
La profunda
conexión entre Moloch, Baal Hammon y Kronos —deidades que compartieron la
terrible exigencia de sacrificios infantiles— no solo refleja el sincretismo
religioso de la antigüedad, sino también la universalización de un ritual
abominable. Al explorar sus cultos, queda claro que Baal Hammon en
Cartago institucionalizó estos sacrificios como pactos de fertilidad y
supervivencia, mientras que Kronos, desde la mitología griega,
aportó el simbolismo del tiempo devorador, fusionándose con ritos semíticos ya
arraigados en Ugarit y Canaán. Las prácticas, aunque variaban en detalles —como
los tophets cartagineses o las hogueras rituales griegas—, convergían
en un mismo horror: la creencia de que el favor divino requería la vida de los
inocentes.
La
sincretización de Moloch con Baal Hammon y Kronos no solo revela la
interconexión religiosa del Mediterráneo antiguo, sino también la persistencia
de un macabro patrón: la exigencia de sacrificios infantiles como pacto con lo
divino. Desde los tophets cartagineses hasta las críticas griegas y
las prohibiciones bíblicas, estos cultos dejaron una huella arqueológica e
ideológica imborrable. La evidencia material —urnas con restos calcinados,
inscripciones votivas y relatos históricos— confirma lo que las Escrituras
condenaron: la degradación humana en nombre de deidades sedientas de sangre.
Así, la Toráh no solo surgió como un mandato, sino como un baluarte ético
contra la idolatría más abyecta, la prohibición a estos cultos fue enfática:
era un rechazo radical a una lógica religiosa que había corrompido a naciones
enteras. La evidencia arqueológica, lejos de ser mera curiosidad histórica,
confirma la urgencia de aquel mandato divino.
EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA Y PROHIBICIÓN EN LA LEY MOSAICA
Algunos
eruditos han negado la existencia de este dios en la antigüedad; sin embargo, textos
descubiertos en varios lugares documentan su existencia. Un dios MALKU,
mencionado por primera vez en cuatro textos de Ugarit a fines del tercer
milenio antes del Mesías, aparece como MALUK en los textos de Mari y
como Malik en tres escritos asirios que lo identifican con Nergal,
la divinidad asirio-babilónica del mundo subterráneo. Un texto recientemente
descubierto de Ugarit habla claramente de un sacrificio a Malik, con lo cual no
quedan dudas de que Malik era un dios en la lengua ugarítica, estrechamente
emparentado con el hebreo Moloch, que aparece con el significado de
"voto" o "promesa". En consecuencia, algunos estudiosos
explican la expresión "pasar por el fuego a Moloch" diciendo que
significa "pasar por el fuego como un cumplimiento de un voto a cierta
deidad". La palabra Moloch pudo haber tenido este significado en Kart
Hadash, pero en el uso bíblico parece limitarse a designar a un dios pagano a
quien se ofrecían sacrificios, entre los cuales también había sacrificios
humanos.
La Toráh que fue entregada a Moshé prohibía
terminantemente dedicar los hijos a Moloch Melajim
Bet 23:10. Además, condenaba a muerte a quienes transgredieran esta
ley Vayikra 18:21; Vayikra 20:1-5. Sin embargo, los
israelitas con frecuencia siguieron la práctica de ofrecer sus hijos al dios Moloch.
Esto está documentado en Yirmeyahu 7:31; 19:4;
32:35; Yejezqel 16:21; 23:37 y 39. Los reyes Ajaz אָחָז y Menasheh
מְנַשֶּׁה quemaron a sus hijos en el alto de Tofet תֹּפֶת en
el valle de HINÓM הִנֹּם, al sur de Yerushalayim ירושלים, y esto está documentado en Divrei HaYamim Bet 2 Crónicas 28:1 y
3 Divrei HaYamim 33:1 y 6. Pero
el piadoso rey Yoshiyahu destruyó este lugar para que no se lo pudiera
usar más Melajim Bet 23:10.
Ajaz y
Menasheh son los únicos reyes de Yahudá de los que se dice que hicieron
pasar a sus hijos por el fuego. Sin embargo, como ambos impulsaron la práctica
del sacrificio de niños, parece ser que finalmente se arraigó entre los
israelitas en general Melajim
Bet 16:3; Melajim Bet 21:6;
Yirmeyahu 7:31; 19:4. Al menos en algunas ocasiones, no se quemaban
vivos a los niños, sino que primero se les mataba Yejezqel
16:20 y 21. El rey Yoshiyahu
profanó Tofet, el principal centro del culto a Moloch en Yahudá. Profanó este
centro con el fin de evitar que la gente hiciese pasar a sus hijos por el fuego
Melajim Bet 23:10-13. Sin embargo,
con eso no se logró erradicar esta práctica de manera definitiva, pues Yejezqel,
el profeta que comenzó a profetizar 16 años después de la muerte de Yoshiyahu,
menciona que esta práctica seguía en boga en el pueblo de Yisrael Yejezqel 20:31.
EL
PELIGRO DE LA IDOLATRÍA
La historia
del culto a Moloch, con sus horribles ritos y la devastadora realidad de los
sacrificios infantiles, nos confronta con la oscura naturaleza de la idolatría.
Estos relatos no son meros fragmentos de la historia antigua, sino potentes
recordatorios de las profundas degradaciones a las que puede llevar la
desviación de la verdadera adoración. La veneración de ídolos, ya sean figuras
físicas o amores desmedidos por lo material o por uno mismo, desdibuja la línea
entre lo sagrado y lo profano y corrompe la esencia de la humanidad.
La
idolatría, en última instancia, no es solo un acto de adoración desviado, sino
una puerta de entrada a la deshumanización. Tal como se sugiere en el texto, el
adversario שטן utiliza la idolatría para transformar a las personas,
llevándolas a reflejar su propio carácter de perversión y degradación. La
inclinación a sacrificar lo más preciado, incluso la vida de los inocentes, en
busca de favor o prosperidad material, expone la depravación a la que puede
conducir una fe mal encauzada.
Por lo
tanto, este estudio no es solo un recuento histórico, sino una profunda
invitación a la reflexión personal. Nos insta a examinar nuestras propias vidas
y a identificar cualquier forma de idolatría, ya sea el postrarnos ante un ser
humano, una imagen, o la adoración de lo material. La Biblia es clara: los
ruegos y las oraciones deben ser dirigidos únicamente al Creador, y el
amor excesivo por el dinero es la raíz de todo mal. Debemos huir de toda
religión que nos incite a maltratar a nuestros seres queridos o a atentar
contra la vida, ya que la religión que proviene de Elohim es santa, pura
y siempre busca el bien y la edificación del prójimo. Que esta sombría historia
sirva como una luz que nos guíe hacia la verdadera adoración y nos aleje de
cualquier camino que nos lleve a la degradación humana.
La historia
del culto a Ashtoret, aunque no central en este análisis, refuerza esta
advertencia sobre la idolatría. Su culto licencioso es un sombrío recordatorio
de las profundas consecuencias de la adoración desviada. Toda idolatría lleva a
sus hijos a la degradación; el resultado de la idolatría siempre es la
degeneración humana. La idolatría está diseñada por el adversario שטן
para convertirnos en hijos del adversario, es decir, a reflejar su carácter de
perversión.
Es
imperativo que nos alejemos de toda clase de idolatría. Esto abarca no solo la
idolatría física —como postrarse ante un ser humano, una imagen, o adorar a
alguien que no es Dios, o rogar a un "santo" pues la Biblia nunca nos
autoriza a ello; los ruegos y las oraciones siempre deben estar destinadas al
Creador — sino también la idolatría espiritual. Esta última se
manifiesta como un amor exagerado por nosotros mismos o por nuestros propios
gustos para complacernos. Asimismo, existe la idolatría por las cosas
materiales, un amor excesivo por el dinero, que la Biblia claramente identifica
como la raíz de todos los males.
Que la
depravación del culto a Moloch y las advertencias contra la idolatría nos
impulsen a buscar una vida de verdadera adoración y a discernir las sutiles
formas en que la idolatría puede infiltrarse en nuestras vidas. Al aferrarnos
al Creador, nos protegemos de la vergüenza y la degradación, eligiendo un
camino de pureza y bienestar para nosotros y nuestro prójimo.
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