EL TITULO DE
TOTONICAPAN DOCUMENTO ONLINE
En 1834 los habitantes kʼicheʼ de Totonicapán solicitaron al gobernador departamental que persuadiera a Dionisio José Chonay, cura de Sacapulas, para que tradujera el documento al español. La traducción al español se archivó en Totonicapán, donde fue encontrada por el historiador francés Charles Étienne Brasseur de Bourbourg en 1860 Brasseur de Bourbourg hizo una copia del documento y se lo llevó a Francia, donde se lo pasó a Alphonse Pinart, después de la muerte de Alphonse Pinart, esta copia pasó a ser propiedad de Hyacinthe de Charencey, quien produjo una traducción al francés y publicó los textos en francés y español con el Título de LOS SEÑORES DE TOTONICAPÁN: TITRE GÉNÉALOGIQUE DES SEIGNEURS DE TOTONICAPAN. El paradero del documento kʼiche original fue desconocido durante muchos años hasta que el alcalde kʼicheʼ de Totonicapán se lo mostró al antropólogo estadounidense Robert Carmack en 1973.
La sección introductoria del Título incluye grandes partes de la Theologia Indorum, escrita por el fraile dominico Domingo de Vico a mediados del siglo XVI.
LEA
NUESTRO ANALISIS TÍTULO DE TOTONICAPÁN EXPLICADO
LEA NUESTRO ANALISIS LOS
ANTIGUOS EXPLORADORES HEBREOS LLEGARON A LAS AMÉRICAS
LEA NUESTRO ANALISIS LOS MANDAMIENTOS EN PALEO HEBREO EN LA PIEDRA DE LOS
LUNAS NUEVO MÉXICO
En 1973 el
investigador mayista Robert M. Carmack encontró en Totonicapán este documento,
escrito en quiché. Le fue facilitado por el alcalde indígena de Totonicapán, el
que era depositario a través de legados directos de estos manuscritos
coloniales donde se atestigua en términos cristianos e indígenas la cosmovisión
y la historia de los indios. Estos textos son los mismos que en 1834 tradujo el
padre Dionisio José Chonay en sólo dos semanas, a pedido de los indígenas y que
en 1860 fueran descubiertos por el abate Brasseur de Bourbourg quien llevó una
copia a Francia. Adrián Recinos encontró en la Biblioteca Nacional de París
esta copia y la publicó en 1950. La traducción de Chonay es incorrecta y
desgraciadamente Recinos la transcribió de modo literal. Los fragmentos que
aquí presentamos corresponden a una nueva versión, traducida directamente del
Quiché: "El Título de Totonicapán", Universidad Nacional Autónoma de
México, Centro de Estudios Mayas, Robert Carmack y James L. Mondloch.
Está claro
que tanto la traducción del padre Chonay, como ésta, están sacadas del mismo
manuscrito que aún conservan los indígenas de Totonicapán. Pero lo interesante
del caso es que en la versión apresurada de Chonay (publicada por Recinos) no
figuran los textos que aquí presentamos bajo el acápite de 1a. parte, puesto
que el traductor no creyó útil ni necesario hacerlo porque consideró se trataba
de glosas bíblicas sin importancia. Muy lejos de ello, el destacadísimo valor
del documento radica precisamente en esta primera parte cosmogónica, de
síntesis cristiano-indígena, la cual aclara lo que aquí denominamos 2a. parte,
la que por cierto lleva muchos más elementos de la cosmovisión autóctona. Causa
admiración la comprensión de los caciques y chamanes acerca de la teología cristiana
y su esoterismo, es decir la teosofía cristiana, la que no parece oponerse sino
más bien conjugarse con el propio pensamiento indígena, pues ambos responden a
un idéntico modelo y a una misma sophia perennis. Esto no sólo está presente en
el Título de Totonicapán sino que se evidencia en muchos otros escritos
provenientes no exclusivamente del área maya. Pero en el texto que ahora
publicamos se hace patente esa síntesis doctrinal entre ambas tradiciones, que
a los ojos de los naturales eran análogas y se correspondían. Por otra parte, y
ya en la época en que este texto fue escrito (1554) los indígenas sabían a qué
atenerse respecto a la invasión española y seguramente habían tomado conciencia
de que la única manera en que pudiera perpetuarse la sabiduría de su propia
tradición, o sea, lo que les había dado identidad como pueblos, era bajo la
forma cristianizada, con la que coincidían en lo esencial, al punto que los
españoles pensaron que los nativos tenían su mismo tronco religioso, a saber,
que habían sido ya evangelizados o bien descendían de los judíos como ellos, lo
cual el lector podrá ver afirmado en este texto indígena. Verdadera síntesis, y
no sincretismo (en realidad los sincretismos comienzan a aparecer a partir del
siglo XVIII), el Título de Totonicapán es tal vez el documento más importante
de los que describen desde épocas tempranas la cosmogonía y la teogonía de los
indoamericanos, expresada ya en términos cristianizados, los únicos bajo los
que podía subsistir ahora la energía espiritual de la tradición arcaica, lo que
garantizaba la supervivencia de su cultura, por ende, de su vida; no había otra
alternativa posible considerando "los signos de los tiempos" (que los
chamanes y profetas conocían al dedillo), ni la abrumadora superioridad material
de los conquistadores evidenciada en todos los órdenes.
El amanuense
es anónimo pese a que se menciona a un tal Diego Reynoso que parece haber sido
el que copió la última parte. La naturaleza de estos textos es tal que ha
llevado al estudioso René Acuña a pensar que fueron redactados por Fray Domingo
de Vico, culto autor de la Teología Indorum, lo cual es inaceptable desde
evidentes y numerosos puntos de vista.
Dada la
obvia importancia de este texto que trasciende su valor histórico hemos querido
ofrecerlo a nuestros lectores, interesados en la metafísica y la gnosis, en la
magia, la fenomenología de las religiones y la Cosmogonía Perenne,
presentándolo así a un público más vasto de aquél a que fue dirigido –etnólogos
y filólogos en particular y mayistas en general– en una edición reducida y de
difícil ubicación. De otro lado, queremos recordar aquí que nuestro propósito
al publicar estos textos es el de difusión de unas culturas muy poco o mal
conocidas aún, salvo por los expertos. No están por tanto impresos con
propósito "erudito", sino al contrario creemos que estos escritos
sagrados están vivos (como otros varios) en sí mismos, en cuanto son
transmisores de la palabra revelada, lo cual es corroborado en este caso por la
antropología ya que subsisten la cosmogonía y costumbres de este pueblo, cuya
vida se ha articulado mediante este libro. Por lo que debemos prescindir de las
extensas y sabias notas de los autores, a las que remitimos a aquéllos que
quieran estudiar en profundidad el Título de Totonicapán.
PRIMERA
PARTE
Este es el
segundo capítulo del gran cuento, llamado Paraíso Terrenal la tierra de
amarillez y verdor. Escuchen, ahora les voy a contar cómo era el Paraíso
Terrenal. En el primer capítulo, les voy a decir solamente cómo se determinó el
orden de los días en los que fueron hechas unas obras por Dios el gran Señor.
El primero
de éstos es el domingo. En él, Dios el gran Señor creó una luz grande.
El lunes el
segundo día, los nueve pisos del cielo recibieron la vida por Dios el Señor.
Los nueve giran sobre la Tierra, y giraban todos los días; allá en el primer
nivel se movían. Eternamente estaban asentadas sus casas y su pueblo todos los
días.
En el tercer
día creó todas las montañas y llanuras, los árboles y las piedras; todo empezó
a existir el martes.
El
miércoles, el cuarto día, la luz del sol y de las estrellas fue dada por Dios
el Señor. Entre las grandes estrellas, el sol y la luna fueron señales del día
y de la noche.
El jueves,
el quinto día, fueron creados los peces en las aguas, junto con las aves.
Fueron creados los peces pequeños y grandes.
El viernes,
el sexto día, fueron creadas las serpientes pequeñas y grandes. Todos los
animales de la Tierra fueron creados por Dios el gran Señor, así fueron creados
el viernes.
Y así
recibió vida toda la creación de Dios durante unos días. "Engendren,
aumenten, y multiplíquense", dijo Dios el Señor a sus criaturas. Así
fueron aconsejadas todas las criaturas por Ts'akol-Bitol. Ahora empezamos a
contar el ordenamiento del Paraíso Terrenal. Entonces fue hecha la Tierra
cuando se ordenó lo que llamamos Paraíso. "Así voy a empezar a
ordenarlo".
Este cuarto
capítulo relata lo concerniente a los nueve grupos, y los nueve niveles de
ángeles. En verdad, fue buena y hermosa la formación, la creación de los
ángeles por Dios el Señor. Ellos llegaron a constituir nueve divisiones, nueve
grados; es decir, nueve niveles. En verdad, fue bueno y hermoso cómo fueron
ordenados, y llegaron a ser varios niveles. En el principio, todos los primeros
ángeles recibieron sus nombres. Entonces, fue nombrado cada uno de ellos en
cada grado y división. También cada grupo de ángeles tenía su nombre.
Este es el
nombre del primer nivel, del primer grado: Arcángeles. El segundo, el de los
Principados; el tercero, el de las Potestades; el cuarto se llama el de las
Virtudes; el quinto, el de las Dominaciones; el sexto, el de los Tronos; la
séptima división, la de los Querubines; el octavo grado, el de los Serafines;
la novena división, la de los Espíritus Angélicos. Estos son los nombres de
cada grupo del pueblo. Ellos están sobre los varios niveles y divisiones donde
se encuentran los nuevos tronos del gran Señor, Dios en el Cielo.
Estos son
los nombres de cada uno de los ángeles. Sólo uno o dos de ellos eran
superiores, San Miguel Arcángel, el más destacado, y San Gabriel, el otro. El
tercero se llama San Rafael; el cuarto es San Uriel; (los demás son) Jeremíu,
Ronumiel, Pamiel, Romiel, Samiel, Asael, Sejutiel, Jorchiel, y Escatiel. Y sólo
sus nombres son conocidos. Esta es la composición de los ángeles que acabamos
de nombrar. Ellos son amadores y adoradores de nuestro Dios.
Ahora vamos
a decir los nombres de Adán y Eva. En el quinto capítulo están los nombres de
Adán y Eva, el primer hombre y la primera mujer, nuestra madre y nuestro padre.
Esta es la
concepción y la creación de la gente cuando fue hecha en el corazón de nuestro
Dios, debido a que el cielo estaba vacío.
Fue vaciado
por Lucifer cuando se engrandeció junto con sus compañeros pecadores. Y Dios el
gran Señor dijo: "(La situación) no se compone, por tanto es necesario
vaciar la casa del cielo. Yo haré sustitutos de los que moraban en la casa del
cielo", dijo nuestro Dios.
Entonces la
gente fue formada por nuestro Dios. Nuestro Dios usó tierra. De la tierra sacó
la materia de la gente, es decir, su carne; y muy pronto fueron formados sus
manos y pies. Fue terminada la creación de la boca, los ojos, las orejas y la
nariz. Empezaron a existir su cuerpo y venas. Los dedos fueron añadidos a los
pies y manos. Empezó a existir, a tener carne; empezó a existir la piel;
empezaron a existir las uñas. Fue añadida su humanidad; ésta llegó a ser carne.
Cuatro
elementos fueron mezclados para formar su carne: tierra, fuego, agua y aire. La
tierra fue usada para su carne, el agua para su sustancia y también su sangre;
y del fuego fueron sacados su calor y sudor. El aire fue usado para su
respiración. Y así, de cuatro materiales fue formada la carne humana. Dios la
hizo hermosa.
Y después él
dio gracias a Ts'akol-Bitol: "Gracias a vosotros Madre, Padre, que me
formasteis, que me creasteis", dijo a Dios.
A
continuación fueron creados dos grandes zapotales. Nuestro Dios creó en medio
del Paraíso Terrenal un zapotal, "el árbol de la vida". "Quien
coma de su fruto vivirá para siempre", dijo nuestro Dios. Había otro
zapotal llamado "el árbol de la sabiduría". Este fue llamado de este
modo porque quien lo comiera señalaría lo bueno, conocería lo bueno y lo malo.
Empezaron a existir estos dos zapotales.
El cuarto
capítulo trata sobre cómo Adán fue puesto en el Paraíso Terrenal por nuestro
Dios. "Aquí harás tu hogar", dijo nuestro Dios. "Es decir, aquí
radicarás", le dijo nuestro Dios. Y entonces fueron llevados delante de él
(Adán) los animales pequeños y los grandes por nuestro Dios. "Nómbrales,
ponle nombre a cada uno de ellos", le dijo Dios el gran Señor. Sólo Adán
fue formado y creado por Dios, y tenía una gran felicidad, una gran paz. Dios
le dio felicidad y paz; todos los deleites, dulzuras y fragancias del Paraíso
Terrenal eran suyos. En él había dos pájaros, "palomas", que chupaban
dulce. Eran sus consoladores.
Entonces
Adán pensó y dijo a nuestro Dios: "Vos sois Dios, el gran Señor. Ojalá me
diérais una compañera alegre, una compañera con quien hablar, una compañera con
quien platicar. Yo soy formación y creación vuestra", dijo a nuestro Dios.
Entonces Dios oyó que el corazón de Adán lloraba. (Por eso) fue dada su
compañera. Adán fue adormecido por Dios el gran Señor, y dormía cuando él le
sacó una costilla. Del lado izquierdo le fue quitado un hueso, una costilla. Y
llegó a ser una mujer. Muy pronto quedó hecha por el gran Señor Dios.
Inmediatamente le dio un espíritu. Ella ya estaba formada cuando despertó Adán,
cuando él fue despertado por un ángel de Dios: "Adán, despierta, habla con
tu esposa, tu amada, tu querida", le dijo el ángel de Dios a Adán.
Entonces él dio gracias a Dios; "Gracias a Vos mi Ts'akol-Bitol, porque me
dísteis una compañera", le dijo a Dios el gran Señor. E inmediatamente
Adán habló con la mujer, Adán dijo a la mujer: "Tú eres mi hueso y mi
carne. Has salido de mi carne", le dijo a la mujer. Entonces Dios el gran
Señor los casó: "Mira a tu marido, mira a tu esposa. Estímense uno a otro,
tengan misericordia uno de otro; ámense, engendren hijos", les dijo. Así
Adán fue aconsejado junto con Eva. Por nuestro Dios, ella llegó a ser la esposa
de Adán.
Entonces
fueron aconsejados respecto al zapotal prohibido. "Les dejo mis
prohibiciones, mis mandamientos. No coman el fruto del zapotal prohibido, el
zapotal de la sabiduría, no vayan a morir por él. En cambio, si comen del
zapotal de la vida, vivirán eternamente", les fue dicho a Adán y Eva por
nuestro Dios. Después fueron engañados por el diablo engañador, ya que él estaba
enojado porque la casa del cielo había sido dada y regalada a Adán y Eva.
Entonces vino a tentar a Eva para que comiese del zapotal prohibido. El diablo
se transformó en ángel con cola de serpiente.
"Eva,
come el fruto del zapotal de la sabiduría", le dijo. "No quiero,
porque nos quedó prohibido por Dios", -- respondió ella. "Que no se
pruebe el fruto para que no sea burlado su enviado, y que no se termine
eso". "Es así porque Dios lo ha escondido; él quiere que no se complete
vuestra sabiduría. Comedlo", dijo (el diablo). Y así el zapotal prohibido
fue comido por Eva. Este fue el origen del pecado y de la guerra por causa de
ellos.
Entonces
fueron echados del Paraíso Terrenal. Y llegaron aquí al mundo de dolor, de
pena, de hambre y de sed; al lugar del llanto, al lugar del dolor de parto.
Entonces pidieron hijos a Dios el gran Señor. Lloraban sus corazones, lloraban
y oraban cuando pidieron sus hijos. "Dadnos hijas e hijos", le
dijeron, "que sean muchachos y muchachas", dijeron a nuestro Dios.
Entonces les fueron dados sus hijos. Dios oyó que lloraban sus corazones y que
gemían sus entrañas.
En otro
capítulo se mencionan tres nombres: Caín, Abel y Set; todavía no tenían hijos
Adán (y Eva) cuando salieron del Paraíso Terrenal. Pero Dios les dio rápidamente,
y nació Caín, y después Abel. Eran dos muchachos, hermanos menores. Nacieron
los hijos de Adán. Y sus hijos inmediatamente pecaron.
El primero
fue Caín, el primogénito, quien era muy pobre. Dios le dio riquezas a Abel, lo
cual disgustó a Caín, y éste mató a su hermano menor secretamente. Abel fue muy
querido por Dios, porque le ofreció lo mejor de sus cosechas. Pero Caín sólo
ofrecía a Dios las mazorcas que habían quedado olvidadas.
Y Abel
reclamó su sangre delante de Dios. Y así fue castigado el pecado de Caín. El no
tuvo una buena muerte. Un cazador (que) estaba en las milpas le disparó con la
honda. Entonces fue visto por el cazador Turnio, quien no veía bien, y cuando
tiró creyó ver un venado. En esta forma Dios castigó el pecado (de Caín). El cazador
no era culpable. Escuchen la historia del primer pecado que cometieron los
hijos de Adán y Eva.
Estos fueron
los hijos de Adán: Caín y Abel; y después éstos fueron los hijos de Caín y
Abel: Noé y Matusalén. Estos, los de Noé: Sem, Cam y Jafet.
Y éste es
otro capítulo del cuento que trata sobre cómo fue cambiada por Dios la lengua a
los hijos de Noé. Se produjo el primer diluvio (delante de Noé). Noé ya había
muerto cuando sus hijos proyectaron construir un gran edificio, un gran fuerte
que llegara hasta el cielo. "Si se produce otra vez un diluvio, aquí
estaremos a salvo", dijeron, cuando fueron corregidos por nuestro Dios.
Entonces Dios los juzgó, y nuestro Dios les cambió la lengua. Su lengua se
convirtió en trece lenguas. Y después ya no entendieron sus lenguas unos a
otros. Y así ocurrió como fueron divididos por nuestro Dios.
Estos son
los hijos de Sem, Cam y Jafet: Abrahán, Isaac, Esaú y Jacob. Y éstos son los
hijos de Jacob: Rubén, Simón, Leví, Judá, Isacar, Zebulón, Samín, Dan, Gad,
Betalén Aser y Joseph. Después nació Jacob, quien fue nieto de Adán, e hijo de
Abrahán. Y Canaán es el nombre del cerro donde Jacob estuvo con sus hijos.
Después llegaron aquí, y en aquel entonces llegaron allá en Egipto. Por
cuatrocientos años estuvieron los nietos de Jacob allá.
Entonces
nació Moisés, entre los hebreos nació. Moisés estaba pastoreando ovejas cuando
fue llamado por Dios el Señor, quien estaba en un arbusto que no se quemaba. Es
decir, no se quemaban las hojas del arbusto donde estaba Dios el Señor.
Entonces llamó a Moisés: "Moisés, Moisés, ven conmigo, ven a verme, ven a
oír mis palabras", le dijo Dios el Señor. Entonces Moisés llegó donde
estaba el arbusto, y vio que ardía con fuego. "Quítate y deja tus
sandalias, y luego ven aquí conmigo", le dijo Dios a Moisés. Entonces le
dijo a Moisés: "Anda a Egipto con el Faraón, anda a traer a mis amados, a
mis queridos israelitas", le dijo a Moisés. Moisés contestó: "Yo no
soy competente para hablar con el señor Faraón; yo no soy más que un amigo de
la pobreza. Que vaya uno de los grandes profetas, Señor", le respondió
Moisés al Señor Dios. "En verdad, irás. Di mis palabras al Faraón. No
tengas miedo, estoy contigo", le dijo Dios el gran Señor a Moisés.
Entonces Moisés fue donde el Faraón, acompañado por su hermano menor, Aarón. No
tenía armas, llevaba sólo el bastón que usaba para pastorear ovejas.
Entonces
Moisés se fue y llegó con Faraón y le dijo las palabras del Señor. Dijo Moisés:
"Vos sois el rey Faraón. Yo soy compañero de los queridos, los amados de
Dios, los israelitas. Así es el mandato (dado) por Dios", dijo Moisés a
Faraón. Pero Faraón no obedeció las palabras de Moisés.
Entonces se
produjeron siete grandes plagas; siete veces Dios mandó grandes plagas. Y
fueron consideradas milagro por los egipcios y Faraón. Entonces el bastón de
Aarón se convirtió en culebra, y en el segundo día el río se convirtió en
sangre. En el tercer día fueron creados sapos, ranas y alacranes. Y la cuarta
vez fueron creados mosquitos, tábanos, polillas y moscas, toda clase de
insectos que pican. La quinta vez fue creada otra mosca. La sexta vez se
produjeron un fuerte granizo y un rayo, el cual desató a una gran culebra que
estaba atada a un árbol. Entonces Dios el gran Señor causó una gran oscuridad y
murieron los primogénitos de los egipcios. Después fueron liberados los
israelitas por Faraón: "Moisés y Aarón, idos antes de que muramos por
vuestra causa", dijo Faraón.
Así vinieron
los hijos de Israel, los del pueblo de Dios. Los hijos e hijas de Israel, los
de Canaán, es decir nosotros los hebreos vinimos con grandes sufrimientos.
Entonces fueron llevados por Moisés, y llegaron a la orilla del mar. Luego dijo
Dios a Moisés: "Tira doce piedras (?) al mar, y recógelas". Entonces
el mar fue secado por Dios el gran Señor. Doce caminos grandes había en el mar,
y pasamos a este lado. Sólo faltaba un poco para completar nuestros cuatro
grupos de gente, de nosotros las hijas y los hijos de los israelitas, de los
cananeos, nosotros los hebreos. Así fue nuestra venida de la salida del sol.
Ahora voy a
contar el paso hasta aquí a través de Paq'uim, Paq'uechelab; y después por
Xelimcuts, Chimaracow, C'aylajá. Posteriormente, salieron y llegaron allá a un
lugar que se llama Xim; y salieron de allí y llegaron a Panpitín. Allí se
vengaron los hebreos y vencieron a los de Amalec. Después llegaron los hijos de
Jacob en Chic'atés, y allí murió María, la hermana de santo Moisés. El ya
estaba en Moab, cerca de Canaán, cuando pasaron el Jordán. Entonces Jericó fue
conquistado. Y después Joseph se enseñoreó sobre ellos. Murió Josué en el río y
la tierra de Canaán.
El nombre de
Samuel fue el vigésimo gran nombre. El cuarto capítulo se refiere a la
permanencia de Saúl en el señorío. El vigésimo sexto gran nombre es el del
joven David. El nombre de Salomón, con muchos otros fue el vigésimo séptimo
gran nombre. El vigésimo octavo gran nombre es el de los profetas y patriarcas:
se llaman Elías, Eliseo, Daniel, Isaías y Jonás.
El décimo
capítulo es el del retorno de los judíos a las montañas que se llaman
Jerusalén, cuando vinieron de Babilonia y Asiria. El décimo primer capítulo
narra lo sucedido cuando aún no llegaban las diez parcialidades (tribus) de
Israel a sus montañas. Allá de sus montañas vinieron, y sus parcialidades
vinieron a morar en Babilonia. Los hijos de Jacob pertenecían a un mismo
linaje, a una sola parcialidad, y una sola colectividad de parcialidades. Ellos
solos ocuparon Jerusalén.
Y las diez
parcialidades se fueron de Asiria por orden de Salmanasar. No estaban allí, y
de nuevo volvieron. Allí desapareció la historia de ellos; en ningún lugar se
manifestaron allí; en verdad, eran muchos los que llegaron, y no todos
volvieron. Adoraron a la madera y piedra, y así pecaron. En su maldad fueron
desterrados por Dios el gran Señor.
Este es el
nombre del cerro donde fueron ordenados, y donde pasaron:
Mará se
llama el primer cerro cuando pasamos aquí desde el otro lado del mar; el
segundo fue Xelimcuts; el tercero Sín, el cuarto Rabiq'uín; el quinto Xiney; el
sexto Caxerot; el séptimo Chic'atés; el octavo Etón; el noveno Jor; el décimo
Chiboch; el undécimo Chiabatín; el duodécimo Saret; el décimo tercero Arnón; el
décimo cuarto Matán; el décimo quinto Xchamel; el décimo sexto Bemot; el décimo
séptimo Chimoab.
Ahora
(relataremos) la permanencia y el traslado de ellos (los israelitas) por Dios
el gran Señor, y la conquista de los cananeos, los hebreos y los israelitas.
Tenían tres nombres: israelitas, cananeos y hebreos se les llamaban a nuestros
abuelos y padres. Ahora contaremos nuestro principio, nuestra permanencia y
nuestra venida aquí desde donde sale el sol. "Escuchadme, y os lo
aclararé. Os voy a contar vuestra historia". En guerras se perdieron
nuestros abuelos y padres, los nietos e hijos de Adán y Eva, Noé, Abrahán,
Isaac y Jacob, porque olvidaron a su Dios. Por eso fueron aborrecidos por Dios
el gran Señor.
Y fue en el
Paraíso Terrenal donde fuimos formados y creados por Dios el gran Señor. No
estimaron su nombre debido a sus pecados. Y lo llamaron Sewán Tulán y
Sineyetón, dice la historia. Y éste es Wukub Pec, Wukub Siwán que
verdaderamente fue en la cueva, en la barranca donde durmieron en el oriente.
Moraban allí antes de venir. Tal vez, entonces, se perdieron en Asiria por
causa de Salmanasar.
Este es otro
capítulo que voy a relatar, el de la composición del señorío, es decir, el
principio de la historia, el cuento del cerro amarillo, del cerro verde del
territorio en Pasewán Patulán, y la escritura llamada "de la cueva, de la
barranca de Tulán".
Entonces
cayeron en la mentira, y llamaron "un joven" al sol, y a la luna,
"una doncella". Junajpú llamaron al sol, Xbalanquej a la luna. Usic'
Q'uik'ab les dijeron a las estrellas.
Nosotros
somos descendientes de los israelitas, de San Moisés. De las parcialidades de
los israelitas salieron nuestros abuelos y padres. Vinieron de donde sale el
sol, allá en Babilonia (donde) celebraron rituales con el señor Nacxit; (tal
fue) el origen de nuestro linaje.
Entonces, la
gente mágica proyectó su venida. Su mirada llegaba lejos, al cielo y a la
tierra; no había nada que se igualara con lo que ellos vieron bajo el cielo.
(Eran) los grandes, los sabios, los jefes de todas las parcialidades de Tecpán.
Así fue su venida del otro lado del mar, de Tulán, de Sewán.
Ahora
(daremos) los nombres de la primera gente, los primeros q'uichés; eran cuatro
personas: el primer señor es Balam Q'uitsé, nuestro abuelo y padre de los
Cawekib; el segundo señor fue Balam Ak'ab, el abuelo y padre de los Nijayib; el
tercer señor fue Majucotaj, el abuelo y padre de los Ajaw Q'uichés; el cuarto
señor fue Iquí Balam. Eran los primeros q'uichés.
Cakapalumá
fue el nombre de la esposa de Balam Q'uitsé, el primer señor; Sunijá el nombre
de la esposa de Balam Ak'ab, el segundo señor; la esposa de Majucotaj, el
tercer señor, fue Cakixajá. Iquí Balam era un joven cuando vino de donde sale
el sol.
Este es el
segundo grupo quiché, se llama Tamub. Los primeros señores (tamubes) son
C'opichoch, C'ochojlán, Majq'uinaló, C'ok'anawil. Eran sólo cuatro personas, el
verdadero origen de los señores tamubes, de los Cakoj y Ek'omak'. Ellos eran
testigos mutuos de este libro. Ellos vinieron a morar aquí del otro lado del
lago, del otro lado del mar, de donde sale el sol en Tulán y Sewán.
El tercer
(grupo) quiché fue el de los Ilocab. Sólo constaba de cuatro personas, los
primeros señores llamados Chiyatoj, Chiyats'iquín, Yolchitum, Yolchiramak',
Ch'ipel Canmuk'el. Estos fueron los abuelos y padres de los señores K'alé,
Sic'a y Juanijá de los Ilocab.
Estas parcialidades
de los q'uichés tenían una sola lengua y unidad. Son descendientes de los
israelitas, de nosotros la gente q'uiché que vinimos de Babilonia donde sale el
sol.
En esta
forma vinieron de donde sale el sol, y cuando fueron traídos, sus jefes eran
Balam Q'uitsé, Balam Ak'ab, Majucotaj e Iquí Balam. Vinieron cuando el señor
Nacxit les dio el Pisom C'ac'al.
Cuando
vinieron aquí estaban desnudos, estaban descubiertos, sólo tenían sus
taparrabos y armaduras de malla. Cuando llegaron a la orilla del mar, Balam
Q'uitsé tomó su bastón y golpeó el mar. Inmediatamente el mar se secó, y se
convirtió en arena lisa. Así, los tres grupos de los primeros q'uichés, junto
con los trece grupos de parcialidades de Tecpán que seguían tras ellos, pasaron
hacia acá. No más pasaron el mar cuando éste se cerró. En verdad, dijeron que
fue un acto de amor hecho por Dios hacia ellos, porque rezaron a un solo dios,
a Ts'akol-Bitol, en medio del cielo y la tierra. Porque ciertamente eran
verdaderos descendientes de Abrahán y Jacob.
Entonces
pasaron hacia acá desde el otro lado del mar. Trajeron raíces de árboles y de
bejucos; no tenían comida ni bebida. Sólo olían las cabezas de sus bastones, y
en esa forma consolaban sus corazones cuando vinieron.
Llegaron
aquí a la orilla de un lago pequeño, en Nimsoy, Carchaj. Allí construyeron
edificios. Había en este lugar pájaros rojos y azules, patos negros, papagayos
amarillos y verdes, plumas amarillas, pájaros amarillos. Pero no se hallaron en
este lugar y lo dejaron abandonado.
Después
trajeron las raíces de árboles y bejucos y llegaron a Chixpach. Dejaron una
seña en Jaayín Abaj.
Entonces
vinieron de allá, y llegaron a la cima de un gran cerro llamado Chiq'uiché,
donde tardaron (por algún tiempo).
Posteriormente,
dejaron el cerro Chiq'uiché, y llegaron a la cima del cerro llamado Jak'awits
Ch'ipak', donde todos se establecieron. También allí permanecieron los
sacrificadores, Balam Q'uitsé, Balam Ak'ab, Majucotaj e Iquí Balam. Se
acompañaban unos a otros, junto con los de Tamub e Ilocab, con las trece
parcialidades de Tecpán.
SEGUNDA
PARTE
Escuchad
cómo fueron puestas en orden (las cosas). Voy a relatar con cariño acerca de su
existencia. Yo, Diego Reynoso, el Popol Winak, el hijo de 1 Noj, voy a
escribirlo. Ahora empezaremos a relatar (nuestra historia) otra vez.
Esto es cómo
se fueron por segunda vez las tres gentes transformadoras a donde sale el sol.
Se llaman C'ocaib, C'ok'awib, C'oacul y Acutak', los que se fueron a donde sale
el sol delante del señor Nacxit. Se fueron a recibir el señorío: el trono del
león y del jaguar, la flauta, el tambor; los señoríos de los señores Ajpop,
Ajpop C'amjá, K'alel y Atsij Winak.
Se fueron
los Nim Ch'ocoj Cawek. Llegaron a ser los que se sentaban en las bancas. Nunca
los designaron (como) grandes ayunadores o atormentadores, y no tenían señorío.
Se fueron a
traer el mandato para el señor Balam Q'uitsé y llegaron delante del señor Nacxit.
Suplicaron el mandato del señor Nacxit y juntaron (los símbolos) del señorío
dados por el señor Nacxit.
Entonces
volvieron por acá C'ocaib y C'ok'awib con los Nim Ch'ocoj Cawek. Así cumplieron
el mandato. "Se completó lo que hicimos: vinieron el señorío y la
señal", dijeron. Cumplieron con su mandato.
Nunca
designaron con piquetes (a estos) grandes principales de Ajts'isomchá,
Ajcuc'umam, C'aam, los que hicieron ayunos y tormentos por nueve meses, por
trece meses; eran los tormentos del señorío.
Entonces
juntaron para Balam C'onaché el palio de plumas de quetzal, el palio verde, el
trono de león, el trono de jaguar, la flauta, el tambor, las piedras negras y
amarillas, la cabeza y las patas de venado, los huesos de falange de águila y
jaguar, el caracol, la red de tabaco, las plumas de garza, la cola de buitre,
el brazalete, las trenzas, la piedra de hongo, (todas) las señales del señorío
fueron juntadas y traídas por los (que se fueron) de donde sale el sol.
"Que sean elegidos nuestros señores, como una señal", les fue dicho a
los mensajeros.
El señor
Ajpop tiene cuatro palios sobre su trono, plumas verdes, una flauta y un
tambor. Ajpop C'amjá tiene tres palios sobre él. El Nimá Rajpop Achij, dos
palios, y el Ch'utí Rajpop Achij, sólo uno.
(Los otros
oficiales) tomaron (estas señales) en Paxicajá, pero no tienen flauta o tambor
porque sólo son hijos de los que después llegaron a ser los señores del
señorío. Entonces llegó aquí el señorío eterno, el que vino de donde sale el
sol.
Llegaron las
bancas del K'alel, la del Atsij Winak, la del Nim Ch'ocoj, la del K'alel
C'amjá, la banca del Nimá C'amjá.
Había cuatro
Atojil, tres Ch'ocoj, tres Utsampop, tres Yocaljá y muchos Popcamjá detrás del
señor q'uiché.
Entonces
llegaron las bancas de Atsij Winak, la del señor Lolmet, la del señor Nim
Ch'ocoj, la del señor Jak'awits, y la del Ajaw Q'uiché. Había sólo tres grandes
Ch'ocoj, los creadores de la banca. Recibieron su autoridad en compañía de los
señores Upop y Uc'amjá. En el lugar donde sale el sol les dieron estos nombres
del señorío quiché, los Pop q'uiché C'amjá q'uiché.
Entonces se
consolaron grandemente Balam Q'uitse, Balam Ak'ab, Majucotaj e Iquí Balam,
porque sus hijos mejoraron el señorío en el cerro de Jak'awits Ch'ipak'.
Ahora,
escuchad (lo que os voy a decir) acerca de los sufrimientos que pasaron
nuestros abuelos y padres debido a sus ayunos y tormentos. Balam Q'uitsé y
nuestros abuelos, nosotros los Cawek, se hallaban sobre el cerro Jak'awits.
Balam
Q'uitsé, Balam Ak'ab y Majucotaj comenzaron a engendrar hijos, pero Iquí Balam
murió cuando era joven. Estos son los hijos de Balam Q'uitsé: los primeros
hijos fueron C'oc'ojá, junto con C'oraxonamak'. C'oc'ojá y C'oraxonamak'
engendraron hijos, engendraron a los Ts'iquín. Los Ts'iquín engendraron hijos
de la cuarta generación, llamados Ajcán.
De la quinta
generación eran C'ocaib y C'ok'awib, engendrados por los Ajcán. C'ocaib
engendró cinco hijos: Quejnay, C'oyoi, Xmaiquej, Chocoy y Lak'amal. C'ok'awib
engendró a C'onaché, el hijo ilegítimo; Tsipitawar fue el nombre de su mujer.
Los hijos de
la sexta generación se fueron a traer el señorío de donde sale el sol.
Estos
consejos fueron dados a Balam Q'uitsé y Balam Ak'ab por Tojil, Awilix y
jak'awits: "Señores, sólo falta un poco para que amanezca. Prepárense para
sacarnos de aquí. Por misericordia póngannos dentro de un bosque escondido y
allí nos hablarán. Porque viene una gran luz, junto con el sol, la luna y las
estrellas. Así nos harán visibles", dijo Tojil a Balam Q'uitsé, Balam
Ak'ab, Majucotaj e Iquí Balam.
Entonces
Balam Q'uitsé obedeció, y Tojil fue llevado dentro de un gran bosque. Desde
entonces el bosque se llamó Patojil y había allí por doquier águilas, jaguares,
culebras cascabeles y cantiles. Y se encontraba allí el ídolo de Balam Q'uitsé.
El ídolo de
Balam Ak'ab fue llevado a Pawilix, al bosque escondido.
El ídolo de
Majucotaj se quedó allí mismo sobre el cerro de Jak'awits, y estaba allí cuando
amaneció. En esta forma se alegraron cuando esperaban la aurora sobre el cerro
jak'awits. Siempre hacían gestos hacia la faz del sol cuando esperaban la
aurora.
Cuando
amaneció, primero salió la gran estrella que guía el camino del sol. Después
salió el sol, amaneció. Entonces cantaron los pájaros; el primero fue el ajpop
Queletsú. Allí vieron el sol y la luz sobre el cerro de Jak'awits. Después
alabaron, dieron gracias y cantaron.
Más tarde,
desataron los copales que habían traído amarrados desde donde sale el sol,
junto con las redes de tabaco. Dieron gracias y abrieron los copales y éstos
servían para dar gracias.
El
Casiwastán era el copal de Balam Q'uitsé, Mistanpom era el de Balam Ak'ab y
C'abawilpom, el de Majucotaj.
Al quemar
(sus copales, dijeron): "Dos veces gracias, tres veces gracias, a ti
Ts'akol, a ti Bitol, tú el Centro del Cielo y de la Tierra, tú los Cuatro
lados, las Cuatro esquinas. Gracias por la aurora que acabamos de ver, por el
esclarecimiento, el sol y la estrella. Gracias a ti, nuestra Montaña de Tulán
Siwán, montaña muy amarilla y verde". Así dijeron cuando quemaron sus
copales.
El humo de
sus copales subió al cielo. Inmediatamente se enderezó y se fue hacia donde
sale el sol; era una señal que llegó hasta las montañas (de Tulán). Y llegaron
sus súplicas delante del señor Nacxit. Así dijeron: "Ojalá que hubiéramos
estado junto con ustedes cuando vimos el sol y la luz, con ustedes, nuestros
hermanos mayores y menores de Tecpán, ustedes, que se quedaron en nuestras
montañas, en nuestras llanuras". Así eran las súplicas de nuestros abuelos
y padres cuando vieron la aurora, y dieron gracias. Estaba claro cuando se
asolearon sobre los árboles y cerros. Este fue el principio del sufrimiento de
nuestros abuelos y padres.
Después de
la aurora aconsejaron a sus hijos: "Hijos nuestros que ya se han
completado y multiplicado, reciban este Pisom C'ac'al. Guárdenlo por el momento
en una forma ordenada. Todavía no hemos encontrado nuestras montañas donde
surgirán el poder y la gloria.
Allí se
abrirá esta señal del señorío que vino de donde sale el sol. Sigan engendrando
hijos que lograrán poder y gloria, los Ajpop, Ajpop C'amjá, K'alel y Atsij
Winak. Así tiene que suceder porque vamos a morir, a desaparecer, a irnos, a
volver (a nuestro hogar). Los dejamos en paz, ya no hay guerra por parte de las
parcialidades de guerreros. No estén tristes, cuiden a sus madres", así
les dijeron.
No estaban
enfermos cuando dieron estos consejos, sino que se hallaban bien al entrar la
noche. Pero cuando amaneció ya no estaban; de repente desaparecieron.
Que no se
aflija quien escuche estas palabras. De verdad, Balam Q'uitsé, Balam Ak'ab,
Majucotaj e Iquí Balam dieron nombres a sus hijos durante la aurora. Eran muchos
los nietos e hijos de los Cawek, los Nijayib, y los Ajaw Q'uiché.
Llamaron al
cerro de Cawek, Sakiribal Tojil; al de Nijayib, Sakiribal Awilix; y al de Ajaw
Q'uiché, Sakiribal Jak'awits. El (cerro) de los Tamub, de los Cakoj y
Ek'omak" era Sakiribal Amak' Tam; y el de los Ilocab de Sic'aab y Juanijá
era Sakiribal Ajuq'uín.
Estaban
unidos en Patojil los Cawek con los Nijayib; en verdad, tenían un lado para
Cawek, y el otro para Nijayib. Estaban unidos y juntos cuando hicieron sus
edificios, cuando amaneció por primera vez. Entonces fue abandonado el primer
pueblo de Jak'awits, junto con Patojil.
El segundo
pueblo a donde llegaron fue Sibakija, y estuvieron mucho tiempo allí. Cargaban
el Pisom C'ac'al, la señal del señorío que vino de donde sale el sol.
No tenían ni
comida ni bebida cuando llegaron a Chiwaij, el tercer pueblo. Hicieron un gran
rancho allá, y escarbaron los árboles y las piedras, debido al hambre y a la
sed (que pasaron) allí.
El cuarto
pueblo fue Pacayá Xejoyán. Allí construyeron edificios, y estuvieron por mucho
tiempo.
El quinto
fue (en blanco).
El sexto pueblo
fue Barabic Chún, lugar donde se derrumbó la arena. Estuvieron allí por mucho
tiempo.
El séptimo
pueblo fue Panbilil Pants'ocán, y estuvieron allí por muchos años. Comieron las
larvas de los abejorros y avispas, y palos cocidos. Sembraron milpas allí.
El octavo
pueblo fue Ticaj Ch'alib; y construyeron edificios en ese lugar. Tenían con
ellos la señal del señorío que vino de donde sale el sol. (En este pueblo)
hicieron ayunos y se atormentaron.
El noveno
pueblo fue Tibatsí Rajawiché; levantaron sus edificios allí. Hubo un viento que
dispersó las tapaderas de las ollas de jocotes (por cuya razón) exclamaron,
"Laé, Laé".
El décimo
pueblo fue Jobalam K'anulew, que es el nombre del cerro por donde pasaron. Sólo
se detuvieron allí.
El undécimo
pueblo fue Chiwán Chik'uk'. Muchos fueron los nombres de los cerros donde
estuvieron. Sólo se detuvieron allí.
El duodécimo
pueblo fue Xech'ayab Ximbaxuc. Cargaban la señal del señorío que vino desde
donde sale el sol. Tuvieron hambre y sed (en este pueblo).
El decimotercer
pueblo donde llegaron fue Ts'utujá, y allí tomaron como esclavo al señor del
lugar. Este fue encontrado en Payó y Pabak'oj donde cantaban las codornices. Y
las oyeron Balam Ak'ab, Balam Q'uitsé, Majucotaj. Luego (Ts'utujá) entró en
Cupaxuc, y fue capturado como esclavo. (Ts'utujá) habló: "No me
pulvericen, señores, no me maten". Y le fue dicho: "¿Quién
eres tú?" "Pues, soy Ts'utujá, así me llaman", dijo.
"¿Acaso seré yo quien completará la parcialidad?" dijo.
Entonces Balam Q'uitsé le dijo a Ts'utujá: "Es cierto lo que dices. Está
bien, así será. Que seas tu quien empareje mi persona y mis palabras, así será.
Tú serás el sustituto de Iquí Balam, así será".
De este modo
fue encontrado el señor Ts'utujá de los Sakic. Llegó a ser el complemento de
Majucotaj, y el sustituto de Iquí Balam quien murió joven. En esta forma se
completaron los cuatro primeros (jefes) que vinieron de donde sale el sol,
cuando fue nombrado el señor Chisakic q'uiché. Iquí Balam murió en Ts'utujá.
Que nuestros hijos y nietos no pierdan esta memoria.
Fue allí
donde invocaron una piedra, y adoraron la piedra preciosa, la segunda (piedra)
que vino de donde sale el sol. Se completaron dos (piedras) preciosas en
Ts'utujá. Estuvieron allí por mucho tiempo.
El
decimocuarto pueblo fue C'utubé Chuc'abal. Levantaron sus casas, y allí se
detuvieron otra vez por mucho tiempo. Tenían con ellos la señal del señorío que
vino de donde sale el sol.
El
decimoquinto pueblo fue Yamucutú Raxajmaj. Nuestros abuelos y padres comieron
sólo retoños y larvas de abejorros y avispas.
El décimo
sexto pueblo fue Chitsak'eb Chiyaquí, donde otra vez se tardaron. Hicieron
otros edificios y murallas defensivas. Sufrieron grandes tormentos por siete
días y sembraron maíz. Se consolaron allí porque los Cawek y Nijayib estaban
unidos.
El
decimoséptimo pueblo fue K'alemial Cucurabaj, donde tardaron otra vez. Ellos se
amontonaron y sufrieron hambre y sed en el barranco y bosque.
El
decimoctavo pueblo fue el cerro Paché Chik'ojom. Y allí estuvieron otra vez por
mucho tiempo nuestros abuelos Balam Ak'ab, Balam Q'uitsé y Majucotaj, los
sacrificadores.
El
decimonoveno pueblo fue Chic'abawilanic. Allí adoraron a la piedra preciosa que
vino de donde sale el sol. Moraron e hicieron edificios allí, los Cawek,
Nijayib y Ajaw Q'uiché; estaban unidos allí. Balam Q'uitsé, Balam Ak'ab y
Majucotaj fueron acompañados por Ts'utujá, el sustituto de Iquí Balam.
Allí
empezaron a cazar venados para dar su sangre al ídolo de Tojil. Empezó también
la adoración de ídolos en Chiq'uix y Chich'at. Estaban destazando un venado
frente a la casa, cuando pasaron dos montañeses de las parcialidades. De
repente dijeron: "¿Quién destaza? Sólo a nosotros nos toca esto. ¿Serán
nuestros hermanos lo que ustedes están destazando?" dijeron los de las
parcialidades.
Así, de nuevo
empezó la guerra por causa de las parcialidades; se mostraron nuevamente.
Provocaron una guerra allá en Jak'awits. Los C'alak'am y Tibilcat proyectaron
una guerra.
Entonces
llegó un sangrador que se había cubierto con piel y orejas desde el cuello hasta
los pies. Era un espía enviado para matar a nuestros abuelos y padres. Pero lo
descubrieron cuando se hallaban en Chiq'uix y Chich'at. Allí el señor Ts'utujá
Sakic vio la guerra, pero no la había visto en Jak'awits. Fueron seguidos los
mensajeros cuando partieron. "Está bien que nos muramos", dijeron
nuestros abuelos y padres.
Entonces los
hombres valientes fueron a ver a los guerreros cuyas casas estaban por donde
quiera. Se vieron sobre el cerro que se llamaba Muk'basib, donde se produjeron
mensajes con humo. Los hombres valientes estaban desnudos, sin ropa, ayunando y
atormentándose. Entonces mostraron su poder mágico sobre el cerro de Muk'basib.
Llamaron al aire, a la nube roja, al granizo de muerte, al rayo y a los días
aciagos contra los guerreros de las parcialidades. No había ninguna guerra.
Por esto,
los guerreros de C'alak'am y Tibilcat proyectaron la guerra. Así las
parcialidades empezaron a ser guerreras.
Llegaron al
vigésimo pueblo, al de Jumetajá, donde hicieron sus casas de la corteza de los
árboles. Adoraron los ídolos con ofrendas de frutas, hongos y pajaritos.
Grandes tormentos padecieron al estar amontonados y sufridos en los bosques.
Tenían con ellos a Tojil, Awilix y Jak'awits, junto con el Pisom C'ac'al, la
señal del señorío que vino de donde sale el sol.
El vigésimo
primer pueblo fue C'ulbá Cawinal, donde construyeron sus edificios. Allí se
juntaron con los Ak'aab. "Vosotros sois nuestro abuelo, nuestro padre,
nuestro superior, nuestra cabeza", les dijeron los Ak'aab a nuestros abuelos
y padres, Balam Q'uitsé, Balam Ak'ab, Majucotaj, junto con el señor Sakic
Ts'utujá el sustituto de Iquí Balam. Ofrecieron humo e hicieron ofrendas
delante del ídolo. Sólo las crías de culebras y pericos ofrecieron a sus
ídolos, allí en C'ulbá Cawinal.
Llegaron al
vigésimo segundo pueblo de Chiismachí, y aquí hicieron construcciones de cal (y
canto).
En
Chiismachí eran muchos los descendientes, los hijos y nietos del señor, los
hermanos mayores y menores detrás del señor Balam Q'uitsé. Eran muchos también
los vasallos de los Cawek. También, de Balam Ak'ab eran muchos los vasallos de
los Nijayib, y de Majucotaj muchos los hijos de los Ajaw Q'uiché. Hasta aquí
floreció un poco el señorío.
Después se
hizo la selección para los cargos allí en Chiismachí. El primer cargo, el
señorío Ajpop, fue tomado por el señor C'otujá, quien era el hijo de Balam
Q'uikab.
También el
Ajpop C'amjá Istayul, otro señor, fue hijo de C'onaché. Entró en el cargo de
Ajpop C'amjá. Presentamos la descendencia de Cakimox Istayul.
Ahora se
presentará delante de nosotros los Cawek el señorío en Q'uiché, Chiismachí, (es
decir) los rangos del señorío de la gente del Ajpop Q'uikab, Ajpop C'amjá
Istayul C'onaché, Nimá Rajop Achij, Ch'uti Rajop Achij. Otros señores de Cawek
de la gente Q'uikab son los señores Utsampop, Lak'pop, Uchuch C'amjá y Nimá
Lolmet.
Así se
llaman los señores Popc'amjá, los creadores de las bancas. Así se llaman los
progenitores de Ajpop, los creadores de las bancas de Cawek; los creadores de
las bancas tras de los señores K'alel, los progenitores de los Nijayib. Los
grandes Ch'ocoj fueron los progenitores de los Ajaw Q'uiché y sus
representantes. Sólo había tres casas grandes.
Entonces
entraron los señores Nijayib: el K'alel Nijayib, Atsij Winak, K'alel C'amjá, y
los Nimá C'amjá, Uchuch C'amjá, Julajuj Tem, Ajawilix, Metsanic y Sak'latal.
Estos son
los Ajaw Q'uichés, los señores Atsij Winak, Nim Ch'ocoj, Lolmet y Jak'awits.
Estos son
los símbolos de autoridad que vinieron de donde sale el sol, del otro lado del
lago, del otro lado del mar: la calabacilla, el vaso, las garras de águila y
jaguar, la cabeza y las patas de venado, la flauta, el tambor, la gran
chirimía, los huesos de falange de águila y jaguar, el caracol, la red de
tabaco, la cola de venado, el brazalete, las plumas de garza, las trenzas, las
piedras negras y amarillas.
Estas
señales de señorío que vinieron de donde sale el sol (se usaban para) perforar
y cortar los cuerpos de (los señores). Había nueve piedras de hongo para el
Ajpop y Ajpop C'amjá, y cuatro, tres, dos y un palio con plumas de quetzal y
plumas verdes, junto con las guirnaldas, los chalchigüites, la quijada colgada
y el bulto de fuego para el temascal. Había trescientas sesenta flechas y
quinientas cuarenta lanzas.
Cuando
ejercían sus cargos los cuatro progenitores, los Iboy Ch'arab eran las
representaciones de sus bastones.
Eso se hizo,
entonces, en Chiismachí. Y cuando recibieron sus cargos, se crearon el poder
pequeño y la gloria pequeña. Ello sucedió bajo las tres casas grandes. Se
recibió la autoridad y también se la ensalzó. (Sin embargo, su señorío) era
todavía pequeño aquí en Chiismachí, cuando fueron abiertas las señales del
señorío que C'ocaib se fue a traer al estar allí en Jak'awits, el primer
pueblo.
La primera
guerra se hizo antiguamente en jak'awits, y no en Chiq'uix y Chich'at. Pero la
segunda guerra fue hecha en Chiq'uix y Chich'at, en ese cerro donde surgió el
poder mágico. La tercera (guerra) tuvo lugar en Chiismachí.
Aquí en
Chiismachí dieron gracias así: "Tú, Cielo y Tierra, Tú, Ts'akol y Bitol,
dénnos hijas e hijos, dénnos platos y vasos, Tú que eres el otro lado del lago,
el otro lado del mar, Tú que eres el cielo, Tú que eres la salida del sol, Tu
que eres la puesta del sol, dénnos nuestro día y nuestra luz, Tú que eres la
gran estrella, Ek'ok'ij", dijeron.
Ofrecieron
copal, pájaros y polluelos de gallinas de la tierra; además ofrecieron gente
delante de Tojil, aquí en Chiismachí. Aquí también bailaron el Junajpú y Wukub
Cakix.
Entonces
comenzaron a llevar troncos con miel, y a embriagarse. Cargaron y regalaron a
sus hijas unos a otros; eran las cargadoras de ellas y las portadoras de
dulces, los que regalaron a los pobres solteros. Fueron a dejarlas en sus
casas. Dijeron: "Acabamos de darles nuestro afecto y de mostrarles nuestra
admiración". Llevaron una tinaja de atol, una jícara de guacamol, una
vasija de alimentos, una pierna de puerco de monte, una jícara de tamalitos
envueltos en hojas de K'anak' y de Cub. Es lo que dieron como pago por sus
hijas, allá en Chiismachí.
Las tres
parcialidades en Q'uiché estaban unidas entre sí; los Tamub, Ilocab y Sakajib.
Estaban unidas porque vinieron juntas de donde sale el sol, de Tulán Siwán.
Cuando esto
se hizo en Chiismachí todavía no había copal o sangre, copal de niño, sangre de
niño, hongos, ramas verdes, ni ofrendas quemadas. Tampoco había esclavos, ni la
madre del pájaro Xcocakix, ni grandes ofrendas quemadas, ni el baile de Pok'ob
Chanal.
Todavía (el
señorío) estaba en su infancia. Las primeras personas fueron engañadas a adorar
a la madera y las piedras en los troncos amarrados de madera. Cuando vinieron
(a Chiismachí) pasaron por veintidós pueblos y montañas.
FUENTE: https://americaindigena.com/s4docs1.htm
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