PERSONAJES ATERRADORES DE LA NAVIDAD QUE NO CONOCÍAS
SERES PAGANOS DE LA NAVIDAD QUE NO CONOCÍAS DE OTROS PAÍSES
"La Navidad realmente se trata de sacar a
relucir el pagano que llevas dentro", dijo el historiador Kenneth C. Davis
Las personas suelen ser muy sensible cuando son zarandeados
sobre ciertos temas y es comprensible, salir de su zona de confort es difícil y
es que gran parte del mundo se le ha enseñado que la festividad marca el
nacimiento de Jesucristo, pero eso es simplemente incorrecto, como es
incorrecto que El mesías era un blanco ario, que nació el 25 de diciembre y que
la Escrituras apartadas avala todas las festividades que los católicos y
cristianos festejan, tan así es que si el Mesías viniera seguramente criticaría
y denunciaría muchas prácticas, como todas esas fiestas paganas los neo paganos
que celebran y defienden, y que por ende no sería muy popular entre católicos y
cristianos siendo nuevamente el mesías ejecutado por la muchedumbre.
El análisis de Krampus no fue el final de una curiosidad,
sino la puerta de entrada a un salón de espejos distorsionados. Si la figura
del "demonio encadenado" de los Alpes te pareció un vestigio
sorprendente del sincretismo navideño, prepárate para conocer a su vasta y
heterogénea familia extendida.
Krampus no es una anomalía; es el miembro más famoso de
una legión de criaturas aterradoras, ogros y brujas que, desde
Islandia hasta los Apeninos, custodian la temporada navideña con una misma
lógica: el delicado equilibrio entre el premio y el castigo, entre la
luz del "Niño Dios" y la sombra profunda del solsticio de invierno.
Como señaló el historiador Kenneth C. Davis, la
Navidad realmente trata de "sacar a relucir el pagano que llevas
dentro". Y nada saca a relucir ese sustrato pagano con más crudeza que
estos personajes. Ellos son la memoria folclórica no escrita de
lo que la Navidad siempre fue: la cristianización de dos grandes festivales
paganos, la SATURNALIA ROMANA (de la desinhibición y el caos)
y el YULE GERMÁNICO (del miedo al invierno y la cacería
salvaje de Odín). Estos seres no fueron "añadidos" después; son
los espíritus nativos de esas fiestas, que se negaron a desaparecer y fueron
integrados a la fuerza en el nuevo relato cristiano como herramientas de
moralización.
“Los cristianos de ese período están bastante
interesados en el paganismo… Obviamente es algo que ellos piensan que es algo
malo, pero también es algo que creen que vale la pena recordar. Es lo que
hicieron sus antepasados". dice Philip Shaw, investigador de las primeras
lenguas germánicas e inglés antiguo en la Universidad de Leicester.
Las dos fiestas de invierno paganas más notables y de las
cuales los católicos y cristianos tomaron para su fiesta de navidad fueron la SATURNALIA
ROMANA Y YULE GERMÁNICA. Estas fiestas se fueron renovando y se les conoció
como Navidad.
Las costumbres de la temporada navideña, que incluyen el
día de San Nicolás, el día de Año Nuevo y la Epifanía, así como la Navidad, a
menudo incorporan tradiciones paganas anteriores que se han apropiado y
adaptado para uso contemporáneo. Las costumbres que alientan a los niños
pequeños a ser buenos para merecer sus regalos de Navidad a menudo tienen un
lado oscuro: ¡el castigo que recibirás de un monstruo o ser malvado de algún
tipo si no eres bueno! Estos nefastos personajes varían de un lugar a otro y tienen
muchos nombres diferentes.
Aunque el 25 de diciembre es el día en que los cristianos
celebran el nacimiento de Jesucristo, la fecha en sí y varias de las costumbres
que hemos llegado a asociar con la Navidad en realidad evolucionaron a partir
de tradiciones paganas que celebran el solsticio de invierno.
la Navidad se celebraba ya en el siglo IV, lo que sugiere
que no tenía casi nada que ver con Jesucristo. En la antigua Roma había una
fiesta llamada Saturnalia que celebraba el solsticio.
Saturnalia fue una época de borracheras y sin ley en Roma
donde literalmente todo estaba bien: esta fue la Purga original, en la que las
leyes se suspendieron por un breve período de tiempo, sucedían cosas que
realmente causarían repugnancia a muchos porque sabemos que hay seres humanos
con mentes retorcidas que les gustaría que se revivieran nuevamente esas cosas.
Los países nórdicos usan Yule para describir su propia
Navidad con sus ritos religiosos, pero también para las fiestas de esta
temporada. Las costumbres actuales como el tronco de Yule, la cabra de Yule, el
jabalí de Yule, el canto de Yule y otros provienen del Yule pagano original,
pero ahora se utilizan en las celebraciones navideñas, especialmente en Europa.
Los estudiosos han relacionado la celebración germánica y
escandinava con la caza salvaje, el dios Odin y el pagano anglosajón Mōdraniht.
La marea de Yule se celebraba tradicionalmente durante el período comprendido
entre mediados de noviembre y mediados de enero.
Esta galería de horrores es la prueba irrefutable de la "NAVIDAD
EL GRAN ENGAÑO PAGANO". Muestra que el sincretismo no se limitó a
adoptar una fecha (25 de diciembre) o un símbolo (el árbol), sino que absorbió
la psicología espiritual completa de los festivales del
solsticio: el miedo a la oscuridad creciente, la necesidad de aplacar a los
espíritus del frío, y la creencia de que el comportamiento humano podía influir
en la benevolencia de fuerzas sobrenaturales caprichosas. Cada uno de estos
personajes es un fósil cultural que preserva, bajo una capa de
cristianismo popular, un antiguo mecanismo de control social y temor
supersticioso.
Philip Shaw, investigador de
lenguas germánicas, acierta al notar que los primeros cristianos
medievales "están bastante interesados en el paganismo... Es lo
que hicieron sus antepasados". Este interés no era meramente
académico; era un reconocimiento tácito de que el poder de esas tradiciones era
demasiado fuerte para ser negado. La solución fue re-demonizar lo
pagano: transformar a los antiguos espíritus de la naturaleza y los
ancestros en demonios, brujas y monstruos al servicio de la moral cristiana, o en
bestias que castigan la pereza y la desobediencia. Así, la Iglesia no erradicó
el miedo invernal; lo canalizó y le puso un hábito eclesiástico.
Explorar esta legión es, por tanto, completar el mapa del
territorio espiritual real de la Navidad. Es pasar de analizar la fachada (el
árbol, los regalos, la fecha) a inspeccionar los cimientos (los
miedos, las supersticiones y las deidades oscuras que nunca fueron exorcizadas,
solo reclutadas). Cada criatura que presentaremos a continuación es una pieza
de evidencia en el caso contra la Navidad como festividad
"cristiana", y un recordatorio de que, cuando se adopta el camino de
las naciones, no solo se adoptan sus festivales, sino también sus
demonios domésticos.
¿QUÉ ES EL SOLSTICIO?
Bueno ya hemos tocado este tema muchas veces, el solsticio
es el día en que el sol comienza a regresar, los días comienzan a alargarse. Y
la mayoría de las tradiciones que tenemos relacionadas con la Navidad se
relacionan con el solsticio, que se celebró en la antigua Roma con el nombre de
SATURNALES – SATURNALIA. Entonces, cuando el cristianismo se convirtió
en la religión oficial en cierto sentido, comenzaron pugnas internas entre la
nueva religión oficial y las otras creencias paganas con el tiempo vieron que
en vez de perseguir y proscribirlos era mejor adoptar todas las creencias
paganas y roma solo fue el comienzo ya que a medida que el catolicismo se
extendía con el tiempo por toda Europa iban adoptando todo tipo de creencia
cambio de nombre e imagen y listo una nueva fiesta, un nuevo rito del
catolicismo y que el cristianismo protestante no objeto sino que lo siguió y
sigue practicando, ¡Así son las cosas!
¿OTRAS COSTUMBRE QUE AGRADECER A
LOS PAGANOS? ÁRBOLES DE NAVIDAD, MUÉRDAGOS, DUENDES,
CORONAS, ETC. ETC.
Davis explicó que los árboles de hoja perenne indicaban el "REGRESO
DE LA VIDA" y la "LUZ" mientras que el solsticio de
invierno significaba que los días comenzaban a alargarse.
"COMENZARON A COLGARLE UNA MANZANA, ASÍ
QUE PEQUEÑAS BOLAS ROJAS EN ÁRBOLES VERDES, ¿PUEDES
VISUALIZAR LA IMAGEN?
Entonces, todas estas cosas celebran la idea de que la vida
y la luz están regresando al mundo, que es esencialmente lo que la Navidad
significa para los cristianos de todo el mundo".
Muérdago, iniciado por los druidas, quienes creían que era
un elemento, sin embargo, fue curativo todopoderoso del roble sagrado.
"Si conocías a alguien en el bosque, le
dabas el signo de la paz debajo del muérdago, por lo que la gente comenzaba a
colgar el muérdago sobre sus puertas como símbolo de paz. Este era un símbolo
tan poderoso del paganismo que las iglesias inglesas prohibieron su uso",
Dijo Kenneth C. Davis.
A medida que los líderes se bautizaban y se convertían,
cambiaban sus celebraciones tradicionales de forma encubierta, para reflejar
fechas cristianas.
El hecho de que los wiccanos, neopaganos y
otros reconstructores de religiones precristianas celebren su festival más
sagrado en las mismas fechas, con símbolos y narrativas que parecen reflejos
invertidos de las tradiciones navideñas. Esto no es una
coincidencia cultural, sino el reconocimiento explícito de un
patrimonio común robado y reformulado.
1. YULE: EL NOMBRE QUE LO DICE TODO Mientras
las iglesias celebran "Navidad", los círculos wiccanos y neopaganos
reviven abiertamente "Yule". Para ellos, Yule (del 21 al
23 de diciembre) no es una metáfora; es la celebración directa del solsticio
de invierno: la noche más larga, el momento en que el "Rey
Acebo" (el año viejo, la oscuridad) es vencido por el "Rey
Roble" (el año nuevo, la luz). El centro de su ritual es el renacimiento
del "Dios con Cuernos", una deidad de la naturaleza, la caza y la
fertilidad, que es visto como la personificación del sol recién nacido.
Como explica la escritora y sacerdotisa wiccana Janet Farrar en "The
Witches' God", esta deidad representa "el principio
masculino de la vida, la energía del sol que regresa para fecundar la
tierra". ¿No es esto, en esencia, el mismo núcleo simbólico del Natalis
Solis Invicti romano? La diferencia es que los neopaganos lo reconocen
como un ciclo natural sagrado, mientras que el cristianismo sincrético lo
vistió con nombres bíblicos.
2. LOS ANTEPASADOS DE SANTA: ODÍN, EL JINETE
DEL CIELO INVERNAL la mención de Odín es
crucial. En la tradición nórdica precristiana, durante el Yule (o Jól),
Odín lideraba la "Cacería Salvaje" (Wild Hunt),
una estampida fantasmal a través del cielo invernal. Con su largo abrigo gris,
su sombrero de ala ancha y su larga barba blanca, montaba su caballo de
ocho patas, Sleipnir, visitando a la gente. Los niños dejaban heno
o zanahorias en sus botas para el caballo, esperando que Odín, a
cambio, les dejara dulces o regalos. Esta es la matriz
indudable de la que emergen figuras como Sinterklaas (San
Nicolás holandés) y, por ende, Santa Claus. El estudioso del folclore Ronald
Hutton confirma en "The Stations of the Sun" que "el
Papá Noel moderno hereda directamente atributos de Odín como jinete del cielo
invernal y dador de regalos". Santa Claus no es una invención
cristiana; es Odín bautizado, con su mitra episcopal reemplazando
el sombrero de ala ancha, y sus renos siendo un eco lejano del poderoso
Sleipnir.
3. LAS DADORAS FEMENINAS: BEFANA Y FRAU
PERCHTA, LAS BRUJAS DEL INVIERNO El rol de dar regalos tampoco
fue exclusivo masculino. La Befana italiana es una anciana
bruja que vuela en escoba la noche del 5 al 6 de enero, dejando dulces o carbón
en los calcetines. Su origen se hunde en antiguos ritos romanos de fertilidad y
en figuras de ancianas sabias asociadas al ciclo del año nuevo. Frau
Perchta o Frau Holle, en las regiones germánicas, es aún más reveladora:
una figura dual que, durante los "Doce Días" entre Navidad y
Epifanía, recompensa a los diligentes con monedas de plata en su sopa y
castiga a los perezosos abriéndoles el vientre para rellenarlo con paja o
arrancándoles las entrañas. Como analiza la folklorista Karin E.
Gedge, "Perchta es una supervivencia directa de una diosa
doméstica y de la fertilidad precristiana, cuya festividad fue absorbida por el
ciclo navideño y demonizada como una bruja".
El hecho de que wiccanos celebren Yule y
que antropólogos rastreen a Santa Claus hasta Odín no es una
curiosidad. Es la confirmación desde ambos extremos del espectro
espiritual. Por un lado, los neopaganos reclaman abiertamente su
herencia solsticial, reconociendo en la Navidad una versión cristianizada de su
propia fiesta. Por otro, la investigación histórica desmonta a los íconos
navideños, mostrando sus raíces en dioses y espírites paganos. Ambos caminos
conducen a la misma verdad: lo que se celebra el 25 de diciembre y sus
alrededores no es, en su estructura simbólica y folclórica, el nacimiento
histórico del Mesías bíblico, sino la antigua, poderosa y persistente fiesta
del renacimiento del sol, disfrazada con un pesebre y villancicos. Celebrar
la Navidad es, en la práctica, participar en una versión sincrética de Yule, un
hecho que los propios herederos de Yule reconocen sin ambages.
POR ESO VEMOS QUE LOS WICCANOS MODERNOS Y OTRAS
RELIGIONES NEOPAGANAS A MENUDO TAMBIÉN CELEBRAN YULE EN
LA MISMA VISPERAS DE NAVDAD PORQUE SON EN ESENCIA LOS MISMO, En la mayoría
de las formas de Wicca, se celebra en el solsticio de invierno como el
renacimiento del gran dios cazador con cuernos, que es visto como el sol recién
nacido del solsticio. ALGUNOS CELEBRAN CON SUS AQUELARRES MIENTRAS QUE OTROS
CELEBRAN EN CASA.
Todo el mundo tiene a alguien como Santa Claus. SINTERKLAAS
es la figura holandesa y Odín es el dios nórdico al que se parece Santa. No
fueron solo Papá Noel o los hombres quienes hicieron los obsequios en esos
mitos. También está la leyenda de LA BEFANA, una amable mujer italiana
que deja golosinas para los niños en la lista "Bueno", y la germánica
FRAU HOLLE o FRAU PERCHTA, mientras más se estudia sobre el tema vemos
muchas cosas extrañas relacionadas con esta festividad pagana aquí les presento
algunas de ellas.
KRAMPUS: EL ACOMPAÑANTE OSCURO DE SANTA
Bueno este si es conocido en los últimos años gracias a
Hollywood que lo hizo popular, básicamente el Krampus es el antagonista y
acompañante de santa Claus que sirve como herramienta para fomentar el buen
comportamiento en los niños, Santa da dulces y regalos y Krampus da castigos y
palo. Krampus es el demonio malvado anti-Santa, o tal vez su gemelo malvado. La
imagen del Krampus varía según el país puede parecer un demonio o una bestia
alpina salvaje o simplemente un hombre de color de piel negra. La Noche de
Krampus se celebra el 5 de diciembre, víspera del Día de San Nicolás en Austria
y otras partes de Europa. Las celebraciones públicas de esa noche tienen muchos
Krampus caminando por las calles, buscando gente a la que batir. En los últimos
años, la tradición se ha extendido más allá de Europa, y muchas ciudades de
Estados Unidos ahora tienen sus propias Noches de Krampus.
PARA MAYOR AMPLITUD LEA
NUESTRO ANÁLISIS
KRAMPUS
EL ACOMPAÑANTE OSCURO DE SANTA MITOS LEYENDAS Y PAGANISMO DE LA NAVIDAD
JÓLAKÖTTURINN EL GATO NEGRO DE NAVIDAD – YULE:
EL GATO DE NAVIDAD LA BESTIA QUE DEVORA LA PEREZA
La leyenda del JÓLAKÖTTURINN EL GATO DE
YULE No es la de un buen gato; de hecho, podría comerte, es un caso
fascinante que va más allá del simple "monstruo navideño". Más que un
Cuento, Representa un Mecanismo Social o mecanismo socioeconómico
perfectamente engranado, donde el folclore, la moral y la necesidad
práctica de una comunidad de subsistencia se fusionan en una figura aterradora.
No es solo un cuento para asustar a los niños; es la encarnación de las
consecuencias del fracaso colectivo en un entorno hostil.
"toda leyenda tiene algo de cierto" es acertada
aquí, pero la verdad subyacente no es un gato gigante real, sino la
realidad económica brutal de la Islandia preindustrial. En una
sociedad donde el invierno es largo, oscuro y letal, la preparación durante el
otoño no era una opción, sino una cuestión de supervivencia. Cada
miembro de la familia, incluidos los niños, tenía un papel crucial: esquilar
las ovejas, hilar la lana, tejer y confeccionar la ropa de abrigo para todos
antes de que el Yule (Navidad) cerrara el ciclo laboral del año.
El Jólakötturinn era la personificación del castigo
por no cumplir con ese deber sagrado. La amenaza no era abstracta:
"Si no trabajas, no tendrás regalos". Era visceral y mortal: "Si
no terminas tu trabajo, no tendrás ropa nueva. Y si no tienes ropa nueva, el
Gato de Yule, una bestia monstruosa que deambula por la noche glacial, te
identificará como un holgazán y te devorará". El folclorista Terry
Gunnell, experto en tradiciones nórdicas, explica que esta criatura
funcionaba como un "policía folclórico" que
aseguraba la productividad. La recompensa por el trabajo duro no era un
juguete, sino el elemento más básico para la supervivencia y la dignidad: ropa
de abrigo. El castigo por la pereza era ser consumido, literalmente
convertido en un recurso para la bestia, tal como el holgazán había consumido
los recursos de la comunidad sin contribuir.
La conexión con las prácticas paganas más
antiguas es profunda. El gato, en el folclore nórdico, estaba a
menudo asociado con la DIOSA FREYJA, quien viajaba en un carro
tirado por grandes gatos. Estos felinos simbolizaban fertilidad, pero también
un poder indómito y potencialmente peligroso. El JÓLAKÖTTURINN podría
ser una versión "demonizada" o secularizada de este antiguo
vínculo entre lo felino y lo divino, transformado de un símbolo de
fertilidad en un instrumento de justicia moral invernal. Además, su naturaleza
de criatura que "puede saber" quién ha sido perezoso sugiere
una capacidad sobrenatural de juicio, un eco de las deidades
nórdicas que velaban por el orden y el cumplimiento de los juramentos.
Por lo tanto, el JÓLAKÖTTURINN no es un mero
pariente lejano de KRAMPUS. Es la misma lógica aplicada en un
contexto ecológico y social diferente. Mientras Krampus castiga la mala
conducta moral (ser "travieso"), el Gato de Yule castiga
la falta de contribución económica y el incumplimiento del deber
comunitario. Ambos son garantes de un orden social específico,
utilizando el miedo al monstruo invernal para asegurar la cohesión y la
supervivencia del grupo durante la época más peligrosa del año.
Esta leyenda demuestra que el sincretismo navideño no solo
adoptó dioses y festivales, sino también los profundos mecanismos de
control social paganos, adaptándolos a las necesidades de las nuevas
sociedades cristianizadas. El mensaje final es claro: en el mundo del Yule y la
Navidad sincrética, la bendición (el regalo/la ropa nueva) y la
maldición (el castigo/la muerte) están inextricablemente unidas, y ambas son
administradas por criaturas antiguas que recuerdan un tiempo en el que los
espíritus de la naturaleza exigían tributo. Celebrar esta temporada
es, aunque sea inconscientemente, validar este sistema dual de recompensa y
terror que nada tiene que ver con la gracia inmerecida del evangelio.
Este personaje está ligado a una tradición de Islandia en
la que quienes terminaban todo su trabajo a tiempo recibían ropa nueva para
Navidad, mientras que los perezosos no (aunque esto era principalmente una
amenaza). Para animar a los niños a trabajar duro, los padres contaban la
historia del gato de Yule, diciendo que JÓLAKOTTURINN podía saber
quiénes eran los niños perezosos porque no tenían al menos una nueva prenda de
ropa para Navidad, y estos niños serían sacrificados al gato Yule y así
asustaban a los niños, no sé pero una vez leí que toda leyenda o mito tiene
algo de cierto, es decir que sucedió en realidad de una u otra manera y luego
con el tiempo fue diluido por las leyendas y mitos como un cuento.
FRAU HOLLE O FRAU PERCHTA: LA BRUJA DE
NAVIDAD LA TRANSFORMACIÓN DE UNA DEIDAD EN EL ÁRBITRO DEL CAOS NAVIDEÑO
Los cuentos contados en Alemania y Austria a veces
presentan a UNA BRUJA LLAMADA FRAU PERCHTA O FRAU HOLLE QUE REPARTE
RECOMPENSAS Y CASTIGOS DURANTE LOS 12 DÍAS DE NAVIDAD (del 25 de diciembre
a la Epifanía del 6 de enero). Es mejor conocida por su espantoso castigo a los
pecadores: te arrancará los órganos internos y los reemplazará con basura. La
fea imagen de Perchta puede aparecer en las procesiones navideñas en Austria,
algo así como Krampus, los hermanos Grimm suavizaron la imagen de esta para sus
cuentos y la mencionan como FRAU HOLLE diciendo que es prima de FRAU
PERCHTA.
Se cree que la historia de FRAU HOLLE o FRAU PERCHTA
desciende de una legendaria diosa alpina de la naturaleza, que cuida el bosque
la mayor parte del año y se ocupa de los humanos solo durante la Navidad. En
las celebraciones modernas, FRAU HOLLE o FRAU PERCHTA o un pariente
cercano pueden aparecer en procesiones durante Fastnacht, el festival alpino
justo antes de la Cuaresma. Puede haber alguna conexión entre FRAU PERCHTA
y la bruja italiana LA BEFANA, pero a diferencia de FRAU HOLLE O FRAU
PERCHTA LA BEFANA no da castigos, solo es una bruja fea que deja regalos o
un trozo de carbón a los que no son buenos.
LA FIGURA DE FRAU PERCHTA (también
conocida como FRAU HOLLE en los cuentos suavizados de los
Hermanos Grimm) es, quizás, el arquetipo más complejo y revelador de todos los
personajes oscuros de la Navidad. Ella no es una simple bruja o un demonio; es
la evidencia viviente del proceso de demonización que
sufrieron las antiguas deidades femeninas de la naturaleza al ser absorbidas
por el cristianismo medieval y su calendario festivo. Su historia es
un viaje desde el panteón pagano hasta el folclore cristianizado, y su función
durante los "Doce Días de Navidad" (del 25 de
diciembre al 6 de enero) descubre el verdadero carácter de este periodo.
1. ORIGEN DE LA DIOSA PERCHTA, LA "DAMA
BRILLANTE" Los estudiosos del folclore, como la
investigadora Karin E. Gedge, señalan que el nombre "Perchta"
deriva del antiguo alto alemán "peraht", que
significa "brillante" o "la
iluminada". Antes de su conversión en bruja, era una diosa
doméstica y de la fertilidad en las regiones alpinas, asociada a la
hilandería, el cuidado del hogar y el ciclo de las estaciones. Se la imaginaba
como una bella mujer de cabello blanco, a veces con un pie de cisne
(símbolo de su conexión con otros reinos), que velaba por el orden de la casa y
la naturaleza. Su época de mayor actividad coincidía con el solsticio de
invierno, el momento de mayor oscuridad y, por tanto, de mayor poder para los
espíritus liminales.
2. DEMONIZACIÓN CRISTIANA: DE DIOSA A BRUJA
CANÍBAL Con la cristianización, esta poderosa deidad femenina no pudo
ser asimilada fácilmente como un santo. En cambio, fue transformada en
una amenaza. Su aspecto se volvió grotesco: una anciana desgreñada con
nariz ganchuda y un pie deforme. Su función moral se exageró hasta lo sádico.
Durante los RAUHNÄCHTE "NOCHES ÁSPERAS" O
"NOCHES DE LOS ESPÍRITUS", que corresponden a los Doce Días,
Perchta recorría los hogares. Su juicio ya no era sobre la fertilidad, sino
sobre la observancia de las tablas y las normas sociales cristianizadas:
- PARA
LOS DILIGENTES Y PIADOSOS (quienes habían
terminado su hilado, ayunado cuando correspondía y mantenido la casa
limpia), dejaba una moneda de plata en su zapato o en la olla de
gachas.
- PARA
LOS PEREZOSOS, GLOTONES O QUE VIOLABAN LAS PROHIBICIONES (como
hilar durante las fiestas), ejecutaba su castigo legendario: les
abría el vientre, les arrancaba las entrañas y las reemplazaba con paja,
piedras o basura. Este acto de violación corporal no es un mero
susto; es una alegoría del juicio espiritual: el interior
pecaminoso e inútil es reemplazado por desechos, una condena a la vacuidad
eterna.
3. CONEXIÓN CON LA BEFANA Y LOS DOCE DÍAS: EL
TIEMPO FUERA DEL TIEMPO el posible vínculo con la Befana italiana
es clave. Ambas son figuras femeninas ancianas que actúan en el mismo período
liminal (la Epifanía). La diferencia (Befana da carbón, Perchta da muerte)
muestra dos resultados del mismo proceso de sincretismo: en el sur, la figura
se suavizó; en los Alpes, se hizo más oscura. Los Doce Días no
son una extensión casual de la Navidad. En el folclore centroeuropeo, es
un "tiempo fuera del tiempo", cuando el velo entre mundos
es delgado, el sol está "detenido" y los espíritus antiguos,
como Perchta, reclaman su derecho a deambular y juzgar. La Iglesia no
pudo abolir esta creencia, así que circunscribió el poder de la diosa a
este periodo y la convirtió en un policía de la moral cristiana.
4. LOS HERMANOS GRIMM Y LA DOMESTICACIÓN DE
HOLLE La versión FRAU HOLLE de los Grimm es un
intento literario del siglo XIX de rescatar la figura para un público burgués,
blanqueando su origen pagano y su violencia. En su cuento, es una diosa
del clima (hace nevar cuando sacude sus almohadas) que recompensa a la
buena niña y castiga a la perezosa, pero sin el desmembramiento. Esta
"prima buena" es, de hecho, la misma entidad despojada de sus rasgos
más terroríficos y antiguos.
FRAU PERCHTA/HOLLE es la
prueba definitiva de que la Navidad y su período asociado son el reino
de los espíritus precristianos domesticados. Ella es la antigua
diosa de la tierra, reducida a ser la celadora de las normas navideñas, cuyo
juicio refleja una moralidad híbrida: parte ética cristiana, parte superstición
pagana sobre el trabajo y el orden. Su presencia demuestra que celebrar los
Doce Días no es celebrar la natividad bíblica, sino transitar
voluntariamente por un tiempo sagrado pagano, donde una deidad
demonizada aún ejerce su jurisdicción sobre la conducta humana. Es el
sincretismo hecho carne (y despojado de ella).
BELSNICKEL EL ACOMPAÑANTE DE SANTA: EL
JUSTICIERO ANDRAJOSO DEL UMBRAL NAVIDEÑO
BELSNICKEL es un personaje
masculino de la tradición del suroeste de Alemania que viajó a los Estados
Unidos y sobrevive en las costumbres holandesas de Pensilvania. Viene a los
niños en algún momento antes de Navidad, vestido con ropa vieja hecha jirones y
pelaje andrajoso. BELSNICKEL lleva un interruptor para asustar a los
niños y dulces para recompensarlos por su buen comportamiento. En las visitas
modernas, el interruptor solo se usa para el ruido y para advertir a los niños
que todavía tienen tiempo para ser buenos antes de Navidad. Entonces todos los
niños reciben dulces, si son educados al respecto. El nombre BELSNICKEL es
un acrónimo del alemán belzen (que significa golpear) y níquel de San Nicolás,
Dos personajes similares del folclore alemán son KNECHT RUPRECHT y RU
KLAAS que dan palizas a los niños malos, dejando que San Nicolás recompense
a los niños buenos con regalos.
LA FIGURA DEL BELSNICKEL es
un fascinante caso de folclore migratorio y adaptación cultural que
encapsula la esencia pragmática del sincretismo navideño germánico. A
diferencia de Krampus, cuya imagen es monstruosa y sobrenatural, Belsnickel
opera en un espacio más terrenal y psicológico. No es un demonio, sino un hombre
liminal—un intermediario entre el mundo ordenado de la comunidad y el caos
potencial del invierno y la desobediencia. Su supervivencia en las
comunidades "holandesas de Pensilvania" (en realidad, Pennsylvania
Dutch, descendientes de inmigrantes alemanes y suizos) es un testimonio
vivo de cómo estas tradiciones pagano-cristianas cruzaron el océano y se
aferraron a la identidad de un pueblo.
1. ETIMOLOGÍA Y FUNCIÓN: LA DUALIDAD EN EL
NOMBRE Y EN EL ACTO su nombre es clave ya que es una contracción
del alemán "belzen" (pegar, golpear) y "Nickel" (diminutivo
de Nikolaus, San Nicolás). Es, literalmente, "el Nicolas que
golpea". Esta dualidad está grabada en su misma esencia: es el brazo
ejecutor del santo benevolente. Mientras San Nicolás (o el Christkindl,
el Niño Cristo, en algunas tradiciones) representa la gracia final y la
recompensa, Belsnickel personifica la ley, la advertencia y el
proceso de evaluación. Su visita no es la noche de la entrega de regalos,
sino "en algún momento antes de Navidad", durante el
Adviento. Su rol es de preparación y amonestación, recordando que
el juicio final (la llegada de los regalos o el carbón) está próximo.
2. APARIENCIA Y SIMBOLISMO: EL HOMBRE SALVAJE
DOMESTICADO Su vestimenta es profundamente
simbólica: ropa vieja hecha jirones y pieles andrajosas. Este
atuendo no es de pobreza, sino de liminalidad y conexión con lo salvaje.
Evoca la figura del "Hombre Salvaje" (Wilder Mann),
un arquetipo del folclore centroeuropeo que representa el estado natural,
precivilizado y a menudo peligroso del hombre. Belsnickel es este "Hombre
Salvaje" puesto al servicio del orden social cristiano. Lleva consigo
las herramientas de su oficio: el "interruptor" o
vara (Rute), símbolo de castigo y poda (para cortar el mal
comportamiento), y la bolsa de dulces, símbolo del dulce fruto de
la obediencia. Su aspecto desaliñado y su olor a bosque y tierra lo separan de
la pulcra respetabilidad de la vida en la aldea, marcándolo como un visitante
de un reino distinto, el reino de la autoridad antigua y temible.
3. CONTEXTO FAMILIAR: KNECHT RUPRECHT Y RU
KLAAS Belsnickel no está solo. Es parte de una familia
de acompañantes sombríos en el mundo germánico. Knecht
Ruprecht ("Sirviente Ruprecht") es su pariente más directo,
a menudo descrito como un ayudante de San Nicolás con cara ennegrecida (¿por el
hollín de las chimeneas o por asociación simbólica con el diablo?), que carga
una bolsa de cenizas o un saco para llevarse a los niños malos. Ru
Klaas (una variante regional) cumple una función similar. Todos
comparten la misma misión: ser el contrapeso necesario a la generosidad
incondicional, encarnando la antigua creencia de que todo don debe ser merecido
y que el desorden (la travesura) debe ser purgado antes de la renovación
festiva (la Navidad). El folclorista Stephen Nissenbaum,
en "The Battle for Christmas", explica que estas figuras
servían para "domesticar" la festividad, inyectando una
dosis de moralidad y control adulto en una temporada que, en sus orígenes
paganos como la Saturnalia, estaba dedicada a la inversión del orden y el
libertinaje.
4. ADAPTACIÓN MODERNA Y SIGNIFICADO Es
revelador que, en las visitas modernas, "el interruptor solo se
usa para el ruido". Esto muestra el proceso de suavización del
folclore, donde el miedo real se convierte en teatro, y la amenaza en
advertencia. Sin embargo, la estructura psicológica persiste: primero viene la
prueba (el susto, el interrogatorio de Belsnickel), luego la recompensa (el
dulce), siempre condicionada a un comportamiento educado. Es un
rito de paso menor que prepara a los niños para el gran evento.
Belsnickel es la encarnación de la moralidad
condicional del sincretismo navideño. Representa la vieja ley del
"ojo por ojo" y la reciprocidad estricta, vestida con harapos
folclóricos e injertada en la narrativa cristiana de San Nicolás. Su presencia
demuestra que el sistema de premio/castigo de la Navidad no es un simple
recurso pedagógico, sino la supervivencia de un marco espiritual pagano
y premoderno, donde las fuerzas de la naturaleza (el Hombre Salvaje) son
contratadas para hacer cumplir las normas de la comunidad y de la Iglesia.
Celebrar con Belsnickel es validar una visión del mundo donde la bondad no es
un fruto del espíritu, sino una moneda de cambio para comprar dulces y
evitar la vara.
HANS TRAPP: LA LEYENDA NEGRA Y EL
PECADOR CONDENADO COMO ESPECTRO NAVIDEÑO
EL HOMBRE QUE SE CONVIRTIÓ EN MONSTRUO – ESPANTAPÁJAROS
VIVIENTE: CUANDO LA HISTORIA SE TRANSFORMA EN ADVERTENCIA MORAL – TEOLOGÍA
DEL CASTIGO DIVINO
HANS TRAPP ES OTRO "ANTI-SANTA" que
castiga a los niños malos en las regiones francesas de Alsacia y Lorena. La
leyenda dice que Trapp era un hombre de verdad, un hombre rico, codicioso y
malvado, que adoraba a Satanás y fue excomulgado de la Iglesia Católica. Fue
exiliado al bosque donde se aprovechó de los niños, disfrazado de
espantapájaros con paja que sobresalía de su ropa. Estaba a punto de comerse a
un niño que capturó cuando fue alcanzado por un rayo y lo mató, un castigo de D-os.
Aun así, visita a los niños pequeños antes de Navidad, disfrazado de
espantapájaros, para asustarlos y que se porten bien.
LA LEYENDA DE HANS TRAPP – HANSTRAPP es
única dentro del panteón de figuras aterradoras navideñas. A diferencia de
Krampus (un demonio), Perchta (una diosa transformada) o Belsnickel (un
sirviente folclórico), Hans Trapp se presenta explícitamente como un SER
HUMANO HISTÓRICO CONDENADO, CUYA MALDAD FUE TAN EXTREMA QUE TRASCENDIÓ LA
MUERTE Y LO RECONVIRTIÓ EN UN ESPÍRITU PUNITIVO. Esta narrativa no es
puro mito; es una leyenda etiológica cristianizada que sirve
para explicar y justificar la presencia de un terror específico en el paisaje
cultural de Alsacia y Lorena, regiones con una historia profundamente marcada
por el conflicto religioso entre el protestantismo y el catolicismo.
1. LA BASE HISTÓRICA PROBABLE: UN RICO
TERRATENIENTE Y SU MALA FAMA Los estudiosos del folclore,
como Claude Lecouteux en su obra sobre leyendas medievales,
sugieren que la figura de Hans Trapp podría estar vagamente inspirada en
un terrateniente alemán o alsaciano real del siglo XVI o XVII,
conocido por su avaricia, su dureza con los campesinos y su posible simpatía
por la Reforma Protestante en una región católica (o viceversa). En la
mentalidad popular premoderna, la riqueza extrema unida a la falta de caridad
era a menudo interpretada como evidencia de un pacto con el diablo.
Su "excomunión" en la leyenda puede reflejar un conflicto real con
las autoridades eclesiásticas, magnificado por la tradición oral.
2. LA SIMBOLOGÍA DEL ESPANTAPÁJAROS: EL HOMBRE
VACÍO DE HUMANIDAD Su disfraz de ESPANTAPÁJAROS (épouvantail)
es cargado de significado. El espantapájaros es un simulacro de hombre,
hueco por dentro, relleno de paja. Es la imagen perfecta para representar a
un hombre que, habiendo adorado a Satanás y rechazado a Dios, perdió su
alma y su humanidad. La paja que sobresale de su ropa no es un adorno; es
la manifestación visual de su vacuidad espiritual. Mientras un
santo estaría lleno del Espíritu, Trapp está lleno de desecho agrícola, de
materia inerte. Es "el hombre de paja" en el sentido
más literal y moral: una apariencia aterradora que esconde una absoluta
nulidad. Este disfraz también lo conecta con la tierra y el bosque, el dominio
del exiliado y el forajido, lejos de la comunidad y la gracia.
- CODICIA (Avaritia):
Hombre rico y avaro.
- HEREJÍA/IDOLATRÍA (Superbia):
Adora a Satanás, rechazando a Dios.
- VIOLENCIA/GULA (Ira,
Gula): Se aprovecha y intenta comer niños.
EL CASTIGO ES IGUALMENTE BÍBLICO Y DRAMÁTICO: un rayo.
En las Escrituras, el rayo es un instrumento del juicio divino (e.g., Job
36:32, Salmo 144:6). Que lo fulmine justo cuando iba a cometer el acto supremo
de maldad (el canibalismo infantil) refuerza la lección: Dios
interviene para castigar al malvado y proteger al inocente, pero su justicia es
temible. Sin embargo, el folclore agrega un giro siniestro: ni
siquiera la muerte redime a Trapp. Su condena es eterna y activa.
Se convierte en un espectro condenado a repetir su rol de predador,
pero ahora restringido por el poder divino a solo asustar a
los niños para que "se porten bien". Es una paradoja
teológica popular: un condenado sirviendo involuntariamente a la causa de
la moralidad.
4. FUNCIÓN DENTRO DEL SINCRONISMO NAVIDEÑO: EL
PODER DEL MIEDO AL APOSTATA Hans Trapp cumple una función similar a
Belsnickel o Krampus, pero con un matiz teológico más crudo. Él no es un
sirviente o un acompañante; es la encarnación del destino final del
pecador impenitente. Su leyenda sirve como una advertencia
escalofriante no solo sobre portarse mal, sino sobre el alejamiento de la fe y
la Iglesia. En una región de frontera cultural y religiosa como Alsacia, la
figura del rico excomulgado que adora a Satanás pudo haber sido un instrumento
eficaz para reforzar la ortodoxia y la cohesión comunitaria frente a
"amenazas" externas o disidencias internas.
HANS TRAPP es el eslabón más
explícitamente "cristiano" y moralizante en la
cadena de monstruos navideños. No representa un espíritu pagano antiguo,
sino la deformación monstruosa de un alma humana por el pecado,
castigada por Dios y reciclada por el folclore como herramienta de control. Su
presencia en la Navidad demuestra cómo la festividad absorbió no solo dioses y
rituales paganos, sino también las más oscuras leyendas moralizantes
del cristianismo popular medieval, donde el miedo al infierno y al castigo
divino se personificaba en espectros locales. Celebrar en una región con esta
tradición es, inconscientemente, evocar el fantasma de un apóstata para asustar
a los niños hacia la obediencia, una práctica que refleja una visión de la fe
basada más en el terror al castigo que en el amor al bien.
PÈRE FOUETTARD: EL ASESINO REDIMIDO COMO
VERDUGO DEL SANTO
EL SACRIFICIO INFANTIL, LA RESURRECCIÓN Y LA JUSTICIA RESTAURADORA
La leyenda francesa de Père Fouettard, cuyo nombre se
traduce como "Padre Whipper", comienza con un carnicero malvado que
ansiaba que los niños comieran. Él (o su esposa) atrajo a tres niños a su
carnicería, donde los mató, cortó y sacó. San Nicolás vino al rescate, resucitó
a los niños y tomó la custodia del carnicero. El carnicero cautivo se convirtió
en Père Fouettard, el sirviente de San Nicolás cuyo trabajo es castigar a los
niños malos en el Día de San Nicolás.
La leyenda del PÈRE FOUETTARD "PADRE
AZOTADOR" O "PADRE LÁTIGO" no es solo un cuento folclórico
más; es una mini-hagiografía de horror y redención forzada que
encapsula varios niveles del sincretismo cristiano medieval. A diferencia de
figuras como Hans Trapp (un pecador condenado) o Belsnickel (un sirviente
folclórico), Père Fouettard tiene una historia de origen explícitamente
cristiana y milagrosa, directamente vinculada a San Nicolás, lo que hace su
naturaleza sádica aún más reveladora de la mentalidad religiosa de la época.
1. LA LEYENDA CENTRAL: UN CRIMEN ATROZ Y LA
INTERVENCIÓN MILAGROSA La historia base que describes es
fundamental. Sus raíces se remontan a una de las leyendas más famosas de San
Nicolás, documentada desde la Edad Media. En ella, un carnicero o
posadero malvado (a veces posadero) asesina a tres niños ricos (o
jóvenes estudiantes) que se alojan en su negocio, los descuartiza y los
pone en salmuera (a veces en un barril) con la intención de vender su
carne. San Nicolás, advertido por una visión o por su intuición santa, se
presenta en el lugar, descubre el crimen y, con un gesto de su mano o una
oración, resucita a los niños intactos. Este milagro es uno de los
atributos más antiguos del santo y aparece en numerosas vidrieras y reliquarios
medievales.
2. LA TRANSFORMACIÓN EN PÈRE FOUETTARD: LA
JUSTICIA POÉTICA COMO SERVIDUMBRE ETERNA El folclore posterior,
particularmente en las regiones de Lorena y norte de Francia, añadió un epílogo
punitivo y simbiótico. El carnicero, capturado por el santo, no es
ejecutado por la justicia humana. En su lugar, San Nicolás impone una sentencia
sobrenatural de penitencia activa: el asesino debe convertirse en el esclavo
perpetuo del santo, acompañándolo en sus rondas anuales. Su castigo
es revivir simbólicamente su crimen cada año, pero ahora como
una inversión redentora: en lugar de matar niños, los azota (fouetter)
como castigo por su mal comportamiento. Lleva un haz de varas (birch
rod) o, a veces, unas tenazas, y su rostro suele estar tiznado de negro
(¿por el hollín del infierno o de su propia forja moral?).
3. SIMBOLOGÍA Y FUNCIÓN TEOLÓGICA: EL
EX-DEMONIO DOMESTICADO
- EL
CARNICERO: Representa la violencia, la
avaricia y la blasfemia contra la inocencia. Es la encarnación de los
peligros del mundo secular y sin ley.
- SAN
NICOLÁS: Encarna la gracia milagrosa, el
poder de resurrección y la autoridad eclesiástica que restaura el
orden.
- LA
RELACIÓN: Père Fouettard es la personificación
del Mal vencido y puesto al servicio del Bien. Es un recordatorio
dramático de que, en la cosmovisión medieval, el demonio y sus
agentes humanos son reales, pero están subordinados al poder de los santos
y de la Iglesia. Su servidumbre es una lección viva de la
jerarquía cósmica: Dios/Santos > Demonios/Pecadores.
- CONTRASTE
CON ZWARTE PIET: En los Países Bajos, el compañero de San
Nicolás es Zwarte Piet ("Pedro el Negro"), cuya
cara negra originalmente también podía representar al diablo o a un moro
demonizado, pero cuya historia no suele incluir el canibalismo. Père
Fouettard es una versión más oscura y explícitamente criminal de
este arquetipo.
4. CONEXIÓN CON LOS RITOS DEL INVIERNO: MÁS
ALLÁ DE LA HAGIOGRAFÍA: Aunque su leyenda es cristiana, su
función se fusiona con ritos más antiguos. Su visita el 5/6 de diciembre
(víspera y día de San Nicolás) coincide con un momento de transición
invernal. El azote que administra no es solo un castigo
moral; en el pensamiento simbólico antiguo, el golpe ritual podía tener
un propósito apotropaico (alejar la mala suerte) y de fertilidad (estimular
la vida, como se golpean los árboles frutales). Así, el criminal cristiano
termina realizando, inconscientemente, un rito pagano de renovación
invernal bajo la supervisión de un santo.
Père Fouettard es la prueba de que el sincretismo navideño
no solo recicló dioses paganos, sino que también reconfiguró las
propias leyendas cristianas para crear instrumentos de terror moral. Es
una figura que muestra la santidad y el milagro trabajando codo a codo
con el castigo físico y el miedo. Su leyenda enseña que la gracia (la
resurrección de los niños) no anula la justicia retributiva, sino que la canaliza
en una forma de servidumbre eterna. Celebrar la fiesta de San Nicolás con
su "ayudante" es, por tanto, celebrar una teología donde la salvación
y el látigo son las dos caras de la misma moneda de autoridad eclesiástica, muy
alejada del evangelio de gracia y redención interior.
LOS JÓLASVEINAR LOS MUCHACHOS DE YULE: DE TROLLS MALÉVOLOS A
DUENDES REGALADORES DE NAVIDAD
LA EVOLUCIÓN DESDE EL TERROR AL CONSUMO
LOS JÓLASVEINAR, O YULE LADS, SON 13 TROLLS
ISLANDESES, cada uno de los cuales tiene un nombre y una personalidad
distinta. En la antigüedad, robaban cosas y causaban problemas en la época
navideña, por lo que se usaban para asustar a los niños para que se
comportaran, como el gato de Yule. Sin embargo, el siglo XX trajo historias de
la benevolente figura noruega JULENISSE (Santa Claus), que traía regalos
a los buenos niños. Las tradiciones se mezclaron, hasta que el antes diabólico
Jólasveinar tuvo la amabilidad de dejar regalos en los zapatos que los niños
dejan fuera ... sí son buenos niños y niñas, claro.
La historia de los JÓLASVEINAR (o "MUCHACHOS
DE YULE") es, quizás, el ejemplo más claro y documentado de la transformación
radical y la domesticación comercial de una tradición pagana aterradora. No
son una sola figura, sino un panteón completo de 13 trolls, cada
uno con nombre, personalidad y una travesura específica (como
"Cuchara-Lamón" que roba cucharas, o "Mirón" que espía por
las ventanas). Su evolución desde espíritus temibles a duendes benignos es
un mapa perfecto de cómo el sincretismo navideño no es estático, sino
un proceso continuo de negociación cultural, que en el siglo XX fue
finalmente dominado por el consumismo y la imagen globalizada de Santa Claus.
1. ORIGEN: LOS HIJOS DE GRÝLA Y EL TERROR
INVERNAL Los Jólasveinar no operaban solos. Eran, según la
tradición islandesa antigua, los 13 hijos de Grýla, la ogresa
caníbal, y su tercer marido, el perezoso Leppalúði. Originalmente,
su número e identidades eran variables, pero siempre eran criaturas
peligrosas y molestas que bajaban de las montañas uno por uno durante los 13
días previos a la Navidad (Yule). No traían regalos; traían caos.
Robaban comida, asustaban al ganado, golpeaban puertas y, en algunas versiones,
secuestraban a niños desobedientes para que su madre se los comiera. Como
explica el folclorista Terry Gunnell, profesor de estudios
folclóricos en la Universidad de Islandia, estas figuras eran "manifestaciones
personificadas de los peligros y las dificultades del invierno islandés",
utilizadas para asustar a los niños y asegurar que se mantuvieran en casa y se
comportaran durante la estación más peligrosa.
2. EL PUNTO DE INFLEXIÓN: LA COLONIZACIÓN
CULTURAL DE SANTA CLAUS La transformación comenzó en serio en
el siglo XX, impulsada por varios factores:
- Influencia
danesa/noruega: La figura del "Julenisse" (duende
de Navidad noruego/danés), una criatura doméstica y en principio más
benigna que traía regalos, empezó a influir en la imaginación islandesa.
- Comercialización
y Presión Global: La imagen masiva de Santa
Claus (Papá Noel) estadounidense, promovida por Coca-Cola y el
cine, llegó a Islandia. Para competir con este icono extranjero y
"moderno", y para hacer la festividad más atractiva para los
niños (y para el comercio), se inició un lavado de cara
sistemático de los Jólasveinar.
- Reinvención
Literaria: Autores y medios islandeses,
empezando a mediados del siglo XX, reescribieron su historia. Dejaron
de ser temibles trolls para convertirse en duendes traviesos, pero de buen
corazón. Lo más significativo: se invirtió su ritual. En
lugar de bajar de las montañas a molestar, ahora suben
a las casas, dejan pequeños regalos en los zapatos que los niños dejan en
la ventana durante los 13 días antes de Navidad, y se llevan las golosinas
que los niños les ofrecen (un claro paralelo con la leche y
galletas para Santa).
3. EL SINCRETISMO FINAL: UN HÍBRIDO DE MIEDO Y
CONSUMO El resultado es un híbrido sincrético de tercera
generación:
- Mantienen
sus nombres y personalidades antiguas y aterradoras (provenientes
del folclore de miedo invernal).
- Pero
ahora realizan el ritual moderno de entrega de regalos (proveniente
del Santa Claus comercial y del Julenisse).
- Su
madre, Grýla, y el Gato de Yule, Jólakötturinn, se mantuvieron como la
"amenaza de reserva" para los que no
reciben regalos, preservando un residuo del antiguo sistema de miedo.
4. LA VICTORIA DEL CONSUMO SOBRE EL MIEDO
ARCAICO Esta evolución demuestra que el sincretismo navideño no
tiene un "estado puro" final. Es un campo de batalla cultural.
En Islandia, las antiguas deidades del miedo invernal (los trolls)
fueron literalmente reclutadas y reformateadas para servir a la nueva religión
global: el consumismo navideño. Su poder ancestral fue domesticado y
redirigido: en lugar de infundir miedo a la oscuridad y al invierno,
ahora infunden el deseo de consumo (los regalos) y la ansiedad por ser
incluido en el ritual (¿me porté bien para que me dejen algo?).
Los Jólasveinar son el testimonio vivo de cómo una
tradición pagana aterradora puede ser completamente reinventada para
caber en el molde comercial de la Navidad moderna, pero sin poder desprenderse
por completo de su oscuro linaje. Celebrarlos hoy no es conectarse con
un antiguo Yule, sino participar en una tradición inventada
recientemente que usa nombres antiguos para vender una experiencia
navideña "auténtica" y local, mientras sirve a los mismos intereses
comerciales que Santa Claus. Es la prueba de que el "gran engaño
pagano" se ha actualizado en el "gran engaño
comercial", donde hasta los trolls caníbales terminan trabajando como
repartidores de regalos.
GRÝLA: LA MADRE DE LOS 13 TROLES DE
NAVIDAD Y MADRE DEL TERROR INVERNAL
EL ARQUETIPO DE LA DEVORADORA: CUANDO EL MIEDO A LA HAMBRUNA SE HACE
PERSONA
TODOS LOS MUCHACHOS DE YULE LOS 13 TROLS
RESPONDEN A GRÝLA, SU MADRE. Es anterior a los Yule Lads en la
leyenda islandesa como la ogresa que secuestra, cocina y come a los niños que
no obedecen a sus padres. Solo se asoció con la Navidad en el siglo XVII,
cuando fue asignada para ser la madre de los Yule Lads. Según la leyenda, Grýla
tuvo tres maridos diferentes y 72 hijos, todos los cuales causaron problemas
que iban desde travesuras inofensivas hasta asesinatos. Como si la casa no
estuviera lo suficientemente llena, el gato de Yule también vive con Grýla.
Esta madre ogro es tan problemática que The Onion la culpó por la erupción del
volcán Eyjafjallajöull en 2010.
Grýla no es un simple monstruo
navideño más; es la matriarca arquetípica, la fuente primordial de
donde emanan todas las demás figuras de miedo del Yule islandés. Su
figura es anterior al cristianismo en la isla y representa algo mucho más
profundo y primitivo que la simple desobediencia: el miedo atávico al
hambre, al canibalismo y al invierno implacable que devora a los débiles. Su
asociación con la Navidad en el siglo XVII es un ejemplo tardío de sincretismo,
donde una entidad del folclore general fue reclutada y puesta al mando
del nuevo "ejército" de terror navideño.
1. ORÍGENES PRE-CRISTIANOS: LA GIGANTA DEL
HAMBRE Y LA FRIALDAD Las primeras menciones de Grýla en sagas
medievales (como la Saga de Grettir, siglo XIV) no la vinculan a la
Navidad. Se la describe como una giganta terrible, a veces con
múltiples cabezas, colas de gato y orejas de cerdo, que vive en las
montañas y caza humanos, especialmente niños, para devorarlos. Los
estudiosos, como la folklorista Michele Hayeur Smith, sugieren que
Grýla personificaba los peligros reales del invierno islandés: el
aislamiento, la hambruna y el límite muy delgado entre la supervivencia
y el canibalismo en una sociedad agraria de subsistencia. Era un cuento
de advertencia ecológica: adéntrate demasiado en la montaña en invierno, o
desafía el orden familiar, y la "devoradora" te atrapará.
2. DOMESTICACIÓN CRISTIANA Y REASIGNACIÓN
NAVIDEÑA Fue en la Islandia cristiana de los siglos XVII y
XVIII, un periodo particularmente duro de hambrunas y erupciones
volcánicas, cuando la Iglesia y la cultura popular recontextualizaron a
Grýla. Para fortalecer la autoridad paterna y eclesiástica en un entorno
hostil, se le asignó un nuevo rol: ya no era una amenaza general del paisaje,
sino una herramienta específica de moralización navideña. Se
le dio una familia monstruosa (los Jólasveinar y el
Jólakötturinn) y se la puso al servicio de un mensaje claro: la desobediencia
a los padres y la pereza (no hilar la lana para el gato) te convierten
en la cena de Grýla. Su canibalismo se moralizó, pasando de ser un símbolo de
hambruna a un castigo ejemplar por la transgresión social.
3. SIMBOLOGÍA DE SU CAÓTICO HOGAR: UN
MICROCOSMOS DEL DESORDEN Su descripción familiar es una alegoría
del caos:
- Tres
maridos y 72 hijos: Simboliza fertilidad
monstruosa y uniones antinaturales. Es la anti-familia, el reverso del
orden doméstico cristiano.
- Hijos
que van "desde travesuras inofensivas hasta asesinatos":
Representa el espectro completo del mal, desde la molestia
menor hasta el crimen absoluto, todo emanando de una misma fuente.
- El
Gato de Yule como mascota: Une a la devoradora de
niños con el devorador de perezosos, creando un círculo completo
de terror doméstico.
4. PODER DURADERO Y RECONOCIMIENTO MODERNO El
hecho de que la sátira moderna (como The Onion) la culpase
humorísticamente de una erupción volcánica en 2010 demuestra su vigencia
profunda en la psique islandesa. No es un personaje olvidado; es
una fuerza telúrica y cultural a la que se recurre
instintivamente para personificar el desastre. Esto confirma que, a pesar de la
domesticación navideña, Grýla nunca perdió por completo su estatus de entidad
primigenia y poderosa, más cercana a una fuerza de la naturaleza que a un
mero duende.
Grýla es la piedra angular
de todo el sistema de terror navideño islandés. Su historia muestra el
proceso sincretista en su forma más cruda: una deidad/espíritu
precristiano del miedo y el hambre fue capturada por la narrativa cristiana,
puesta al frente de un nuevo panteón de monstruos estacionales y usada para
inculcar obediencia. Pero su poder residual es tan grande que
trasciende su rol navideño. Celebrar las tradiciones de los Jólasveinar y el
Jólakötturinn es, en última instancia, rendir tributo a su temible
madre, la ogresa que recuerda que bajo el barniz de luces y regalos, la Navidad
(Yule) siempre fue, en su esencia más profunda, una negociación con las fuerzas
oscuras del invierno que pueden devorarte si bajas la guardia. Ella es
el recordatorio final de que estas "tradiciones encantadoras" están
construidas sobre un abismo de miedo ancestral.
LOS PURITANOS Y LA MEMORIA PERDIDA:
CUANDO SE BUSCABA LA VERDAD
LA RESISTENCIA HISTÓRICA Y SU DERROTA ANTE LA NOSTALGIA PAGANA EL TRIUNFO
FINAL DEL SINCRETISMO
Cabe señalar que la primera instancia de una negación a no
practicar la Navidad por considerarla una fiesta pagana, se remonta a los
puritanos a mediados del siglo XVII. Obviamente al estar más cercano a esos
tiempos ellos, sabían que todas estas cosas, la fecha, las tradiciones, eran
ideas paganas. Por eso los puritanos prohibieron la Navidad durante 20 años en
Estados Unidos antes de que la celebración se volviera demasiado popular, Pero
como la mente y los deseos del ser humano débiles y proclive a extrañar o
añorar viejas creencias del pasado tal como cuando la mujer de Lot miro hacia
atrás recordando todo lo que había dejado atrás en Sodoma y Gomorra, no tardó
mucho en que se volviera a las viejas prácticas paganas impulsadas claro está
con la publicidad del consumismo que se suele incrementar por esas fechas donde
todos sale como desquiciados a comprar cualquier cosa para innecesaria, y es
algo ridículo y contradictorio porque muchos de estos quieren un mundo que se
preocupe más por la sobre explotación de los recursos naturales pero cuando
llegan sus fiestas paganas se olvidan de todo y salen a consumir de más, en fin
el mundo de los locos incongruentes.
LOS PURITANOS es
un punto crítico, a menudo omitido, que confirma desde dentro de la historia
cristiana occidental el origen pagano de la Navidad. Los puritanos
(y otros grupos reformados radicales como los presbiterianos escoceses y
algunos anabautistas) no eran ateos ni enemigos externos; eran cristianos
fervientes que, basándose en un riguroso principio de sola scriptura (solo
la Escritura) y un rechazo a la "superstición papista", llegaron a la
única conclusión bíblica e históricamente coherente: la Navidad era una fiesta
ilegítima.
1. LA PROHIBICIÓN PURITANA: Un Juicio Basado en
la Historia y la Biblia En la Inglaterra del siglo XVII y en las
colonias americanas (especialmente en la Massachusetts Bay Colony),
los puritanos prohibieron oficialmente la celebración de la Navidad.
Sus argumentos, expuestos por ministros como Increase Mather en
1687, eran claros:
- No
hay mandato bíblico: Las Escrituras no ordenan
celebrar el nacimiento de Cristo, sino su muerte y resurrección.
- Origen
pagano demostrado: Reconocían abiertamente que la
fecha del 25 de diciembre era la "vieja fiesta pagana del
solsticio" en honor a Saturno y al Sol Invicto.
- Corrupción
moral: Asociaban las celebraciones
navideñas con la borrachera, el desorden, los juegos de azar y la
ociosidad heredadas de la Saturnalia, lo que consideraban
una "profanación" del nombre de Cristo.
El Parlamento inglés bajo Cromwell la prohibió en 1647, y
en Massachusetts la prohibición se mantuvo desde 1659 hasta 1681. Esta fue
la últ vez que una autoridad cristiana institucional, armada con un
conocimiento histórico aún fresco, intentó erradicar la festividad por sus
raíces paganas.
2. LA DERROTA Y EL REGRESO DE LA NOSTALGIA
PAGANA Como bien señalas con la poderosa analogía de "la
mujer de Lot", la prohibición fracasó porque chocó contra un muro más
fuerte que la doctrina: la nostalgia humana y el apego a los ritos
estacionales. El pueblo, tanto en Inglaterra como en América, extrañaba
las festividades. Presionó, celebró en secreto y, una vez relajadas
las leyes, abrazó con más fuerza que nunca las viejas costumbres. Este es un
patrón bíblico profundo: el regreso a Egipto (Números 11:5), el llanto por los
"pepinos" de la esclavitud pagana. La mente humana, débil y
afectiva, prefiere la esclavitud familiar a la libertad exigente.
3. LA ALIANZA FINAL: SINCRETISMO + CONSUMISMO El
regreso de la Navidad en el siglo XVIII y su explosión en el XIX no fue un
retorno al "cristianismo puro". Fue la fase final del
sincretismo, ahora aliado con una fuerza nueva y avasalladora: el capitalismo
industrial y el consumismo. Como documenta el historiador Stephen
Nissenbaum en "The Battle for Christmas", la
Navidad fue reinventada en el siglo XIX (con ayuda de
literatura como "A Visit from St. Nicholas" y
ilustraciones de Thomas Nast) para ser una fiesta doméstica, centrada
en los niños y, crucialmente, en el intercambio de regalos comerciales. Los
viejos símbolos paganos (el árbol, las luces, Santa Claus/Odín) se conservaron,
pero su significado fue redirigido: ya no servían para aplacar
espíritus invernales, sino para estimular la economía.
La "incongruencia" que mencionas es la hipocresía
inherente a esta nueva fase. Una festividad que muchos suponen espiritual
promueve el materialismo más desenfrenado. Personas que dicen
preocuparse por la justicia social y el planeta participan en un ritual
de sobreconsumo que explota recursos y mano de obra. Esta es la verdadera
naturaleza del "Misterio, Babilonia" moderno (Apocalipsis 18): un
sistema que embriaga a las naciones (v.3) no solo con
doctrinas falsas, sino con el lujo, el oropel y la complacencia
consumista (v.14), todo santificado por una pátina religiosa.
EL HILO ESCARLATA DE BABEL A BLACK FRIDAY
Los análisis aquí presentados—desde Krampus hasta Grýla,
desde Mitra hasta los Puritanos—no son fragmentos
dispersos. Forman un solo y coherente testimonio histórico y
espiritual.
Hemos trazado un hilo escarlata de apostasía que
comienza con la rebelión de Nimrod en Babel, donde se
institucionalizó el culto idolátrico a la madre y al hijo bajo el símbolo del
árbol. Este culto solar, disfrazado con mil nombres (Tamuz, Horus, Mitra,
Sol Invictus), fue el corazón de las Saturnalia y el Yule paganos.
La Iglesia, en lugar de ser luz y sal, negoció con
esta oscuridad. Siguiendo la lógica condenada del becerro de
oro—"una fiesta a YHWH" con símbolos de Egipto—cristianizó el
solsticio. Adoptó su fecha (25 de diciembre), sus símbolos (el árbol, el
muérdago, las luces), y hasta sus demonios domésticos,
transformándolos en el séquito de terror de San Nicolás (Krampus,
Père Fouettard, Belsnickel) y en el panteón de monstruos invernales (Jólakötturinn,
Frau Perchta, los Jólasveinar) que gobiernan el "tiempo fuera del
tiempo" de los Doce Días.
Los Puritanos representaron el último
estertor de conciencia histórica en el seno del cristianismo
occidental, un breve destello de entendimiento que fue ahogado por la nostalgia
pagana de las masas.
Hoy, el ciclo se cierra y se revela en su plenitud. Lo que
celebramos no es el nacimiento del Salvador en Sucot, sino la fiesta de
invierno de Babilonia, ahora en su fase terminal de consumismo
masivo y entretenimiento vacío. Es el "Misterio,
Babilonia la Grande" vestido con luces LED, cantando villancicos
y devorando los recursos del planeta en nombre de un "espíritu
navideño" que es, en esencia, el espíritu del mundo (1
Juan 2:15-17).
Por tanto, la pregunta final no es "¿cómo
hacer más cristiana la Navidad?", sino la misma que YHWH planteó a su
pueblo en Horeb: "¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos
pensamientos?" (1 Reyes 18:21).
Frente a esta evidencia abrumadora, el llamado para el
verdadero creyente es el mismo de siempre: "Salid de en medio de
ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo" (2
Corintios 6:17). Es un llamado a dejar de mirar atrás, hacia los
"pepinos" de Egipto y las luces de Babilonia, y a volver a la adoración
en espíritu y en verdad, a las Fiestas Kadosh (Santas) de YHWH,
que sí son "sombra de lo porvenir, pero el cuerpo es de
Cristo" (Colosenses 2:17).
La Navidad es el gran engaño pagano. Conocer su
historia es tener la llave para salir de él.
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esto me servirá para el mantenimiento de las herramientas “PC” y
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IMÁGENES – LIBROS PDF – VERSIONES ESCRITURALES PDF tal cual como he venido
compartiéndolos a través de los años en los blogs EL VERDADERO ISRAEL DE YHWH – PUEDES CONTAR LAS ESTRELLAS – MALKIYEL BEN ABRAHAM
además otra manera de apoyarme es compartir los enlaces de los estudios en páginas o grupos de redes sociales.
SHALOM
A TODOS
ATENTAMENTE
RICARDO ANDRES PARRA RUBI
MALKIYEL BEN ABRAHAM

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