LA GRAN RAMERA: MÁS ALLÁ DE LAS INTERPRETACIONES MODERNAS


DESCIFRANDO EL MISTERIO DE BABILONIA LA GRANDE: ISRAEL/YERUSHALÁYIM COMO LA GRAN RAMERA EN LA PROFECÍA FINAL

 

RETORNANDO AL CONTEXTO DE YOJANÁN PARA REVELAR EL MISTERIO

 

La figura de la "gran ramera" en el libro de Jazón (Apocalipsis) ha sido objeto de innumerables interpretaciones a lo largo de la historia. Sin embargo, para comprender su verdadera identidad, es crucial dejar de lado las lecturas contemporáneas y volver a lo que Yojanán (Juan) y los primeros creyentes habrían entendido.

 

La mayoría de las exégesis tradicionales, influenciadas por cismas y pugnas post-apostólicas, han apuntado a entidades gentiles y modernas, como Roma o la Iglesia Católica. Sin embargo, esta aproximación ignora un principio fundamental de la profecía bíblica y del lenguaje del Tanaj (Antiguo Testamento): el simbolismo de la "ramera" (zonáh) se aplica consistentemente a la esposa infiel, a aquella que previamente poseía una relación de pacto (Berit) con el Eterno, YHWH (Elohim), pero que se prostituyó espiritualmente con las naciones. Algo que nunca fue puro no puede "ramerear" o fornicar en el sentido escritural. Este análisis se sustenta en esta base ineludible para proponer una re-evaluación radical: la Gran Ramera es la entidad que, siendo la depositaria del pacto, cayó en la más profunda apostasía. Para comprender esta verdad sin el velo de las tradiciones humanas, restauraremos los nombres originales a su forma hebrea, refiriéndonos a Yahushúa (Jesús), Yojanán (Juan), Yahadut (Judaísmo) y la ciudad de Yerushaláyim (Jerusalén), para que los lectores familiarizados con la restauración de nombres puedan tener una comprensión precisa y sin distorsiones del mensaje profético final.

 

Este análisis se centra en la perspectiva histórica y escritural, demostrando que la Gran Ramera no es una entidad política o religiosa moderna como el Vaticano o la Iglesia Católica. Para los lectores del primer siglo, estas figuras eran transparentes. La Iglesia Católica como institución no existía en esa época, lo cual hace insostenible la interpretación de que Yojanán se estaba refiriendo a ella.

 

Existe una incongruencia fundamental en la interpretación popular que identifica a la Gran Ramera con el catolicismo romano. Aquellos que señalan a esta institución a menudo enseñan que, desde su misma formación y oficialización, ya era pagana e idólatra. Sin embargo, el Tanaj (Antiguo Testamento) nos muestra que el simbolismo de la "ramera" o "prostituta" se aplica a algo que antes era fiel, que tenía Emunah (fe) y que era pura, pero que luego se apartó de su pacto con YHWH para fornicar espiritualmente con otras naciones y sus deidades. Algo que ya es pagano no puede ser considerado una ramera, pues no se ha prostituido de la fe.

 

No pretendo convencer a nadie con este análisis, pues sé que esta es una palabra dura para muchos creyentes que han idealizado ciertas interpretaciones. Por lo tanto, solo presento un análisis textual basado únicamente en las Escrituras. Usted es libre de creer lo que quiera. De igual manera, las Escrituras dicen que estas entidades engañarán a muchos, y en la sutileza, el camuflaje y la apariencia de bien es donde se esconden, lo cual hace que muchos no logren ver la realidad. Sin embargo, los textos no dejan lugar a dudas sobre a quién se señalan.

 

Aunque es cierto que, a lo largo de la historia, muchos sistemas religiosos, incluyendo la Iglesia Católica, se han apartado de la verdad y han incurrido en idolatría, podemos considerarlos como "hijas" de la Gran Ramera, no la figura original. De hecho, el mismo libro de Jazón exhorta a los creyentes a "salir de ella" (Jazón 18:4), un llamado a separarse de cualquier entidad que participe en el pecado de fornicación espiritual.

 

Por lo tanto, para entender quién es la Gran Ramera, debemos mirar a lo que las Escrituras tenían a su disposición: el Tanaj y los escritos Nazarenos que se estaban desarrollando en ese momento. Es en estos textos donde se encuentran las claves para identificar a la figura simbólica que ha fornicado con los reyes de la tierra. Este documento se enfocará exclusivamente en el estudio de la Gran Ramera y no profundizará en la identidad de la bestia o el Antimesías, ya que son temas que requieren un análisis aparte.

 

 

LA COPA DE LA IRA DE DIOS: UN ANÁLISIS ETIMOLÓGICO Y SIMBÓLICO

 

El Cáliz de Aturdimiento en Yesha'yahu 51:17, 22

 

EL CÁLIZ DE LA IRA DIVINA: UN ANÁLISIS ETIMOLÓGICO Y SIMBÓLICO (KÓS KHAZÓN: La Copa de Aturdimiento y el Juicio Final)

 

El Juicio Bebido - De Yirmeyáhu al Jazón de Yojanán

 

El simbolismo de la copa, o cáliz, en la profecía no es un concepto que haya nacido en el libro de Jazón (Apocalipsis). Por el contrario, es una imagen recurrente y profundamente arraigada en el Tanaj (Antiguo Testamento), particularmente en los profetas como Yirmeyáhu (Jeremías) e Yeshayáhu (Isaías). La copa, o el Kós en hebreo, nunca representa un brindis de bendición o una ofrenda pacífica, sino que se erige como el recipiente ineludible del juicio de YHWH. Específicamente, el concepto que subyace al "vino de la ira" es el "Kós Tar'elah" (כּוֹס תַּרְעֵלָה), la "Copa de Aturdimiento" o "Cáliz de Veneno y Trastorno". Este es el licor amargo que el Creador obliga a beber a Sus enemigos, y, de forma más crítica para nuestro análisis, a Su propio pueblo apóstata, Israel/Yerushaláyim, cuando han colmado la medida de su iniquidad. Las interpretaciones tradicionales de la Gran Ramera han simplificado esta Copa de Aturdimiento, centrándose solo en la sangre de los santos. Sin embargo, para entender por qué esta copa está en la mano de la Ramera y por qué ella misma debe beberla al final, debemos sumergirnos en el análisis etimológico y profético que conecta ineludiblemente la profecía de Yirmeyáhu con la visión de Yojanán. Este segmento explora esta conexión vital, restaurando los términos originales para exponer que el destino final de la Ramera es ser juzgada con el mismo veneno de apostasía que ella misma sirvió a las naciones.

 

La frase "cáliz de aturdimiento" en Yesha'yahu 51:17, 22 se utiliza para describir la copa de la ira de Dios que Yerushaláyim se vio obligada a beber como consecuencia de sus pecados.

 

  • La palabra hebrea para "aturdimiento" es תַּרְעֵלָה (tar'elah).
  • Significado y raíz de la palabra:
    • Significado: Tar'elah se traduce como "aturdimiento", "ebriedad", "tambaleo" o "mareo". La palabra evoca la imagen de alguien que está borracho o en un estado de confusión, sin poder mantener el equilibrio o pensar con claridad. En el contexto de Yesha'yahu, no se refiere a una embriaguez literal por vino, sino al efecto de la ira y el juicio de Dios, que deja a la persona o nación en un estado de completo desorientación, debilidad y desesperación. Es una metáfora de la devastación física y emocional que sufrió Yerushaláyim.
    • Raíz: La raíz de tar'elah es רעל (ra'al), que significa "tambalearse", "oscilar", "temblar" o "verter". Esta raíz se relaciona con el movimiento inestable de alguien que ha bebido en exceso o que está aterrorizado. La palabra compuesta tar'elah enfatiza este estado de inestabilidad y desorientación, mostrando la vulnerabilidad de Yerushaláyim ante el castigo divino.

 

 

EL CÁLIZ DE ESPANTO Y DESOLACIÓN EN YEJEZQEL 23:33 (KÓS SHAMMÁH: LA COPA DE LA DESOLACIÓN)

 

El análisis del Kós Tar'elah (Copa de Aturdimiento) nos lleva ineludiblemente a la profecía de Yejezqel 23, un pasaje que expone con una crudeza sin par la razón del juicio inminente. Aquí, YHWH usa la parábola de dos hermanas, Ohola y Oholibá, para simbolizar a Samaria y, críticamente, a Yerushaláyim. La sentencia divina es clara en Yejezqel 23:33: "Beberás el cáliz de tu hermana, hondo y ancho, lleno de espanto y de desolación (Shammáh); un cáliz de aturdimiento y de embriaguez." Esta Kós Shammáh (Copa de Desolación) es la manifestación profética directa del juicio que la esposa infiel, Oholibá (Yerushaláyim), debe beber. La conexión es vital: no es una nación gentil al azar la que es juzgada con este cáliz, sino aquella que fue llamada a ser santa. Este pasaje, junto con Yirmeyáhu 25 y Yeshayáhu 51, crea un hilo escritural ininterrumpido que culmina en Jazón 17, donde la Gran Ramera es obligada a beber su propia copa, confirmando que la identidad de esta Ramera debe ser la misma entidad profética históricamente sentenciada con la Copa de la Desolación: la Yerushaláyim que rompió el Berit (Pacto).

 

 

La Copa de Espanto y Desolación en Yejezqel 23:33

 

En el pasaje de Yejezqel 23, que describe a las hermanas Oholá (Samaria) y Oholibá (Yerushaláyim), se usa una palabra diferente para "aturdimiento" u "horror".

 

  • La palabra hebrea para "espanto" u "horror" en este verso es שַׁמָּה (shammah).
  • Significado y raíz de la palabra:
    • Significado: Shammah se traduce como "asombro", "espanto", "horror", "consternación" o "desolación". A diferencia de tar'elah (en Yesha'yahu) que se enfoca en el aturdimiento físico o embriaguez, shammah se centra en el shock y el horror psicológico y emocional. Describe el estado de total devastación que resulta del juicio de Dios, una situación tan terrible que causa asombro y consternación en quienes la presencian.
    • Raíz: La raíz de shammah es שָׁמֵם (shamem), que significa "estar desolado", "estar asombrado", "ser estéril" o "ser arruinado". La raíz evoca la idea de un lugar o una persona que ha sido completamente arrasada, vacía y sin vida. La palabra shammah resalta esta idea de ruina total, tanto en el sentido físico (una ciudad en ruinas) como en el emocional (el espanto y la consternación de sus habitantes).
  • La palabra hebrea para "embriaguez" en este pasaje es שִׁכָּרוֹן (shikaron).
    • Significado: Shikaron se traduce como "embriaguez", "borrachera", "estado de ebriedad" o "intoxicación". Es una palabra muy clara que describe el estado de estar bajo los efectos del alcohol, lo que causa pérdida de control, desorientación y un juicio deteriorado. En este contexto, al igual que en Yesha'yahu, es una metáfora poderosa. Beber la copa de la ira de Dios lleva a Oholibá (Yerushaláyim) a un estado de completa impotencia y desorientación, como una persona ebria que ha perdido el control de sí misma.
    • Raíz: La raíz de shikaron es שָׁכַר (shakhar), que significa "emborracharse", "beber en exceso" o "intoxicarse". Esta raíz se usa en la Biblia para describir la embriaguez literal (Génesis 9:21, 1 Samuel 1:14), pero también se emplea metafóricamente para referirse a la embriaguez causada por el juicio o la ira de Dios.
  • Combinación de palabras en Yejezqel 23:33: "Serás llena de embriaguez (shikaron) y de dolor por el cáliz de desolación (shammah)." Esto crea una imagen compuesta: la copa de castigo no solo causa un estado de desorientación (shikaron), sino que el resultado final es un horror total y una desolación abrumadora (shammah).

 

La Conexión con la Ramera de Jazón 17

 

Existe una conexión simbólica muy fuerte entre los pasajes del Tanaj y la descripción de la mujer en Jazón 17. Esta mujer, identificada con "la gran Bavel", tiene un cáliz en la mano que resume los juicios proféticos anteriores.

 

  • El Cáliz (Copa): La imagen del cáliz de oro es la misma que se usa en Yesha'yahu y Yirmeyahu (Yirmeyahu 51:7) para representar la ira y el juicio de Dios. En este caso, la mujer no bebe del cáliz, sino que lo ofrece a otros, y está lleno de sus propias abominaciones. Esto invierte el símbolo: la ramera de Bavel, en lugar de ser una víctima que bebe la copa del juicio, es quien la ha llenado con sus pecados y la da a beber a las naciones ("los reyes de la tierra y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación", Jazón 17:2).
  • La Embriaguez: El concepto de "estar ebria" o "embriagada" también aparece en Jazón 17:6, utilizando el mismo simbolismo que se encuentra en Yesha'yahu y Yejezqel. La diferencia es que la mujer de Jazón no está ebria de la ira de Dios, sino de la sangre de los santos. Esto es una metáfora de su persecución y violencia contra el pueblo de Dios.
  • La Prostitución Espiritual: La mujer es llamada "la gran ramera". Este es el mismo lenguaje simbólico que los nevi'im del Tanaj, como Yejezqel y Hoshea, usaron para describir a Yerushaláyim y a Yisra'el cuando se apartaron de YHWH para adorar ídolos o buscar alianzas con naciones paganas. Jazón aplica este mismo concepto a Bavel, que representa un sistema de poder político y religioso que se ha corrompido y ha seducido a las naciones con su idolatría y sus prácticas abominables.

 

 

LA VESTIMENTA DE LA RAMERA JERUSALEN Y EL SACERDOCIO

 

EL MANTO DE LA APOSTASÍA: PÚRPURA, ESCARLATA Y EL VESTUARIO DEL SUMO SACERDOTE (El Juicio del Sacerdocio del Berit Roto)

 

Si la Copa de Aturdimiento establece el patrón de juicio exclusivo para la esposa infiel (Yerushaláyim), su vestimenta en Jazón (Apocalipsis) 17:4 establece su identidad ceremonial: "Y la mujer estaba vestida de color púrpura y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas...". Este no es un atuendo elegido al azar.

 

La analogía de la indumentaria de la Ramera en Apocalipsis no solo se alinea con la vestimenta sagrada del Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) —donde el púrpura, el escarlata, el oro y las piedras preciosas eran los colores y materiales exclusivos del santuario y sus servidores (Shemot / Éxodo 26:1, 31)—, sino que también establece una correspondencia directa con las profecías del Tanaj sobre el juicio de Jerusalén. Profetas como Yejezkel (Ezequiel) y Yirmeyahu (Jeremías) describieron la apostasía de la capital de Israel precisamente como la de una ramera ataviada con lujo. En Yejezkel 16:10-13, YHWH relata cómo vistió a Jerusalén con "ropaje bordado, calzado de tejón, le ceñí de lino y te cubrí de seda", y la adornó con "brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello... narices con un arete y orejas con zarcillos... de oro y plata", un lujo que luego usó para su fornicación espiritual.

 

Al vestir a la Ramera de Apocalipsis con oro, piedras, perlas, púrpura y escarlata, Yojanán está confirmando la identidad ceremonial y profética: ella porta el manto profanado del sacerdocio de Israel, utilizando los mismos símbolos de su antiguo pacto y de su antigua gloria profética para adornar su fornicación. La Ramera, por lo tanto, no es una entidad pagana de origen gentil, sino una institución que una vez fue el depositario legítimo de la santidad y de la gloria, sirviendo como el reflejo opuesto y apóstata de la esposa pura prometida.

 

 

La descripción de la vestimenta de la mujer ramera en Jazón 17:4 tiene un eco directo de las vestiduras del sumo sacerdote en el Tanaj.

 

Las Vestiduras de la Mujer de Jazón 17:4

 

"Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas..."

 

LAS VESTIDURAS DEL SUMO SACERDOTE (SHEMOT 28)

 

EL MANTO DE LA APOSTASÍA: PÚRPURA, ESCARLATA Y EL VESTUARIO DEL SUMO SACERDOTE (El Juicio del Sacerdocio del Berit Roto)

 

Si la Copa de Aturdimiento establece el patrón de juicio exclusivo para la esposa infiel (Yerushaláyim), su vestimenta en Jazón (Apocalipsis) 17:4 establece su identidad ceremonial: "Y la mujer estaba vestida de color púrpura y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas...". Este no es un atuendo elegido al azar.

 

La analogía de la indumentaria de la Ramera en Apocalipsis no solo se alinea con la vestimenta sagrada del Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) —donde el púrpura, el escarlata, el oro y las piedras preciosas eran los colores y materiales exclusivos del santuario y sus servidores (Shemot / Éxodo 26:1, 31)—, sino que también establece una correspondencia directa con las profecías del Tanaj sobre el juicio de Jerusalén. Profetas como Yejezkel (Ezequiel) y Yirmeyahu (Jeremías) describieron la apostasía de la capital de Israel precisamente como la de una ramera ataviada con lujo. En Yejezkel 16:10-13, YHWH relata cómo vistió a Jerusalén con "ropaje bordado, calzado de tejón, le ceñí de lino y te cubrí de seda", y la adornó con "brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello... narices con un arete y orejas con zarcillos... de oro y plata", un lujo que luego usó para su fornicación espiritual.

 

Al vestir a la Ramera de Apocalipsis con oro, piedras, perlas, púrpura y escarlata, Yojanán está confirmando la identidad ceremonial y profética: ella porta el manto profanado del sacerdocio de Israel, utilizando los mismos símbolos de su antiguo pacto y de su antigua gloria profética para adornar su fornicación. La Ramera, por lo tanto, no es una entidad pagana de origen gentil, sino una institución que una vez fue el depositario legítimo de la santidad y de la gloria, sirviendo como el reflejo opuesto y apóstata de la esposa pura prometida.

 

 

LA TRANSFERENCIA PROFANADA DEL SACERDOCIO: EL ATUENDO DEL KOHEN GADOL (SHEMOT 28)

 

El registro detallado en Shemot (Éxodo) 28 de las vestiduras del Sumo Sacerdote (Kohen Gadol) funciona como el patrón ceremonial original que es subvertido y parodiado por la Ramera de Apocalipsis 17. Los componentes clave del atuendo sacerdotal—el efod, el manto, el pectoral (Josen) y la mitra—fueron tejidos e incrustados con los mismos elementos que describen a la mujer apóstata. El material principal del manto del efod era el púrpura (Shemot 28:31) y las borlas contenían el escarlata (Shemot 28:33). Además, el pectoral de juicio estaba adornado con cuatro hileras de piedras preciosas engastadas en oro (Shemot 28:17-21). La Ramera, por lo tanto, se presenta como una institución que ha usurpado o heredado la apariencia de la autoridad más sagrada y exclusiva de Israel, la cual simbolizaba la mediación pura entre YHWH y Su pueblo. Su vestimenta no es un simple lujo, sino la profanación visible de los símbolos del pacto, demostrando que su fornicación espiritual se llevó a cabo desde el mismo corazón del sistema religioso que se había comprometido a la santidad.

 

En Shemot 28, YHWH da instrucciones precisas para las vestiduras del sumo sacerdote Aharón, las cuales incluían:

 

  • Púrpura y Escarlata: Las vestiduras sacerdotales y los cortinajes del tabernáculo eran hechos de "tela azul, púrpura y escarlata" (Shemot 28:5-6, 39:1-2). El color púrpura y la escarlata eran extremadamente caros y se asociaban con la realeza y la divinidad.
  • Oro y Piedras Preciosas: El pectoral del sumo sacerdote estaba hecho de oro puro y adornado con doce piedras preciosas, cada una grabada con el nombre de una de las tribus de Yisra'el (Shemot 28:15-21). También tenía una lámina de oro puro con la inscripción "SANTIDAD A YHWH" (Shemot 28:36).

 

 

EL VESTIDO BORDADO DE YERUSHALÁYIM: UN SÍMBOLO DE SANTIDAD Y CORRUPCIÓN

 

EL VESTIDO BORDADO DE YERUSHALÁYIM: SÍMBOLO DE PACTO Y CORRUPCIÓN SACERDOTAL

 

El profeta Yejezkel (Ezequiel) 16 narra el origen y el destino de Yerushaláyim con una intensidad que prefigura la visión de la Ramera. En esta profecía, YHWH describe cómo toma a una niña abandonada (Jerusalén) y la viste con opulencia y santidad como un acto de pacto y elevación: "... te vestí con ropaje bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te adorné con joyas... narices con un arete y orejas con zarcillos, y una corona de gloria sobre tu cabeza. Así fuiste adornada con oro y plata; tu vestido era de lino fino, seda y ropaje bordado" (Yejezkel 16:10-13). Este "ropaje bordado" evoca directamente el material usado para el efod y el velo del Tabernáculo (Shemot 26:36, 28:39), lo que implica que el pacto de YHWH vistió a Su capital con la dignidad y la santidad propias del sacerdocio nacional. La vestimenta de Jerusalén, por lo tanto, era el atuendo de una reina y de una sacerdotisa. Sin embargo, el juicio llega porque, una vez enriquecida con esta gloria, Yerushaláyim usó estos mismos adornos y privilegios para la fornicación espiritual: "... tomaste tus joyas de oro y plata que yo te había dado, e hiciste para ti imágenes de varón, y fornicaste con ellas..." (Yejezkel 16:17). Este patrón de ser vestida de sacerdocio y usar esa misma gloria para la apostasía es la prueba central que vincula la Yerushaláyim de Yejezkel con la Ramera de Jazón (Apocalipsis), confirmando que la mujer que se sienta sobre muchas aguas es la entidad histórica que profanó los símbolos más altos de su pacto con el Divino.

 

 

El pasaje de Yejezqel (Ezequiel) 16 es una alegoría poderosa que describe la relación de YHWH con Yerushaláyim. Elohim rescata a la ciudad, la cuida y la adorna, preparándola para una posición de realeza y santidad. La descripción detallada de la vestimenta no es casual, sino que está cargada de un simbolismo profundo que la conecta directamente con las vestiduras del sacerdocio de Yisra'el.

 

EL PARALELISMO CON LAS VESTIDURAS SACERDOTALES

EL PARALELISMO CON LAS VESTIDURAS SACERDOTALES: LA PARODIA DE LA SANTIDAD

El detallado atuendo de la Gran Ramera en Jazón (Apocalipsis) 17:4, adornada con "púrpura, escarlata, oro, piedras preciosas y perlas," no es una simple descripción de opulencia, sino un paralelismo profético y ceremonial directo con el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) de Israel. Los colores púrpura y escarlata, junto con los engastes de oro y piedras preciosas, constituían la paleta y los materiales exclusivos para el efod, el pectoral y el velo del Tabernáculo (Éxodo 28:1-39), simbolizando la más alta mediación entre YHWH y Su pueblo. Esta correspondencia visual establece un principio clave: la Ramera no es una entidad pagana de origen gentíl, sino una que ha usurpado o profanado los símbolos de la autoridad más sagrada de Israel. Su vestimenta es la parodia de la santidad, un manto de apostasía tejido con los mismos hilos de la gloria que YHWH había otorgado a Su esposa, Yerushaláyim, tal como se describe en Yejezkel (Ezequiel) 16:10-13. El juicio de Yojanán contra la Ramera se convierte así en la culminación del juicio profético sobre la capital que se vistió de sacerdotisa y se prostituyó con sus propios ornamentos divinos.

 

Los elementos de la vestimenta que YHWH le da a Yerushaláyim en Yejezqel 16:10-13 tienen un eco notable en las descripciones de las vestiduras del sumo sacerdote en Shemot (Éxodo) 28 y 39.

 

·      LINO FINO Y TELA BORDADA: La vestidura del sacerdote y el pectoral estaban hechos de lino fino y bordados con hilo de colores. La palabra hebrea para el vestido de Yerushaláyim, "riqmáh" (רִקְמָה), se utiliza para describir las vestiduras sacerdotales y los cortinajes del Mishkán (Tabernáculo), que representaban la gloria y la santidad de YHWH.

·      PÚRPURA, ESCARLATA Y JOYAS: La "mujer ramera" de Jazón (Apocalipsis) 17 se viste de púrpura y escarlata, los mismos colores usados en las vestiduras sacerdotales (Shemot 28:5-6). Esta similitud no solo alude a una imitación, sino que también señala la profanación de lo sagrado. Los adornos que YHWH da a Yerushaláyim (oro, plata, joyas, brazaletes, collar, aretes, etc.) son los mismos materiales usados para las vestiduras sacerdotales, particularmente el pectoral con sus doce piedras preciosas.

·      EL TURBANTE (מִצְנֶפֶת, mitznephet) y la Corona: En Yejezqel 16:12, se menciona que YHWH pone un "turbante de lino" (mitznephet) en la cabeza de Yerushaláyim, y en Shemot 28:4, se menciona que el sumo sacerdote usa un turbante de lino. Esta es una alusión directa al turbante que el sumo sacerdote usaba sobre su cabeza como parte de sus vestiduras santas. El hecho de que se le ponga una "corona hermosa" encima, realza su estatus de realeza.

 

EL USO Y ABUSO DE LOS SÍMBOLOS SAGRADOS

EL ABUSO DE LOS SÍMBOLOS SAGRADOS: EL JUICIO DE LA COPA DE ORO

El acto de la Ramera de sostener una "copa de oro en la mano llena de abominaciones y suciedad de su fornicación" (Apocalipsis 17:4) es la imagen más potente del uso y abuso de los símbolos sagrados por parte de la entidad apóstata. En el culto del Bet HaMikdash (Templo), la copa de oro no era un adorno, sino un utensilio ceremonial destinado a contener el incienso sagrado y la sangre de la expiación, reflejando el servicio puro. Al llenar esta copa de oro con la inmundicia de su fornicación, la Ramera simboliza que la institución que debería haber contenido la revelación y la santidad de Dios ha usado su autoridad y sus tesoros para promover la idolatría y la apostasía a nivel global, embriagando con su "vino" a los "reyes de la tierra" (Apocalipsis 17:2). Este acto de corrupción no es simplemente moral, sino litúrgico y doctrinal, evidenciando que la fuente misma de la enseñanza religiosa se ha convertido en la fuente del engaño, transformando el vehículo de la expiación en el recipiente de las abominaciones.

 

El pasaje de Yejezqel se vuelve trágico cuando Yerushaláyim, en lugar de honrar el esplendor que YHWH le dio, lo profana.

 

  • Fornicación con el vestido sagrado: En Yejezqel 16:16, Yerushaláyim utiliza sus propios vestidos para hacer "altares de vivos colores" y prostituirse. Esto simboliza la idolatría y la mezcla de lo sagrado con lo pagano. El mismo vestido que fue un regalo divino y un símbolo de su santidad, es usado para la adoración de ídolos, una prostitución espiritual.
  • Joyas sagradas para imágenes fálicas: El versículo 17 es aún más impactante. Yerushaláyim toma el oro y la plata que YHWH le había dado y los usa para crear "imágenes fálicas". Esto es una perversión de la santidad del sacerdocio. El oro que debía adornar el pectoral y el Mishkán, es usado para fornicar, una profunda ofensa a YHWH.

 

LA CULMINACIÓN DE LA CORRUPCIÓN SACERDOTAL

 

LA CULMINACIÓN DE LA CORRUPCIÓN SACERDOTAL: JERUSALÉN LA MADRE DE LAS RAMERAS

 

La identidad de la Ramera como "MISTERIO, BABILONIA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y ABOMINACIONES DE LA TIERRA" (Apocalipsis 17:5) revela la culminación de la corrupción sacerdotal. En la visión profética, Yerushaláyim era la "esposa" escogida por YHWH (Ezequiel 16:8), vestida de lino fino y bordados, lo que la elevaba a un estatus de realeza y sacerdocio. Su posterior fornicación la convirtió en la primera y más significativa de las rameras proféticas (Isaías 1:21, Jeremías 3:8-9). El título de "Madre de las Rameras" que le otorga el Cielo no apunta a una simple ciudad o religión, sino a la fuente paradigmática de toda apostasía religiosa y corrupción teocrática. Esta entidad, al haber sido la poseedora del pacto original, la Tora y el Sacerdocio, y al haberlos profanado con la sangre de los profetas y los santos (Apocalipsis 18:24, Mateo 23:37), se convierte en el modelo arquetípico de la infidelidad, cuyo espíritu de engaño y opulencia se esparce a todas las naciones. Así, la visión de Apocalipsis concluye y sella el juicio que comenzó con los profetas del Tanaj contra el centro de culto que prometió santidad pero produjo la más profunda apostasía.

 

 

La vestimenta de Yerushaláyim en Yejezqel es una metáfora de su papel como reina y sacerdotisa entre las naciones. Su belleza y esplendor provienen de YHWH, pero su infidelidad las lleva a un juicio inevitable. La profanación de sus vestiduras, que se asemejan a las del sumo sacerdote, es un reflejo de la profunda corrupción del sacerdocio de la época. Al profanar este papel, la ciudad se convirtió en una "ramera", no solo en un sentido moral, sino en un sentido religioso. Su vestimenta, que debió ser una señal de su singularidad y santidad, se convirtió en un símbolo de su vergüenza.

 

 

EL SIGNIFICADO DE LA CONEXIÓN

 

Esta similitud en la vestimenta no es una coincidencia, sino un contraste intencional y un fuerte simbolismo:

 

  • Imitación Falsa de la Santidad: Al vestir a la mujer ramera con los mismos colores y materiales que el sumo sacerdote, el autor de Jazón la presenta como una falsa sacerdotisa. Ella tiene la apariencia de santidad, poder y autoridad religiosa, pero su interior está lleno de "abominaciones y de la inmundicia de su fornicación".
  • Corrupción del Sacerdocio: La figura de la mujer ramera podría aludir a la corrupción del sacerdocio de Yerushaláyim, que se había vuelto un sistema de poder político y económico, más que un canal de comunión con YHWH. La sangre de los mártires y nevi'im, que la mujer ha bebido, es un recordatorio de que esta institución, que debería haber sido santa, se ha vuelto culpable de la misma violencia que Yahushúa denunció.
  • Yerushaláyim como "Gran Ramera": Este detalle conecta directamente a la mujer de Jazón con los nevi'im de Yejezqel y Hoshea, que se referían a Yerushaláyim como una ramera por su infidelidad espiritual. Al robar los símbolos de la santidad sacerdotal, la mujer de Jazón se presenta como la encarnación final de esta apostasía. No es un simple imperio secular, sino un sistema religioso corrupto que ha abandonado su papel sagrado y se ha dedicado a la idolatría y la persecución.

 

 

EL LAMENTO DE YAHUSHÚA Y LOS PROFETAS PERSEGUIDOS

 

EL JUICIO A LA GRAN CIUDAD: LA HISTORIA DEL RECHAZO A LOS ENVIADOS Y LA CULMINACIÓN DEL MISTERIO DE INIQUIDAD

LA SANGRE DE LOS JUSTOS: CÓMO JERUSALÉN SE CONVIRTIÓ EN BABILONIA AL RECHAZAR EL TESTIMONIO DE DIOS

 

 

El lamento de Yahushúa sobre Jerusalén—"¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!" (Mateo 23:37)—no es un simple reproche histórico, sino la clave hermenéutica para desentrañar el Misterio de Babilonia la Grande. Este análisis profundo sostiene que la identidad profética de la "Gran Ramera" no debe buscarse en entidades políticas o religiosas gentiles de la era moderna, sino en aquella entidad que, habiendo sido la esposa fiel de YHWH y depositaria del Pacto, se prostituyó espiritualmente al rechazar a sus propios profetas y, finalmente, al Mesías. La sangre de los justos, desde Abel hasta Zacarías, clama desde sus calles, estableciendo una línea de continuidad profética que culmina en el rechazo al Evangelio apostólico. Al traicionar su mandato divino y convertirse en la sede de la persecución de los enviados, Jerusalén absorbe la cualidad de Babilonia, el centro espiritual de la idolatría y el comercio impío, revelando su papel crucial en la consumación del "misterio de iniquidad" a lo largo de los siglos.

 

El pasaje de Matityahu 23:37-39 es otra pieza clave que conecta el lamento de Yahushúa con el simbolismo de la mujer de Jazón y los nevi'im. En este versículo, Yahushúa pronuncia un lamento sobre Yerushaláyim:

 

"¡Yerushaláyim, Yerushaláyim, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" (Matityahu 23:37)

 

  • YERUSHALÁYIM, LA ASESINA DE PROFETAS: Yahushúa acusa a Yerushaláyim de matar y apedrear a los nevi'im enviados por YHWH. Esta es la misma acusación que se encuentra en todo el Tanaj, y que se amplifica en Jazón, donde la gran ramera, Bavel, es descrita como "ebria de la sangre de los santos y de los mártires de Yahushúa" (Jazón 17:6). La mujer de Jazón representa la culminación de esta historia de rechazo y persecución.
  • LA PROTECCIÓN RECHAZADA: La metáfora de la gallina que junta a sus polluelos bajo sus alas es una imagen de protección, pero el lamento de Yahushúa concluye con la frase "y no quisiste". Este rechazo voluntario de la protección divina es el acto de rebeldía que conduce inevitablemente al juicio y la destrucción.

 

PROFETAS PERSEGUIDOS O MÁRTIRES

 

A continuación, una lista de Nevi'im que sufrieron persecución o martirio, con los pasajes bíblicos que lo mencionan o referencias externas:

 

1.  Uriyáh ben Shemáyah / אוריה בן שמיה

o   Libro: Yirmeyahu 26:20-23

o   Contexto: Profetizó contra Yerushaláyim. Fue perseguido y ejecutado por el rey Yehoyakim.

2.  Zejaryahu ben Iddo / זכריה בן עדו

o   Libro: Divrei HaYamim Bet 24:20-22

o   Contexto: Fue apedreado hasta la muerte en el atrio del Templo por denunciar la idolatría del pueblo y del rey Joás.

3.  Yirmeyahu / ירמיהו

o   Contexto: Yirmeyahu fue uno de los nevi'im más perseguidos. Fue golpeado, encarcelado, puesto en cisternas llenas de lodo, amenazado e ignorado por el pueblo y las autoridades.

o   Pasajes clave:

§  Encarcelamiento: Yirmeyahu 32:2-3

§  En la cisterna: Yirmeyahu 38:1-6

§  Azotado y encarcelado: Yirmeyahu 20:1-2

4.  Mikayahu – Mikha ben Yimlah / מיכה בן ימלא

o   Libro: Melajim Alef 22:1-28

o   Contexto: Profeta fiel que predijo la derrota del rey Achav. Fue golpeado por un falso profeta y encarcelado por orden del rey.

5.  Yesha'yahu / ישעיהו

o   Contexto: Según tradiciones rabínicas, Yesha'yahu fue martirizado por el rey Manasés, siendo serruchado por la mitad.

o   Referencia indirecta en el NT: Hebreos 11:37.

 

 

LA PERSECUCIÓN DE LOS PRIMEROS CREYENTES Y LA ALIANZA CON ROMA

 

La persecución de los primeros creyentes, los "nazarenos" o "cristianos mesiánicos", por parte del liderazgo yahudí, demuestra que la historia de la nación de Yisra'el culmina en el rechazo final del Mashíaj y sus seguidores.

 

 

LA PERSECUCIÓN DE LOS PRIMEROS CREYENTES

 

La narrativa del Nuevo Testamento es clara: la misma Yahrushalayim que mató a los Neviim y crucificó a Yahushúa continuó persiguiendo a sus discípulos.

 

  • Yohanán Hamatbil: El "último profeta" del Tanaj. Aunque fue ejecutado por Herodés, la hostilidad del liderazgo religioso de Yahrushalayim hacia su mensaje de arrepentimiento fue un factor clave.
  • Yahushúa: La máxima expresión del rechazo de Yahrushalayim. El Mashíaj fue crucificado por un gobierno romano instigado por el liderazgo religioso y el clamor del pueblo Yahudi.
  • Esteban: La primera persona en ser martirizada por su fe en Yahushúa. Fue ejecutado por la misma autoridad Yahudi que rechazó a Yahushúa. Su muerte fue un eco directo de la historia de los Neviim que fueron apedreados.
  • Shaúl: Antes de su conversión, Shaúl de Tarshish era el principal perseguidor de los creyentes. Él actuaba con la autoridad del sumo sacerdote, el máximo representante del sistema religioso de Yahrushalayim. Su persecución muestra que el "sistema de Yisrael" se había vuelto el principal enemigo del evangelio.
  • Yaakóv: Ya'akov, el hermano de Yahushúa, fue martirizado por el sumo sacerdote Ananías, según lo registrado por el historiador yahudí Flavio Josefo.

 

 

EL APOYO DE ROMA: EL CÉSAR COMO EJECUTOR DE LA HOSTILIDAD RELIGIOSA

 

Es vital reconocer el papel de Roma en esta persecución. Aunque la brutalidad del Imperio Romano contra los creyentes es innegable, en los inicios del movimiento mesiánico, la persecución provenía fundamentalmente del liderazgo yahudí, el cual carecía del IUS GLADII (EL DERECHO DE APLICAR LA PENA CAPITAL) bajo la ocupación imperial.

 

Es vital reconocer el papel de Roma en esta persecución. La persecución de los cristianos por el Imperio Romano fue brutal. Sin embargo, en los inicios, la persecución provenía principalmente del liderazgo Yahudi. En muchos casos, los líderes yahudíes denunciaron a los cristianos ante las autoridades romanas, usando el poder imperial como un brazo ejecutor de su propia hostilidad.

 

Este impedimento legal forzó a la autoridad religiosa a buscar una alianza profana con el poder político de Roma, utilizando a las cortes y legiones imperiales como un brazo ejecutor de su propia hostilidad. El patrón queda perfectamente documentado en el Libro de Hechos:

 

1.  MANIPULACIÓN DE LA LEY: En repetidas ocasiones, como se ve en los juicios de Shaúl (Pablo), los líderes judíos no acusaron a los seguidores de Yahushúa ante los procónsules o gobernadores romanos de herejía teológica (un asunto interno que Roma solía ignorar), sino de sedición o de introducir prácticas ilegales que atentaban contra la autoridad del César y la paz del Imperio. En esencia, transformaron una disputa religiosa en un crimen de traición política.

2.  EL CASO DE YAHUSHÚA: El ejemplo supremo es el de Yahushúa mismo. El Sanedrín lo condenó por blasfemia (un cargo religioso), pero para asegurar Su ejecución, tuvieron que presentarlo ante Poncio Pilato con la acusación política de ser "Rey de los Judíos" y enemigo del César.

3.  EL CLÍMAX PROFÉTICO: Esta dinámica histórica —donde la entidad religiosa apóstata utiliza y dirige el poder de la "Bestia" (el Imperio) para derramar la sangre de los profetas y santos— se convierte en la clave para interpretar el simbolismo de Apocalipsis 17. La "Gran Ramera" se sienta o cabalga sobre "muchas aguas" (pueblos y naciones) y sobre la "Bestia escarlata", lo que ilustra el control y la manipulación que ejerce sobre el poder civil y político para cumplir sus fines persecutorios.

 

  • LA FALTA DE AUTORIDAD PARA EJECUTAR: El Sanhedrín había perdido la autoridad para ejecutar a personas bajo la ley romana. El gobernador romano tenía el monopolio del ius gladii ("derecho de la espada"). Esto se ve en el juicio de Yahushúa (Yojanan 18:31).
  • EL CASO DE ESTEBAN: El martirio de Esteban (Ma'asei Hashlujim 7) fue un linchamiento caótico, no una ejecución legal, lo que confirma que el Sanhedrín no tenía el poder para ejecutar formalmente.
  • EL PACTO ENTRE YISRA'EL Y ROMA: Las cartas que Sha'ul de Tarshish recibió del sumo sacerdote para perseguir a los creyentes demuestran una alianza o, al menos, un acuerdo tácito. Esta autoridad para ir a Damasco y arrestar a ciudadanos romanos no era algo que el Sanhedrín pudiera hacer sin un acuerdo con Roma.
  • CONFIRMACIÓN DEL SIMBOLISMO PROFÉTICO: Este acuerdo entre el sacerdocio apóstata de Yerushaláyim y el poder secular de Roma es la realización práctica del simbolismo de la mujer de Jazón, la "gran ramera". Ella es descrita como "sentada sobre muchas aguas" y "cabalgando una bestia escarlata" (Jazón 17:1, 3). La mujer (el sacerdocio corrupto) ha abandonado la fidelidad a YHWH y ahora se apoya en el poder de la bestia (Roma/el poder imperial).

 

 

LA MUERTE DE LOS DOS TESTIGOS: LA CULMINACIÓN DE LA PERSECUCIÓN

 

El patrón de persecución alcanza su clímax profético con los "dos testigos" en Jazón (Apocalipsis) 11. Su muerte en la "GRAN CIUDAD" es la culminación de la historia de hostilidad contra los mensajeros de YHWH, y su resurrección es la antítesis del poder de la "Ramera" y sus aliados.

 

LA IDENTIDAD DE LA CIUDAD: La Escritura no deja lugar a dudas sobre la identidad de la ciudad donde son asesinados los testigos. El versículo 8 de Jazón 11 afirma que sus cuerpos yacen en la "plaza de la gran ciudad que simbólicamente se llama Sedom y Mitsráyim, donde también ejecutaron en el madero al Maestro de ellos". Esta referencia explícita a la ejecución de Yahushúa en el madero, sumada a la comparación con las ciudades pecaminosas, señala de manera inconfundible a Yerushaláyim.

 

 

SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA HOSTILIDAD

 

Los Dos Testigos son presentados en Apocalipsis 11 no solo como individuos, sino como la personificación profética de todo el testimonio dado por los profetas y apóstoles a lo largo de la historia.

 

1.  UNIFORMIDAD DEL MENSAJE: Su ministerio de 1.260 días (o 42 meses) es una extensión final del mensaje de arrepentimiento y juicio. Visten cilicio, simbolizando el mismo tono de lamento y advertencia que caracterizó a los profetas de antaño (desde Elías y Jeremías hasta Juan el Bautista y Yahushúa).

2.  AUTORIDAD MOSAICA Y ELIANA: Se les otorga el poder de enviar plagas y detener la lluvia, reflejando directamente los milagros de Moisés (las plagas de Egipto) y Elías (la sequía), los dos pilares del profetismo en el Tanaj. Esto establece a los Testigos como los herederos legítimos de la autoridad divina, lo que eleva la hostilidad contra ellos al nivel de un rechazo contra la propia Torá y los Profetas.

 

 

EL LUGAR DE LA EJECUCIÓN: LA "GRAN CIUDAD"

 

La descripción del lugar donde los Testigos son asesinados es clave para demostrar que la persecución no es un evento aislado, sino el resultado del patrón histórico de rechazo:

 

"Y sus cuerpos muertos yacerán en la plaza de la gran ciudad que se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado." (Jazón 11:8)

 

1.  "DONDE TAMBIÉN SU SEÑOR FUE CRUCIFICADO": Esta frase es el identificador geográfico inequívoco de Jerushaláyim (Jerusalén). La ciudad que ha matado a sus profetas a lo largo de los siglos (como Yahushúa mismo lamentó en Lucas 13:34, y como se mencionó en el documento anterior) es la misma que culmina su rechazo asesinando a los Testigos finales.

 

2.  "SODOMA Y EGIPTO": Estos dos nombres son epítetos proféticos.

·      Egipto simboliza la esclavitud, el materialismo y el rechazo de la liberación de YHWH.

·      Sodoma simboliza la inmoralidad, la arrogancia y la perversión doctrinal y social (Ezequiel 16:49).

·      Al llamar a Jerusalén (la ciudad "santa") por estos nombres, el texto profético subraya su completa y final apostasía en los últimos días. La "Ramera" no es solo idólatra; es una entidad que ha adoptado la corrupción ética de Sodoma y la tiranía espiritual de Egipto.

 

LA CULMINACIÓN: LA CELEBRACIÓN DEL MUNDO

 

La reacción mundial a la muerte de los Testigos es el indicio final de la victoria temporal de la "Ramera" y la "Bestia":

 

  • El mundo "se regocija sobre ellos y se alegra, y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moran en la tierra" (11:10).

 

El mensaje de los profetas es un tormento para el mundo porque exige arrepentimiento, justicia y lealtad exclusiva a YHWH, lo cual interrumpe el statu quo de pecado y comercio. La celebración, el intercambio de regalos, y el sentimiento de alivio global indican que el sistema de Babilonia (la religión apóstata controlando el comercio y la política) opera sin oposición, y por un breve tiempo, parece haber vencido al Testimonio.

 

La persecución de los dos testigos por parte de la "gran ciudad" demuestra que la historia de rechazo, que comenzó con la matanza de los nevi'im y culminó con la crucifixión de Yahushúa, continúa hasta el final. La misma ciudad que se negó a ser protegida por YHWH (Matityahu 23:37) es la misma ciudad que culmina su historia de rebeldía al matar a los últimos mensajeros de YHWH.

 

La muerte de los Dos Testigos sella, en el ámbito profético, la conclusión de la historia de la persecución de los Justos, iniciada con Abel y lamentada por Yahushúa.

 

UN ACTO DE REBELDÍA FINAL: El hecho de que "no permiten que se pongan sus cadáveres en sepulcros" (Jazón 11:9) es un acto de desprecio y hostilidad extrema. Sin embargo, esta exposición pública también se convierte en el escenario de la victoria de YHWH, cuando los testigos resucitan.

 

LA RESURRECCIÓN COMO ANULACIÓN DE LA RIVALIDAD

 

Después de tres días y medio, los Testigos resucitan y son ascendidos a los cielos, mientras un gran terremoto destruye una décima parte de la ciudad. Este evento es la demostración final de que la victoria de la "Ramera" y su aliado político es ilusoria y efímera. La Resurrección y Ascensión de los Testigos anula la victoria de sus asesinos y confirma la verdad del mensaje profético que sellaron con su sangre.

 

 

 

 

 

LA IDENTIDAD DE LA GRAN RAMERA

 

LA IDENTIDAD DE BABEL LA GRAN RAMERA: CULMINACIÓN DEL RECHAZO PROFÉTICO

 

Con la evidencia proporcionada y los análisis consolidados de los textos proféticos de YeshaYahu (Isaías), Yejezqel (Ezequiel) y Jazón (Apocalipsis), el simbolismo de BABEL LA GRAN RAMERA (Apocalipsis 17-18) adquiere una interpretación clara y coherente. El término no se refiere a un imperio o sistema futuro y descontextualizado, sino a la culminación de un patrón histórico de rechazo y apostasía.

 

La Gran Ramera representa al sistema religioso de Yahrushalayim del siglo I d.C., y su juicio final es la conclusión inevitable de la historia de rechazo de la ciudad hacia los mensajeros de YHWH.

 

EL MANTO DE LA FALSA SANTIDAD Y LA IDOLATRÍA INTERNA

 

La descripción de la Ramera en Jazón 17 se centra en una entidad que ostenta una santidad externa, un atributo que solo corresponde a una entidad que fue, en principio, la esposa de YHWH, Yerushaláyim:

 

1.  VESTIDURAS SACERDOTALES INVERTIDAS: La mujer está "vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas" (Jazón 17:4). Estos colores y adornos no son casuales; la púrpura y el escarlata eran los colores distintivos de los mantos del Sumo Sacerdote de Israel y de las cortinas del Mishkán (Éxodo 28). La Ramera imita falsamente la santidad, usurpando los ropajes de la autoridad espiritual de YHWH para encubrir su corrupción.

2.  LA COPA DE ABOMINACIONES: El simbolismo de la mujer que sostiene una "copa de oro en su mano, llena de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación" retoma directamente las amonestaciones de los profetas antiguos contra Yahrushalayim por su idolatría y pactos ilícitos. El "misterio" radica en que la fornicación (apostasía) no es un paganismo abierto, sino una corrupción interna, vestida de religión pura.

 

 

EMBRIAGADA CON LA SANGRE DE LOS PROFETAS Y SANTOS

 

El rasgo más condenatorio de la Ramera es su responsabilidad por la persecución, que conecta directamente el Apocalipsis con los lamentos de Yahushúa y la historia profética:

 

1.  EL PATRÓN DE VIOLENCIA HISTÓRICA: La Ramera está "ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Yahushúa" (Jazón 17:6). Esta acusación se repite en el lamento final sobre la caída de la ciudad: "Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra" (Jazón 18:24).

2.  EL TESTIMONIO DE YAHUSHÚA: Esta es una referencia inequívoca al juicio que Yahushúa mismo emitió sobre Yerushaláyim: "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!" (Lucas 13:34; Matiyahu 23:35). Yahushúa responsabilizó a la ciudad y a sus líderes contemporáneos de la sangre de "todos los justos derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías..."

3.  LA CULMINACIÓN EN LOS TESTIGOS: Como se demostró en el análisis anterior, la muerte de los Dos Testigos en la "gran ciudad" es la culminación de este patrón de violencia. La Ramera sintetiza el espíritu de Caín, la tiranía del Egipto apóstata, y la corrupción de Sodoma, todo en el lugar que una vez fue el trono de YHWH.

 

LA FORNICACIÓN CON LA BESTIA Y EL RECHAZO A MASHÍAJ

 

La fornicación de la Ramera se define por su relación con los "reyes de la tierra" y su rechazo al legítimo Rey, Mashíaj Yahushúa.

 

1.  ALIANZA CON EL PODER SECULAR (LA BESTIA): La Ramera se sienta sobre "muchas aguas" (pueblos) y sobre una "Bestia escarlata" (Jazón 17:3). La Bestia representa el Imperio Romano, el poder secular que tenía el ius gladii (el derecho de la espada).

2.  EL PACTO DE MUERTE: El liderazgo religioso de Yerushaláyim demostró su profunda corrupción y abandono de la fe al aliarse con el poder romano para ejecutar a Yahushúa. Cuando el Sanedrín entregó a Yahushúa a Pilato, lo hizo para ejercer la persecución que ya no podía ejecutar legalmente, declarando: "No tenemos más rey que al César" (Juan 19:15). Esta declaración fue el acto de "fornicación" final: renunciar a la soberanía de YHWH y de su Mesías en favor del poder pagano y tiránico de Roma, con el único fin de conservar su estructura de poder y continuar la persecución contra los seguidores del Mashíaj.

3.  RESULTADO HISTÓRICO: Esta alianza con la Bestia para matar al Mashíaj y a sus apóstoles selló el destino profético de la ciudad. El juicio final de Jazón es, por lo tanto, la respuesta divina a esta traición política, teológica y violenta, que concluyó con la destrucción de la ciudad por parte de la misma Bestia (Roma, 70 d.C.).

 

Entonces tenemos que la Gran Ramera representa al sistema religioso de Yahrushalayim:

 

1.  Imita falsamente la santidad, vistiendo ropajes que se asemejan a los del sumo sacerdote.

2.  Se ha embriagado con la sangre de los nevi'im y de los santos, continuando el mismo patrón de violencia que Yahushúa condenó.

3.  Se ha aliado con el poder secular (la Bestia o el Imperio Romano) para perseguir a los seguidores del Mashíaj, demostrando su profunda corrupción y abandono de la fe.

 

Esta interpretación unifica el simbolismo de Yesha'yahu, Yejezqel y el Nuevo Testamento, mostrando que el juicio final de Jazón es la conclusión inevitable de la historia de rechazo de Yerushaláyim. El documento no deja lugar a dudas de que el enfoque no es una potencia futura, sino una realidad histórica y teológica que alcanzó su máxima expresión en la persecución de los primeros creyentes.

 

 

LA MUJER COMO LA GRAN CIUDAD: YERUSHALÁYIM, SODOMA Y EGIPTO

 

La figura de la mujer ramera en el libro de Jazón (Apocalipsis) es revelada crucialmente como "la gran ciudad que tiene imperio sobre los reyes de la tierra" (Jazón 17:18). Este título no es una simple descripción política, sino una declaración de su autoridad espiritual y su apostasía. Señala una entidad que, por derecho de pacto, debía ser la capital teocrática y moral del mundo, la esposa fiel de YHWH, pero que se pervirtió en una potencia que ejerce influencia terrenal mediante la fornicación espiritual con las naciones. Esta característica histórica y profética conecta directamente a la mujer-ciudad con Yerushaláyim.

 

 

EL TÍTULO DE LA GRAN CIUDAD Y SU PODER CORRUPTO

 

El concepto de "la gran ciudad" se utiliza en la profecía para denotar un lugar de autoridad indiscutible, pero también de gran pecado que demanda juicio divino. En este contexto, su "imperio sobre los reyes" alude a su posición histórica como centro de la revelación de YHWH. Los profetas del Tanaj (Antiguo Testamento) ya habían condenado a la ciudad por "prostituirse" (ramera) al adoptar los cultos e idolatrías de las naciones vecinas y al corromper la Ley del Pacto. Por lo tanto, el juicio profetizado no recae sobre una potencia gentil, sino sobre aquella que traicionó su llamado.

 

Este concepto se desarrolla a través de varios pasajes:

 

  • LA GRAN CIUDAD DIVIDIDA: En Jazón 16:18-19, el gran terremoto divide a "la gran ciudad" en tres partes, y las ciudades de las naciones caen. Esto es una referencia a la división de la ciudad. Además, se menciona que se hizo memoria de Bavel (Babilonia), un símbolo de la opresión y la maldad, para darle la copa del furor de la ira de YHWH. Esto sugiere que "la gran ciudad" ha alcanzado una maldad comparable a la de Bavel.
  • LA GRAN CIUDAD DEL PECADO: En Jazón 11:8, se revela la identidad de esta ciudad de manera simbólica. Se le llama Sedom (Sodoma) y Mitsráyim (Egipto), lugares conocidos por su maldad, idolatría y opresión al pueblo de YHWH.
  • LA SEÑAL INCONFUNDIBLE: El pasaje más contundente que elimina cualquier duda sobre la identidad de la gran ciudad se encuentra en la misma Jazón 11:8, donde se dice que es el lugar "donde también ejecutaron en el madero al Maestro de ellos" (Yahushúa). Esta única característica histórica y geográfica apunta directamente a Yerushaláyim. Solo esta ciudad cumple con todas estas descripciones: es la capital donde fue crucificado el Mesías, y su pecado es comparado con el de Sodoma y Egipto.

 

 

LA IDENTIDAD INCONFUNDIBLE: SODOMA, EGIPTO Y EL MADERO

 

El pasaje más contundente que elimina toda ambigüedad sobre la identidad de la gran ciudad se encuentra en Jazón 11:8, donde se le asignan tres nombres, dos simbólicos y uno geográfico e histórico.

 

SIMBOLISMO DE SEDOM (SODOMA) Y MITSRÁYIM (EGIPTO): La ciudad es llamada espiritualmente Sedom y Mitsráyim. Esta condena es profundamente enraizada en el lenguaje profético:

 

1.  SEDOM (SODOMA): Simboliza la depravación moral, la falta de hospitalidad y la arrogancia espiritual. Profetas como Isaías ya se habían dirigido a los líderes de Yerushaláyim como "gobernantes de Sodoma" (Isaías 1:10), indicando que la ciudad había caído en una maldad interna peor que la de los gentiles.

2.  MITSRÁYIM (EGIPTO): Simboliza la esclavitud espiritual, la idolatría (el becerro de oro) y la opresión del pueblo de YHWH por sus propios líderes. Al igual que Egipto esclavizó a Israel, esta ciudad religiosa oprime y mata a los profetas que YHWH le envía.

3.  LA SEÑAL GEOGRÁFICA: La característica definitoria que sella la identidad de "LA GRAN CIUDAD" es que es el lugar "donde también ejecutaron en el madero al Maestro" (Yahushúa). Esta única referencia histórica es inconfundible. A diferencia de Babilonia, Roma o cualquier otra capital, solo Yahrushalayim cumple con todas estas descripciones: es la capital del pacto, es condenada por los profetas como Sodoma y Egipto, y es el sitio geográfico e histórico de la crucifixión del Mesías. Es la ciudad que, a pesar de su elección y privilegio, se convirtió en el epicentro de la traición y la apostasía, la misma "madre de las rameras" que persigue a los santos y los profetas (Jazón 18:24).

 

 

EL IMPERIO DE YERUSHALÁYIM: DOMINIO SACERDOTAL SOBRE LOS REYES

 

La frase "que tiene imperio sobre los reyes de la tierra" (Jazón 17:18), si bien a menudo se interpreta como una referencia a una potencia mundial de tipo político-militar (como lo fue Roma o Babilonia), debe entenderse primariamente desde el marco del Pacto y la Profecía. El dominio de esta ciudad apóstata no es de fuerza bruta, sino de influencia espiritual y corrupción sistémica.

 

 

EL IMPERIO ESPIRITUAL SEGÚN EL TANAJ

 

El verdadero "IMPERIO" de Yerushaláyim era de carácter religioso y sacerdotal, no militar. En el plan original de YHWH, la ciudad era el centro del mundo, destinado a ser el faro de la Ley y el manantial de la sabiduría para todas las naciones, un dominio mucho más trascendente que cualquier reino terrenal.

 

Las profecías del Tanaj establecen claramente este destino glorioso:

 

  • LA MONTAÑA DE YHWH: La Escritura anuncia que "de Tsiyón (Sión) saldrá la Ley, y de Yerushaláyim la palabra de YHWH" (Yesha'yahu/Isaías 2:3).
  • MAGISTERIO MUNDIAL: Todas las naciones (los "reyes de la tierra") vendrían a esta ciudad no para pagar tributo, sino "para ser enseñadas en Sus caminos y para andar por Sus sendas".

 

Este es el verdadero "imperio" que YHWH le había concedido a Su esposa elegida: un dominio moral y espiritual sobre la conciencia de los reyes y los pueblos. Yahrushalayim debía ser la REINA SACERDOTAL que mediara la verdad de YHWH al mundo.

 

 

LA PERVERSIÓN DEL IMPERIO Y LA FORNICACIÓN

 

La tragedia de la "GRAN RAMERA" es la perversión de este mandato. Al apartarse del Pacto, Yerushaláyim no solo renunció a su rol sacerdotal, sino que invirtió su autoridad. En lugar de ser un faro de luz que atraía a los reyes a la verdad, se convirtió en una seductora que los atrajo a la idolatría, la superstición y la corrupción.

 

Esta fornicación espiritual descrita en Jazón (Apocalipsis) se manifiesta cuando la capital de la Ley intercambia la fidelidad a YHWH por alianzas políticas con las naciones, adopta sus ídolos y utiliza su posición sagrada para enriquecerse materialmente y ejercer un poder injusto (como lo evidencian los pasajes que la comparan con Sodoma y Egipto). Su imperio es la sombra corrupta de su vocación divina original, una influencia que embriaga a los reyes y a los habitantes de la tierra con el "vino de la ira de su fornicación" (Jazón 14:8).

 

 

LA MUJER QUE FORNICÓ CON LOS REYES Y SE SENTÓ SOBRE MUCHAS AGUAS

 

El pasaje de Jazón (Apocalipsis) 17:1-3 introduce a la "gran ramera" y revela dos de sus características más importantes: está sentada sobre "muchas aguas" y fornicó con los "reyes de la tierra". Estos detalles no son literales, sino que son símbolos que revelan la naturaleza y el alcance de su poder y su corrupción.

 

LAS AGUAS COMO PUEBLOS, MULTITUDES Y LENGUAS

 

El mismo texto de Jazón elimina cualquier ambigüedad sobre el primer símbolo. En el versículo 15, el mensajero le dice a Yojanán (Juan): "Las aguas que has visto donde está sentada la ramera, son pueblos y multitudes, naciones y lenguas." Esta aclaración es crucial, pues establece el carácter universal del sistema que ella representa.

 

La ramera no se asienta sobre un cuerpo de agua literal, sino que su influencia y dominio se extienden sobre una vasta población de diferentes etnias y lenguas en todo el mundo. Esto representa un sistema de poder y control que trasciende fronteras geográficas o políticas. Su dominio no es el de una nación en particular, sino el de una autoridad transnacional que ejerce control ideológico y espiritual sobre las masas. Las "muchas aguas" simbolizan la base humana y cultural sobre la que se sustenta su poder, indicando que su engaño es un fenómeno global que penetra en toda la estructura social.

 

LA FORNICACIÓN CON LOS REYES DE LA TIERRA: ALIANZA IMPÍA

 

La "fornicación" con los "reyes de la tierra" se refiere a una alianza, pacto o relación impía. Este símbolo señala la traición suprema de la ramera a su vocación divina. En lugar de mantener su pureza y fidelidad a YHWH, se prostituye, buscando y aceptando el poder, la riqueza y la protección de las entidades políticas mundiales.

 

Esta alianza es una traición por dos razones:

 

1.  INTERCAMBIO DE PODER: La ramera (el sistema religioso apóstata) ofrece a los reyes de la tierra una justificación religiosa y una base moral controlada para su autoridad política. A cambio, los reyes y gobiernos le otorgan riqueza, protección legal y una posición privilegiada en la esfera pública. Es una fusión ilegítima de poder sacro y poder secular, donde la verdad es sacrificada en el altar de la conveniencia política.

2.  CORRUPCIÓN DOCTRINAL (EL VINO): El fruto de esta unión es el "vino de fornicación". Este vino es la mezcla intoxicante de la verdad de YHWH con la idolatría, la política mundana y las tradiciones paganas. Es la doctrina adulterada, el sincretismo, que nubla el juicio de los "reyes de la tierra" (líderes políticos y religiosos) y embriaga a sus "pueblos" (las masas). La ramera seduce a los líderes no con armas, sino con una ideología pervertida que legitima su poder y les permite gobernar sin la restricción de la Ley pura de YHWH.

 

El dominio de la ramera se establece, por lo tanto, a través de la cooptación de las estructuras de poder global (los reyes) y la manipulación de las creencias de las masas (las aguas), asegurando su hegemonía en el plano espiritual y terrenal.

 

 

LOS SIETE MONTES: SÍMBOLO DE REINOS Y GOBIERNOS UNIVERSALES

 

El simbolismo de los "siete montes" en Jazón (Apocalipsis) 17:9 viene acompañado de una advertencia crucial: "Esto, para la mente que tenga sabiduría." Esta frase obliga al estudiante de la profecía a descartar la geografía literal y a buscar la clave de interpretación en el lenguaje codificado del Tanaj (Antiguo Testamento). El monte, en la revelación profética, no describe una colina, sino una estructura de poder, un reino.

 

 

EL PRECEDENTE BÍBLICO: MONTES COMO NACIONES DE OPOSICIÓN

 

La Biblia establece de manera consistente que el "monte" y la "colina" son figuras retóricas para referirse a reinos, imperios y naciones que manifiestan hostilidad o soberbia en oposición al Reino de YHWH. El simbolismo revela la naturaleza sistémica y estructural del poder al que se refiere, más que la identidad de un gobernante individual.

 

El simbolismo de los "siete montes" en Jazón 17:9 requiere "una mente que tenga sabiduría", lo cual nos invita a buscar su significado en la misma Escritura. El Tanaj (Antiguo Testamento) es clave para entender este simbolismo.

 

  • LOS MONTES COMO NACIONES DESTRUCTORAS: La Biblia utiliza la figura del "monte" para referirse a reinos, imperios y naciones que se oponen a YHWH. En Yirmeyahu 51:25, YHWH se dirige directamente al imperio de Babilonia - Bavel llamándolo: "He aquí yo estoy contra ti, oh monte destructor, que destruiste toda la tierra."  el "MONTE DEL DESTRUCTOR", un imperio que ha "DESTRUIDO TODA LA TIERRA". Él promete convertirlo en "monte quemado", simbolizando su completa aniquilación.
  • LA PROFECÍA CONTRA EL MONTE SEÍR: De manera similar, en Yejezqel 35:2-3, YHWH dirige su profecía contra el "monte Seír", que representa a la nación de Edom. YHWH promete convertirlo en "desolación y soledad", confirmando que la figura del monte no es una colina literal, sino un símbolo de una nación o un sistema de gobierno.

 

 

 

LOS SIETE REYES/SISTEMAS: LA CRONOLOGÍA DEL PODER GLOBAL

 

La profecía de Jazón armoniza el símbolo al identificar directamente el significado de los siete montes. El mensajero le aclara a Yojanán que los siete montes "son siete reyes. Cinco han caído, uno es, y el otro aún no ha venido" (Jazón 17:10).

Esta es la clave para la sabiduría: el monte (símbolo de reino) se equipará al rey (símbolo de poder soberano o imperio). Los siete montes representan, por lo tanto, una sucesión cronológica de siete imperios gentiles que han tenido dominio histórico sobre la humanidad y han perseguido al pueblo del pacto. El hecho de que la ramera se siente sobre ellos revela que este sistema religioso apóstata ha fornicado, uno tras otro, con la línea completa de poder anti-divino desde la antigüedad hasta el fin de los tiempos.

 

LA SÍNTESIS DEL SISTEMA DE LA RAMERA

 

El análisis contextual, apoyado por las mismas Escrituras, solidifica la identidad de la ramera como un sistema religioso-político transhistórico.

 

1.  LAS MUCHAS AGUAS (Ap. 17:15): Le dan su alcance universal (pueblos, multitudes, naciones y lenguas).

2.  LOS REYES DE LA TIERRA (Ap. 17:2): Le dan su estructura de alianzas (la fornicación ilegítima con el poder secular).

3.  LOS SIETE MONTES/REYES (Ap. 17:9-10): Le dan su legado histórico (el control sobre la sucesión de los grandes imperios mundiales).

 

La Biblia misma establece que los "montes" y las "colinas" representan simbólicamente a los reinos, imperios y gobiernos, no a personas o reyes individuales, sino a sistemas. Por lo tanto, el hecho de que la ramera se siente sobre "siete montes" que son "siete reyes" (Jazón 17:9-10) no se refiere a siete colinas geográficas, sino a siete sistemas de poder que ella ha subyugado o con los que ha fornicado, manifestando su poder sobre el sistema político global.

 

La gran ramera es, en esencia, la manifestación de una apostasía que ha logrado subyugar y unirse a los sistemas de poder político global, ejerciendo un dominio ilegítimo sobre las naciones de la tierra a través de la seducción espiritual.

 

Este análisis contextual, apoyado por las mismas Escrituras, solidifica la identidad de la ramera como un sistema religioso-político que ha pervertido su mandato divino para ejercer un dominio ilegítimo sobre las naciones de la tierra.

 

 

LA IDENTIDAD DE LOS SIETE REYES/MONTES

 

Para desvelar el enigma de los siete reyes (o siete montes), es imperativo recurrir al modelo profético de los imperios mundiales establecido en el Tanaj. El profeta Dani'el nos proporciona el marco de referencia esencial para comprender la secuencia de reinos que dominarían la tierra en oposición al gobierno de YHWH.

 

EL MODELO PROFÉTICO DE DANI'EL

 

En el libro de Dani'el, capítulo 2, la estatua soñada por Nabucodonosor revela una sucesión cronológica de imperios:

 

  • Cabeza de Oro (Dani'el 2:37-38): Bavel (Babilonia).
  •  
  • Pecho y Brazos de Plata: Madai uPars (Medo-Persia).
  • Vientre y Muslos de Bronce: Yavan (Grecia).
  • Piernas de Hierro: Roma.
  • Pies de Hierro y Barro: El reino final, dividido y corrupto.

 

Este pasaje establece el principio de que los imperios mundiales se revelan en una secuencia histórica y profética que culmina en un sistema final. La profecía de Jazón (Apocalipsis) 17:10 se alinea con este modelo al nombrar siete sistemas de gobierno, cinco de los cuales ya habían caído.

 

LA SECUENCIA DE LOS SIETE REYES/MONTES

 

La secuencia de los siete reyes/montes se basa en los grandes imperios gentiles que mantuvieron una relación de dominio (y a menudo de opresión y fornicación) con el pueblo del pacto, Israel, desde el Éxodo hasta el tiempo del fin.

 

No.

Imperio o Rey (Monte)

Período y Característica

Estatus en la Visión de Yojanán (Ap. 17:10)

1

Mitsráyim (Egipto)

El imperio que esclavizó a Yisra'el y con el que Yerushaláyim buscó alianzas impías (Yejezqel 16:26).

Ha caído

2

Ashur (Asiria)

El imperio que dispersó y destruyó las diez tribus del norte de Israel.

Ha caído

3

Bavel (Babilonia)

El imperio que destruyó el Primer Templo y exilió a la nación de Yehudá (la cabeza de oro de Daniel).

Ha caído

4

Madai uPars (Medo-Persia)

El imperio que derrocó a Bavel y, aunque liberó a Israel, continuó ejerciendo dominio.

Ha caído

5

Yavan (Grecia)

El imperio que trajo la cultura helénica y oprimió a Yisra'el, especialmente bajo Antíoco Epífanes.

Ha caído

6

Roma

La potencia que dominaba Yisra'el en el tiempo en que Yojanán recibe la visión. El imperio que ejecutó a Yahushúa.

Es

7

El Reino Final

El sistema que surge después de Roma y que representa la culminación del poder gentil antes del retorno de Yahushúa.

Aún no ha venido

 

LA FORNICACIÓN PROFÉTICA: EL VÍNCULO DE LA RAMERA

 

El profeta Yejezqel establece la clave para entender la fornicación de la que se acusa a la ramera. En Yejezqel 16:25-29, la ciudad de Yerushaláyim (identificada como una "ramera" por su apostasía) es condenada por prostituirse con las naciones y sus dioses, buscando ayuda y seguridad en la fuerza humana y en alianzas paganas en lugar de confiar en YHWH:

 

"...Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, grandes de carne, y aumentaste tu prostitución para provocarme a ira. Fornicaste también con los asirios, por no haberte saciado; y fornicaste con ellos, y ni aun te saciaste. Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán, hasta Caldea..."

 

Este patrón de alianzas impías con los imperios del mundo (Egipto, Asiria, Babilonia) es lo que le da a Yerushaláyim —en su aspecto apóstata y mundano— el título profético de la "gran ramera".

 

Por lo tanto, los "siete montes/reyes" son los mismos sistemas de gobierno con los que Yerushaláyim (el sistema religioso-político apóstata) fornicó a lo largo de su historia, buscando poder terrenal y manifestando su dominio sobre los sistemas políticos globales, culminando en la potencia que existía en el tiempo de Yojanán (Roma) y el sistema final que está por venir.

 

 

El profeta Dani'el nos proporciona un modelo para entender el simbolismo de los reinos o imperios. En Dani'el 2:37-39, YHWH le revela a Nabucodonosor que él es la "cabeza de oro", y después de él se levantarían otros reinos, representados por la plata y el bronce, que dominarían la tierra. Este pasaje establece el precedente de que los imperios mundiales se revelan en secuencia.

 

La revelación de Jazón 17:10 se alinea con este modelo profético al nombrar siete reyes o sistemas de gobierno. Cinco de estos "reyes" ya habían caído en la época en que Yojanán escribió el libro. La secuencia de imperios que tuvo contacto con Yisra'el es clara:

 

1.  Mitsráyim (Egipto): El imperio que esclavizó a Yisra'el.

2.  Ashur (Asiria): El imperio que dispersó las diez tribus del norte.

3.  Bavel (Babilonia): El imperio que destruyó el Primer Templo y exilió a la nación de Yehudá.

4.  Madai uPars (Medo-Persia): El imperio que derrocó a Bavel y permitió el retorno del exilio.

5.  Yavan (Grecia): El imperio que trajo la cultura helénica y oprimió a Yisra'el bajo Antiocus.

 

El sexto imperio, el que "es" en el tiempo en que Yojanán recibe la visión, es Roma, la potencia que dominaba Yisra'el en ese momento y que ejecutó a Yahushúa. El "séptimo" rey, que "aún no ha venido", representa el último sistema de gobierno antes del fin.

 

La "fornicación" de la que habla Yejezqel (Ezequiel) 16:25-29 es una clara metáfora de las alianzas de Yerushaláyim con estos imperios paganos, buscando seguridad en la fuerza humana en lugar de confiar en YHWH. Se prostituyó con Mitsráyim (Egipto), Ashur (Asiria), y Kasdím (Caldea/Babilonia). Este patrón de alianzas impías con los imperios del mundo es lo que le da a Yerushaláyim el título de "la gran ramera". Así, los "siete montes/reyes" son los mismos sistemas de gobierno con los que Yerushaláyim fornicó a lo largo de su historia profética.

 

 

CUADRO COMPARATIVO: LA GRAN RAMERA Y SUS SÍMBOLOS

 

Característica Profética

Pasajes Clave

Simbolismo / Explicación

Conexión con Yerushaláyim

La Ramera / Prostituta

Yejezqel 16:25-29<br>Jazón 17:1

No es alguien que ya era pagano, sino una figura que antes fue fiel pero se apartó. Fornicar significa hacer alianzas impías o cometer idolatría.

En el Tanaj, esta metáfora se usa para describir la infidelidad de Yerushaláyim y el pueblo de Yisra'el a su pacto con YHWH, al adorar ídolos y buscar alianzas con naciones paganas como Mitsráyim y Ashur.

Sentada sobre Muchas Aguas

Jazón 17:15

El mismo pasaje lo explica: las aguas son "pueblos y multitudes, naciones y lenguas". Esto indica que su influencia y dominio se extienden sobre una vasta población mundial.

Yerushaláyim tenía un imperio religioso y sacerdotal. La Ley y la Palabra de YHWH debían salir de ella para todas las naciones (Yesha'yahu 2:3), lo que le daba un dominio espiritual sobre las masas.

Sentada sobre Siete Montes

Jazón 17:9<br>Yirmeyahu 51:25<br>Yejezqel 35:2-3

En las Escrituras, los "montes" o "montañas" representan simbólicamente a reinos, imperios y gobiernos.

Los "siete reyes" son una secuencia histórica de imperios que tuvieron contacto con Yisra'el, desde Egipto hasta Roma, con los que Yerushaláyim fornicó espiritualmente.

Vestida de Púrpura y Escarlata

Jazón 17:4<br>Shemot 28:5-6<br>Yejezqel 16:10-13

La vestimenta de la ramera es una imitación profana de los ropajes del sumo sacerdote, que eran de púrpura, escarlata, oro y piedras preciosas.

Yerushaláyim fue adornada por YHWH con estos mismos símbolos de santidad y realeza, pero los usó para su prostitución espiritual, corrompiendo su papel sacerdotal y profanando lo sagrado.

Ebria de Sangre

Jazón 17:6<br>Matityahu 23:37

No está ebria por vino, sino por la sangre de los santos y los mártires de Yahushúa.

La historia de Yerushaláyim se define por su persecución a los profetas de YHWH, culminando con la crucifixión de Yahushúa y la persecución de sus discípulos, como Esteban. La ramera representa el clímax de esta historia de violencia.

La Gran Ciudad

Jazón 11:8<br>Jazón 17:18

Es el lugar "donde también ejecutaron en el madero al Maestro de ellos". También es llamada simbólicamente Sedom y Mitsráyim por su pecado.

La única ciudad que cumple con esta descripción es Yerushaláyim, la capital donde Yahushúa fue crucificado. Esto la identifica como el lugar de la persecución final y el rechazo del Mesías.

 

Con la evidencia proporcionada y los análisis consolidados, el simbolismo de Bavel la Gran Ramera adquiere una interpretación clara y coherente. El término no se refiere a un imperio o sistema futuro, sino a la culminación de un patrón histórico de rechazo y apostasía.

 

La Gran Ramera representa al sistema religioso de Yerushaláyim del siglo I d.C., que:

 

  • Imita falsamente la santidad, vistiendo ropajes que se asemejan a los del sumo sacerdote.
  • Se ha embriagado con la sangre de los nevi'im y de los santos, continuando el mismo patrón de violencia que Yahushúa condenó.
  • Se ha aliado con el poder secular. En la época de Yojanán, este poder era el Imperio Romano, pero la Bestia, o el sistema de poder mundial, ha evolucionado a través del tiempo. La Gran Ramera continúa fornicando con las diversas potencias mundiales y entidades supranacionales que gobiernan en cada era, demostrando su profunda corrupción y abandono de la fe.

 

Esta interpretación unifica el simbolismo de Yesha'yahu, Yejezqel y el Nuevo Testamento, mostrando que el juicio final de Jazón es la conclusión inevitable de la historia de rechazo de Yerushaláyim. El documento no deja lugar a dudas de que el enfoque no es una potencia futura, sino una realidad histórica y teológica que alcanzó su máxima expresión en la persecución de los primeros creyentes.

 

 

UN LLAMADO A LA REFLEXIÓN Y UNA ADVERTENCIA

 

Este análisis, fundamentado en las mismas Escrituras que la gran ramera ha pervertido, es una invitación a la reflexión y una advertencia. El simbolismo de Bavel la Gran Ramera nos muestra que el peligro no radica en una entidad geográfica distante, sino en un sistema religioso apóstata que opera en un ámbito de gran poder y engaño.

 

Es importante entender que, así como en las distintas confesiones de fe —llámese catolicismo, cristianismo en sus distintas ramas, nazarenos, mesiánicos, raíces hebreas, etc.— existe un remanente, de la misma manera, en la entidad de la gran ramera que hemos dejado al descubierto, hay un remanente. Nuestras peticiones y oraciones deben ser para que este remanente, de todas partes del mundo, sea conservado y no para entidades mundiales, lo cual iría en contra de las mismas palabras de Yahushúa y de lo que el Creador mismo llama fornicar con las naciones.

 

La historia de Yerushaláyim, que culminó en la crucifixión de Yahushúa y la persecución de sus seguidores, nos enseña que el rechazo a la verdad se manifiesta en la hostilidad hacia aquellos que la proclaman. Este es el espíritu de la gran ramera, un espíritu que ha continuado a lo largo de los siglos, engañando a multitudes y corrompiendo a naciones.

 

Aquellos que estudian estas profecías y no logran ver esta realidad en el sistema de su tiempo, son los que el engaño puede alcanzar. Las Escrituras dicen que "estas entidades engañarán a muchos", por lo tanto, la sutileza, el camuflaje y la apariencia de bien es donde se esconde la gran ramera. Hemos analizado las Escrituras y los textos no dejan lugar a duda sobre a quién señalan, por lo tanto, aquellos que han sido avisados, ya no tienen excusa, porque la verdad ha sido revelada.

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